La ministra Elma Saiz reacciona a la polémica por el veto musulmán en Jumilla: ojo al detalle en el que se fija
PP y Vox han impulsado una medida para evitar que los musulmanes puedan rezar en el polideportivo del municipio murciano, decisión controvertida que el Gobierno ha criticado.
El PP de Jumilla (Murcia) aprobó en un pleno celebrado a finales de julio una enmienda sobre el uso de los recintos deportivos de la localidad que, de facto, ha resultado ser un encubierto veto al culto musulmán en relación a las celebraciones más populares de esta religión, como son el rezo colectivo del fin del Ramadán —el Aid el-Fitr— y el que se hace dos meses después, en la Fiesta del Cordero.
En concreto, los populares aprobaron una ordenanza municipal para que el polideportivo del municipio se dedique en exclusiva a actividades deportivas o aquellas que organice el propio Ayuntamiento. Es decir, evitará así que los vecinos musulmanes de Jumilla puedan celebrar allí sus rezos como venía siendo habitual hasta ahora. Se estima que 1.500 de los 27.000 habitantes de la localidad profesan la religión musulmana.
La enmienda del PP se aprobó a raíz de una moción presentada por el único concejal de Vox en el consistorio, Juan Agustín Carrillo, que pedía defender las “costumbres del pueblo español frente a las prácticas culturales foráneas, como ‘la Fiesta del Cordero”. Además, exigió que estas fiestas no se pudieran celebrar "en espacios públicos autonómicos o municipales" y que se incentivaran, por el contrario, la promoción "de la gastronomía y carnicería tradicionales españolas frente a la expansión de los sellos extranjeros como el halal".
La decisión del ayuntamiento ha levantado una gran polvareda. El Gobierno ha asegurado que seguirá "muy de cerca" los discursos de odio que puedan derivarse o potenciarse a raíz este acuerdo, la comunidad musulmana ha mostrado su enfado por esta decisión y hasta la propia Iglesia Católica ha mostrado su repulsa a este veto. "Es una discriminación que no puede darse en sociedades democráticas", han dicho los obispos.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, también ha querido dar su opinión sobre este veto y lo ha hecho fijándose en un detalle en el que pocos habían caído a raíz de la polémica. "Nuestra lengua, nuestro patrimonio, nuestras grandes maravillas arquitectónicas, ingeniería civil, avances científicos… La identidad española es influencia musulmana. Es que da bochorno", ha escrito en un tuit.
Ese "detalle" es el patio interior del edificio consistorial de Jumilla, que recuerda a los característicos patios árabes con sus azulejos y sus fuentes centrales. Las imágenes de esta zona del consistorio pueden verse perfectamente en la web de Jumilla dedicada al turismo.