Una expedición recoge muestras del agujero azul más profundo de la Tierra y da con un fenómeno inquietante
"Un aumento sin precedentes".

Se encuentra cerca del centro de un arrecife archiconocido, el Lighthouse, en un pequeño atolón que se localiza a solo 100 kilómetros de la costa de Belice. Conocido por científicos y submarinistas que quedan prendados de un tesoro natural marcado por la de biodiversidad de especies que lo habitan, hablamos del Gran Agujero Azul, de 300 metros de ancho, 123 metros de profundidad y Patrimonio de la Humanidad por parte de Unesco.
Un reciente estudio científico publicado en la revista especializada Science Advances ha detectado un fenómeno a partir del análisis de dicho accidente en la costa de Ciudad de Belice. Tras estudiar un núcleo de sedimento de 30 metros extraído del fondo del sumidero, los científicos descubrieron que la frecuencia de los ciclones tropicales ha ido en aumento en los últimos 5.700 años.
También han determinado que esta tendencia no sólo continuará, sino que alcanzará un nivel preocupante, impulsada por uno de los mayores retos a los que debe hacer frente la sociedad actual y futura, el cambio climático. Así lo recoge el portal rumano Descopera en una información.
Un historial perfecto en forma de arena
"Se identificaron un total de 694 capas de eventos. Muestran una clara tendencia regional de aumento de tormentas en el suroeste del Caribe, que sigue un cambio determinado orbitalmente en la zona de convergencia intertropical", explicaron desde el equipo a cargo de Dominik Schmitt, de la alemana Universidad Goethe en Frankfurt, según la citada información. En esa línea, continúan, estamos ante "una extrapolación del siglo XXI sugiere un aumento sin precedentes en la frecuencia de ciclones tropicales, atribuible al calentamiento de la era industrial".
"Gracias a las condiciones ambientales únicas, que incluyen aguas profundas sin oxígeno y múltiples capas de agua estratificada, los sedimentos marinos finos pudieron depositarse prácticamente sin perturbaciones en el Gran Agujero Azul", detalló Schmitt de la clave que permite predecir esa línea ascendente, el Gran Agujero Azul se torna en un historial perfecto de lo ocurrido, gracias a sus sedimentos.
Según los resultados del trabajo, podríamos enfrentar una intensificación sin precedentes de la actividad de ciclones tropicales. Sólo en los últimos 20 años se han producido nueve ciclones, una frecuencia que no es coherente con las fluctuaciones climáticas naturales normales, recoge el citado artículo.