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Muchos españoles nos lo llevamos de souvenir sin saber que cometemos un delito y podemos ser perseguidos

Muchos españoles nos lo llevamos de souvenir sin saber que cometemos un delito y podemos ser perseguidos

Se encuentra en la calle y las autoridades sospechan de los turistas.

Una imagen de archivo de Brujas, BélgicaMicah Wright vía Getty Images

Se acerca el verano y, con él, las vacaciones. Es el momento en el que cada cual aprovecha los días libres para hacer planes distintos con los que salir de la rutina. Los hay que prefieren tomarse unos días de relax en la playa, otros que se decantan por hacer turismo y conocer un sitio nuevo cada año. 

Sea cual sea el caso, lo más probable es que, independientemente del destino, alguno se quiera llevar un recuerdo de estas vacaciones. Puede ser en forma de souvenir adquirido en una tienda o algo fácilmente accesible en la calle. Ha sido con estos segundos sobre los que desde Bélgica están haciendo una petición. 

Concretamente, en Brujas. Los adoquines de esta ciudad belga están desapareciendo en algunos de sus lugares más emblemáticos. Así lo recoge el medio de comunicación EuroNews, que detalla que estos robos se están dando mayoritariamente en el centro histórico de la capital de Flandes Occidental, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 

EuroNews informa de esta situación remitiéndose a las palabras del concejal de Bienes Públicos, Franky Demon. En unas declaraciones recogidas por el medio de comunicación europeo, el político ha explicado que "en lugares emblemáticos como Minnewater, Vismarkt, Markt y Gruuthusemuseum, se calcula que desaparecen entre 50 y 70 adoquines al mes". 

En cualquier caso, según Demon, esa cifra a la que él mismo se refiere no descarta que pueda ser "aún mayor". "El fenómeno aumenta considerablemente, sobre todo en periodos de gran afluencia turística, como la primavera y el verano", añade. Y ese es precisamente el motivo por el que las autoridades consideran que detrás de las desapariciones pueden estar los turistas. 

La petición de las autoridades belgas no es otra que el "respeto". "Quien pasea por Brujas atraviesa siglos de historia. Dejen ese adoquín donde debe estar", asevera el político. 

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