El RAV 4, en sus más de 20 años de existencia, ha sido uno de los puntales de Toyota. Se han fabricado más de 6 millones y medio de unidades, ha conocido tres generaciones y, el pasado año, una nueva generación de la que se han vendido ya más de 650.000 unidades. Ahora se presenta la versión híbrida.
Los coches híbridos son ya una oferta razonable. Comenzaron siendo una opción cara y un tanto exótica, limitada a un reducido número de modelos o versiones, pero ahora son mayoría los fabricantes que ofrecen motorizaciones híbridas en sus modelos de gama alta o media.
Mientras el futuro a medio plazo del automóvil mira más y más hacia la pila de combustible alimentada por hidrógeno, la realidad actual es que los híbridos son una de las alternativas para reducir consumos y emisiones sin caer en la rudeza de los motores diésel.
El coche ecológico a base de aire comprimido es un viejo mito tecnológico, que recibió inversiones y difusión, pero que nunca llegó a convertirse en una realidad comercial rentable. Pero parece que PSA quiere cambiar esto, y ofrecernos a través de una novedosa técnica, una aproximación a lo que serían coches impulsados por simple aire.
El reto sigue estando en el almacenamiento de la energía eléctrica, que estamos lejos de resolver satisfactoriamente. Las actuales baterías de ión-Litio son más eficientes que las anteriores, pero aun siguen siendo poco eficientes y caras.
Hay quien cree que no se investiga más porque hay demasiados intereses en juego; pero también aun hay quien cree que el hombre no llegó a la Luna o que Walt Disney va a resucitar dentro de unos años.