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El largo camino hasta el maratón de Nueva York
Después del disparo en el puente Verrazano Narrows Bridge ya solo queda correr. Hay que dejar de recordar y no hay que emocionarse. Porque la salida del puente es de llorar. Hay un sonido indescriptible. No es un sonido, es una sensación... ¡El puente se mueve con todos los que corremos a la vez! Es como si vibrara, aunque a estas alturas ya no sabes si son tus nervios o que de verdad se mueve.