Un experto recomienda a los extranjeros no decir esta frase en España: razón no le falta
Un error de principiante con connotaciones sexuales, otro que te convierte en madre de golpe y uno más que solo usan los cyborgs de los 90.

España encara un verano de récord en llegadas de turistas y en temperaturas, y los extranjeros ya se preparan para chapurrear lo que puedan. Sin embargo, hay frases que es mejor no soltar si no se quiere pasar vergüenza. Una de ellas, según ha advertido Claudio Guasti, responsable del área de cultura y comunicación en la escuela City Lit de Londres, es “estoy caliente”. Aunque pueda parecer una traducción correcta del inglés, en español no significa que uno tenga calor, sino que está sexualmente excitado. Así lo ha explicado el experto en el medio británico The Olive Press, donde recomienda decir “tengo calor”, que es la forma adecuada.
Tampoco vale decir “soy cálido” o “soy cálida”, que en castellano se asocia al carácter, no a la temperatura corporal. Si uno no quiere que le miren raro, más le vale dominar este matiz. Ahora bien, la palabra “caliente” no está vetada en todos los contextos. Se puede usar sin problema con objetos o bebidas. Frases como “quiero un té caliente” o “el café está muy caliente” son totalmente correctas.
No es el único desliz habitual. Guasti también señala que muchos angloparlantes, al intentar expresar vergüenza, acaban soltando un “estoy embarazada”. El error viene de confundir la palabra española con “embarrassed” en inglés, cuando en realidad “embarazada” significa estar encinta. Y claro, según dónde y cómo lo digas, la confusión puede acabar en carcajada. Lo correcto, insiste, es decir “estoy avergonzado” o “estoy avergonzada”, según el caso.
Por último, Guasti advierte contra el uso de “hasta la vista” como fórmula de despedida. Aunque técnicamente no es incorrecta, ningún hispanohablante la utiliza en una conversación normal. Es una frase que quedó encasillada por culpa —o gracias— a Arnold Schwarzenegger en Terminator 2, y suena más a chiste que a adiós real. Lo habitual en España es decir “hasta luego” o simplemente “adiós”.
¿Por qué pasa esto? Por culpa de los false friends. Son esas palabras que se parecen muchísimo en dos idiomas… pero no significan lo mismo. En inglés y en español, hay unos cuantos que generan confusión constante. Como “actual”, que en inglés significa real o efectivo, pero en español es presente. O “constipated”, que en inglés no quiere decir “resfriado”, sino “estreñido”. También ocurre al revés: un hispanohablante puede decir “I’m sensible” pensando que está afirmando que es sensato, cuando en realidad está diciendo que es sensible (emocionalmente vulnerable). O puede que diga “I assist to the meeting” en vez de “I attend”, sin saber que “assist” en inglés significa “ayudar”.
Tres frases, tres oportunidades de meter la pata. Y un consejo sencillo: antes de lanzarse a hablar español por intuición, conviene saber lo que se dice. Porque una palabra mal colocada te puede convertir en una olla a presión, en una embarazada inesperada o en un robot del futuro.
