pobreza energética

En una sociedad decente, no hay que elegir entre comer o calentarse

En una sociedad decente, no hay que elegir entre comer o calentarse

La energía debe ser considerada un bien social, y su acceso, un derecho básico. Por eso, una sociedad decente no hace elegir a sus ciudadanos entre comer o encender la calefacción o la refrigeración; una sociedad decente es aquella en la que sus dirigentes garantizan unas condiciones de confort y salud básicas y no permite que nadie muera o malviva por no tener recursos para pagar las facturas de la electricidad, del gas o del agua.
Combatir la pobreza, también desde la política energética

Combatir la pobreza, también desde la política energética

Acusar al Partido Socialista de pretender reventar una concentración en la calle para reivindicar que no haya cortes de luz, por haber conseguido por la mañana convencer al Gobierno de que estos cortes se prohiban, es incomprensible. Muestra una enorme confusión entre el medio y el fin, entre las herramientas y los objetivos.
El 'rescate energético' de Podemos ante los cortes de suministro

El 'rescate energético' de Podemos ante los cortes de suministro

Impedir la interrupción forzosa del suministro de energía doméstica en hogares vulnerables es una aspiración compartida de los partidos de la vieja y nueva izquierda; y una necesidad social. En el contexto económico y político concreto en que nos encontramos, es coherente con una interpretación de los actuales niveles de pobreza energética como uno de los efectos más palpables de la crisis, junto con los desahucios, sobre el bienestar material de la ciudadanía.