Un viajero que ha recorrido solo más de 100 de países comparte el secreto para hacer amigos en cualquier lugar
La clave para viajar solo pero siempre estar acompañado.

En una época en la que la mayoría de los viajeros opta por compartir cada viaje con amigos o familiares, siempre buscando el calor de una compañía conocida, surge un grupo de inconformistas que deciden lanzarse a la aventura en solitario. Estos exploradores están dispuestos a dejarse sorprender por lo que los destinos y sus gentes les deparen, sin itinerarios rígidos ni agendas apretadas.
Entre estos viajeros solitarios destaca Lee Thompson, cofundador de la empresa de viajes Flash Pack, quien ha recorrido solo más de 100 países, descubriendo que la mejor compañía a menudo surge de los encuentros más inesperados. "El truco es estar abierto y curioso ante las nuevas oportunidades que surjan y decir 'sí' a las invitaciones, incluso si te da un poco de vergüenza hacerlo", afirma en declaraciones recogidas por el Daily Mail.
Una de sus estrategias más eficaces es el voluntariado. Por ejemplo, el experto asegura que ofrecer clases de tu idioma nativo no solo enriquece a la comunidad, sino que también te permite conocer gente nueva con relativa facilidad. "De igual manera, he entablado amistad con el chico que toca en la calle en el parque, o al decir que sí a un juego improvisado de pickleball", cuenta Thompson hablando de tener presentaciones informales con lugareños.
Hay que tener iniciativa
Lee defiende la espontaneidad como la mejor fórmula para hacer amigos en cualquier lugar, sobre todo a la hora de inscribirse en eventos y aceptar cualquier plan que se proponga. “Esta es una forma muy efectiva de conocer gente en un entorno sin presión. Como ya estás inmerso en otra actividad, tu atención está en otra parte y la conversación no parece forzada”, asegura el experto en viajes.
Thompson también recomienda no aislarse con el teléfono móvil cuando hagamos un viaje en solitario. Por ejemplo, muchas personas que viajan solas tienden a estar pegados a sus aparatos electrónicos cuando están esperando en un aeropuerto o un tren nocturno, en lugar de hablar con los demás pasajeros y hacer amistades nuevas. “Estas ventanas de tiempo muerto son una oportunidad única para dejar de trabajar y conectase con otros”, explica.
Por último, sugiere reconsiderar los viajes en grupo para encontrar viajeros solitarios con ideas afines a las propias. "Estar juntos en un lugar nuevo con personas de una edad y etapa vital similar significa que las bases de la amistad ya están establecidas. Si a esto le sumamos algunas actividades emocionantes para romper el hielo el proceso de unión se vuelve algo natural", concluye haciendo énfasis en la necesidad de ser valiente y tomar la iniciativa.