Bruselas calcula que implantar el catalán, gallego y euskera en Europa costaría 132 millones de euros al año

Bruselas calcula que implantar el catalán, gallego y euskera en Europa costaría 132 millones de euros al año

'El País' ha adelantado algunos detalles acerca de la medida tras acceder al documento preliminar elaborado por el órgano europeo.

Albares durante una comparecencia en MadridEuropa Press via Getty Images

La petición del Gobierno de coalición de incluir el catalán, el vasco y el gallego como lenguas oficiales en la Unión Europea, costaría alrededor de 132 millones de euros al año, según adelantó El País durante la tarde del viernes tras acceder al informe preliminar solicitado por el Ejecutivo de Sánchez.

Según se detalla en dicho documento, cada 'nueva' lengua costaría en torno a los 44 millones anuales al tener que contratar traductores e intérpretes, así como adaptar las bases de datos y sistemas técnicos. Este coste sería asumido por el Ejecutivo, según afirmó Sánchez, siempre y cuando prospere la medida, para lo que necesita el apoyo unánime de los estados miembros, algo que aún queda lejos.

La introducción de las tres lenguas cooficiales españolas en el seno de la UE se corresponde con la promesa de Sánchez a los partidos independentistas durante el pasado verano. De hecho, esta medida se instauró el pasado mes de septiembre en el Congreso de los Diputados, donde por primera vez en la historia, los dirigentes de Euskadi, Cataluña y Galicia pueden realizar sus discursos en el idioma tanto en castellano como en catalán, gallego o euskera.

Los cálculos llevados a cabo por el Ejecutivo europeo se basan en el último antecedente: el de Irlanda con el gaélico. Según confirmaron, el próximo martes tendrá lugar una reunión del Consejo de Asuntos Generales en Bruselas, momento en el que todos los ministros de Asuntos Europeos analizarán el documento.

Aunque este documento es preliminar por el momento, fue una de las demandas imprescindibles de algunos de los países antes de posicionarse a favor o en contra de la propuesta. Pese a ello, la Comisión también afirmó que sería necesario desarrollar un documento más detallado en caso de que la medida prospere.

El debate de las lenguas cooficiales se ha convertido en una de las exigencias de los principales partidos independentistas, que ya tuvo su reconocimiento a nivel nacional y que ahora pretenden hacer lo propio en el seno de la UE. El problema está en que hay algunos países que por sus particularidades respecto a sus lenguas minoritarias, no parece que vayan a ver con buenos ojos esta nueva medida.

Se traducen 70.000 documentos al año a cada idioma

Este factor ha obligado al ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, a 'justificar' la medida asegurando que se haría una integración 'a medida', de modo que no cabrían otras lenguas como sería el caso del bretón o corso. Pese a ello, varios países miembros se siguen mostrando contrarios.

Hay que recordar que actualmente hay 24 idiomas oficiales en la Unión, siendo todos ellos oficiales en sus países, algo que no ocurre con las tres lenguas cooficiales españolas, ya que solo se hablan en determinadas comunidades autónomas. 

Además, otro factor importante para Bruselas se encuentra en que anualmente se traducen unos 70.000 documentos a cada uno de los idiomas, por lo que sería obligatorio que se pudiera contratar personal suficiente para llevarlo a cabo, algo que estiman en unos 20 traductores-juristas y cuatro intérpretes externos.

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Soy redactor de El HuffPost España, donde escribo sobre todo tipo de contenidos: desde actualidad, última hora, política, sociedad y deporte hasta política internacional, en menor medida.

 

Nacido en Jaén en 1998, me decanté por estudiar Historia y Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos durante 2016 y 2022. Desde entonces, mi trabajo se ha centrado en contar la actualidad con contexto, intentando entender no solo lo que ocurre, sino también de dónde viene y qué consecuencias puede tener. Al fin y al cabo, la Historia —aunque a veces parezca dormida— siempre está detrás de los titulares.

 

Sobre qué temas escribo

Como vocación, los asuntos históricos me llaman mucho la atención, pero durante los últimos años, la "actualidad manda", y el ritmo frenético de sucesos económicos, políticos y geopolíticos (casi todos negativos) en un mundo cada vez más convulso acapara gran parte del trabajo de manera diaria. Esto ha provocado que haya desarrollado una gran pasión e interés por entender cómo y por qué ocurren gran parte de todos los acontecimientos históricos que estamos viviendo constantemente.


Intento contar el presente con rigor, con un punto de contexto histórico y, cuando se puede y con una pizca de ironía. Porque incluso en los días más intensos, un poco de perspectiva —y de humor— ayuda a entender mejor lo que pasa.

 

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Mi experiencia profesional comenzó allá por 2019, como colaborador en Radio Libertad y Radio Marca, donde cubrí actualidad deportiva diaria y descubrí el vértigo de informar a contrarreloj. Más tarde pasé por AS, donde amplié el foco: además de deporte, seguí temas de actualidad general y aprendí que en el periodismo, a veces, el fuera de juego también puede ser político.


En enero de 2023 me incorporé a El HuffPost, donde escribo sobre política, sociedad y actualidad en todo tipo de frentes: desde elecciones hasta debates nacionales e internacionales, deporte y sucesos (un poco de todo). En definitiva, todo lo que marca la conversación pública y, en general, todo aquello que explica por qué el mundo gira como gira (y por qué a veces parece hacerlo del revés).

 


 

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