Compra de mascarillas, Jéssica y un chalé en Marbella: claves para no perderse en el caso por el que está imputado Ábalos
El exministro está investigado por el Tribunal Supremo por cuatro presuntos delitos: tráfico de influencias, organización criminal, cohecho y malversación.

Ha pasado poco más de un año desde que un solitario José Luis Ábalos, otrora peso pesado del PSOE, compareciera en la sala de prensa del Congreso para contrariar los deseos de su partido, que reclamó su dimisión, y anunciar que se pasaba al Grupo Mixto. El entonces todavía diputado socialista tomó esa “drástica” decisión, dijo, “ante la necesidad” de defenderse y “restituir” su “honor como diputado y como persona”. Desde entonces, como una cascada incesante, no han dejado de salir novedades respecto al caso Koldo, una investigación que mantiene al exministro de Transportes como imputado. A continuación, unas claves para entender todo el proceso.
¿Cómo empezó todo?
El 10 de marzo de 2022, el Partido Popular de Madrid interpuso ante la Fiscalía Anticorrupción una denuncia por “presuntas irregularidades habidas en contratos de emergencia relacionados con la COVID-19". La investigación de estos contratos recayó en las manos del juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno.
Estalla el caso Koldo
El 21 de febrero de 2024 la Guardia Civil detuvo a Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos en el Ministerio de Transportes, y a otras 19 personas por una presunta trama de corrupción para cobrar comisiones ilegales en contratos de compra de mascarillas. Aunque en un principio se consideró a los empresarios José Luis Cueto y Víctor de Aldama, de Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas SL, como principales cabecillas, la investigación recibió el nombre de caso Koldo por la cercanía de este con José Luis Ábalos.
Ese 21 de febrero, Ábalos se mostró “estupefacto” por las noticias. No obstante, apenas días después, el 29 de febrero, el magistrado Ismael Moreno aseguró en un auto que el exministro socialista hizo de “intermediario” en la trama. Argumenta sus sospechas en base a un encuentro que Ábalos mantuvo con Koldo García en la marisquería madrileña La Chalana para, supuestamente, resolver un problema que la organización tenía con el Gobierno de las Islas Baleares. Desde allí, se reclamaba a la empresa Soluciones de Gestión la devolución de 2,6 millones por un contrato de mascarillas defectuosas suscrito en 2020.
La ruptura con el PSOE
El 26 de febrero, tres días antes de que la Audiencia Nacional considerase a Ábalos “intermediario” de la trama, el PSOE dio 24 horas a su compañero para que entregara su acta de diputado. Este, en respuesta, dimitió como presidente de la Comisión de Interior en el Congreso, pero no dejó el acta. Un día después, el 27 de febrero, anunció que se pasaba al Grupo Mixto. El PSOE, entonces, le suspendió de militancia.
Se estrecha el cerco
Avanzada la investigación, y con el caso Koldo protagonizando la práctica totalidad de los enfrentamientos entre Gobierno y oposición, el 10 de octubre de 2024, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) presentó un informe en el que atribuía a José Luis Ábalos un “papel relevante” y de “responsabilidad” en la trama. Según la UCO, ante tantos indicios, se hacía imprescindible imputar al exministro. Pero eso es algo que, dado que no había dejado su acta y por lo tanto era aforado, solo podría iniciar el Tribunal Supremo. Según la UCO, había una relación muy estrecha entre Ábalos, Koldo García y el comisionista Víctor de Aldama, conseguidor de la trama. Supuestamente, Koldo García y Víctor de Aldama se servían de su presencia constante en el Ministerio de Ábalos para organizar su entramado. La Guardia Civil destacó que Aldama habría comprado un chalet al exministro, quien también habría conseguido mediante un “testaferro” un piso en plaza España, Madrid, para que viviera ahí su presunta pareja, Jessica Rodríguez. Esta última, además, estuvo contratada en dos empresas públicas dependientes del Ministerio de Transportes. Hace unos días declaró como testigo ante el Supremo y dijo que nunca había trabajado realmente en ellas a pesar de cobrar mensualmente un salario.
Investigado por el Supremo
Finalmente, en noviembre de 2024, el Tribunal Supremo abrió una causa contra José Luis Ábalos por presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación.
¿Qué pintan aquí Venezuela y Air Europa?
La UCO tiene sospechas de que detrás de la visita de la vicepresidenta de Venezuela Delcy Rodríguez a España se ocultan los intereses empresariales de Víctor de Aldama. Entre los negocios que este habría apalabrado con el Gobierno venezolano estaría el presunto traslado de 70 millones de dólares en oro de Moscú a Caracas, con parada en Zambia. En total, “104 barras de oro a BANCASA SA, por valor de 68.498.254,11 dólares americanos” (unos 62.500.000 de euros al cambio). Delcy Rodríguez visitó España, pero no salió del aeropuerto de Barajas. Allí se vio con José Luis Ábalos.
La UCO apuntó también que “las conversaciones halladas en los dispositivos electrónicos intervenidos permiten apreciar de manera indiciaria cómo De Aldama se valió de su relación con Koldo-Ábalos para influir en la concesión final del rescate a Air Europa”. La Guardia Civil intervino comunicaciones en las que el empresario informó al consejero delegado de Globalia (grupo al que pertenecía la aerolínea), Javier Hidalgo, de que José Luis Ábalos habría hablado del rescate con el presidente del Gobierno. “Ya le ha llamado el 1”, dijo Aldama. El empresario, además, cobró de Air Europa 12.100 euros mensuales entre noviembre de 2019 y noviembre de 2020, cuando el Gobierno aprobó el rescate.
Esta semana, la UCO entregó al Supremo un informe de 262 páginas sobre el patrimonio de Ábalos. Según El País, tras la investigación la Guardia Civil sospecha que el exministro cobró “una presunta contraprestación económica” por impulsar con una nota de prensa el rescate de Air Europa. Los agentes entienden que Ábalos disfrutó gratis de unos días de vacaciones en un chalé en Marbella. Koldo García envió un mensaje mediante WhatsApp al exdirigente socialista en el que le dijo: “Este sale gratis por las molestias generadas”.
¿Y por qué se habla de Begoña Gómez?
A pesar de que la Audiencia Provincial de Madrid ha reiterado que no existe ningún indicio, el magistrado Juan Carlos Peinado no deja de insistir en la necesidad de que se investigue el papel de la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, en el rescate de Air Europa. En el último informe de la UCO, se comenta que Aldama llegó a informar a Koldo García que el CEO de Globalia “está muy jodido” y “acaba de llamar a Begoña”. En sus declaraciones ante el juez, no obstante, Javier Hidalgo comentó no recordar si Begoña Gómez participó en las reuniones sobre el rescate. Gómez e Hidalgo sí estuvieron en contacto, pero por su puesto como directora del IE Africa Center del Instituto de Empresa.
La situación actual de Ábalos
En febrero de este año, José Luis Ábalos acudió a declarar por segunda vez como imputado ante el Supremo. A Ábalos, en esta última comparecencia, se le ha retirado el pasaporte, se le ha prohibido salir del país y se le ha obligado a personarse cada quince días ante el tribunal. El Supremo sigue pensando que hay indicios suficientes para pensar que Ábalos, Koldo García y Aldama favorecieron la concesión de contratos de compraventa de material sanitario a cambio de comisiones. Investiga, además, si pudieron hacer lo mismo con otros contratos públicos.
