La situación a nivel global es todavía “más preocupante” debido a que en 2020 la economía mundial limitó la intensidad de sus emisiones de carbono un 2,5%.
Lo rápido que Biden le ha dado la vuelta a estas medidas sirve para subrayar lo mucho que decidió Trump por su cuenta en vez de intentar conseguir el apoyo del Congreso.
Las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeron más de un 20% cuando se planteó un horizonte de un 5%, pero el seguimiento ha sido lento, desigual y con algunas sombras.
"Habrá gente que esconda la cabeza e ignore los riesgos del cambio climático. Pero hay muchos más como nosotros, comprometidos con revertir esta inercia".