Los obispos piden presunción de inocencia con los abusos, pero lamentan que se "esconda" el aborto "bajo la alfombra"
El presidente de la Conferencia Episcopal Española no se ha referido concretamente a la investigación que ha abierto El Vaticano al obispo de Cádiz y Ceuta. Sí ha hablado largo y tendido sobre el supuesto "trauma posaborto" que la ciencia niega o ha tenido de tiempo de calificar a las interrupciones voluntarias del embarazo como "supuesto derecho" o "inhumanidad". Ah, y lo de Franco y las cunetas.

La Conferencia Episcopal Española (CEE), al menos la persona que está al mando, tiene una vara de medir cuando se trata de denunciar lo que consideran problemas 'escondidos bajo la alfombra'. En boca de su máxima autoridad, el presidente de los obispos y a su vez arzobispo de Valladolid, monseñor Luis Argüello, se ha roto una lanza por la presunción de inocencia -quizás, más bien por quien El Vaticano le ha abierto una investigación- ante la "aparición de denuncias" de abusos sexuales a menores.
El presidente de la CEE ha hecho esta defensa de la figura jurídica en el mismo acto en el que también ha hablado sobre el aborto. Aunque en este último caso no ha escatimado tanto en detalles, datos y, sorbe todo, en adjetivos. Durante su discurso inaugural de la Asamblea Plenaria de la CEE, Argüello ha lamentado que "la inhumanidad del aborto" es una cuestión que la sociedad "ha escondido completamente". ¿Dónde? "Bajo la alfombra".
En la otra cara de la moneda, Arguëllo ha sido menos concreto respecto a "lo que hemos vivido en estas últimas semanas con la aparición de denuncias de casos de abusos", pero asegurando que ello "aviva en nosotros el deseo de seguir impulsando todo esto desde el doble principio de la presunción de inocencia, que queremos respetar y que se respete para todos los ciudadanos, también para los miembros de la Iglesia, y la libertad también que existe de denunciar ante las autoridades civiles o ante la iglesia". No ha habido referencia expresa al obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza.
Destruir "un huevo de águila" vs "matar a un hijo con síndrome de Down"
Argüello, que tampoco ha dudado en tachar el aborto como un "supuesto derecho", ha cerrado filas con las tesis del Gobierno madrileño de Isabel Díaz Ayuso al lamentar que "en un mismo hospital, es posible que un grupo de médicos esté decidido a salvar a un bebé de cinco meses y medio de gestación, mientras que otro grupo de médicos mata deliberadamente a un bebé de la misma edad en la habitación de al lado". También ha dejado otros análisis jurídicos, al contraponer que se puede condenar a dos años y 15.000 euros de multa "si se destruye un huevo de águila, pero da todo el derecho a matar a un hijo con síndrome de Down hasta el final del embarazo".
La máxima autoridad de los obispos ha mostrado su sorpresa porque una mujer quiera ejercer un derecho recogido por la ley: "Es totalmente legal". Pero también ha hablado sobre que el Gobierno de coalición progresista quiera dotarlo de un rango constitucional, modificando la carta magna, para dotarlo de mayores garantías legales. Tras reiterar la existencia del supuesto "síndrome postaborto" que la ciencia niega, ha señalado que "nada justifica acabar con la vida de un ser humano en gestación, pero un verdadero apoyo a la vida pide abordar todas las circunstancias". Eso sí, han de tenerse en cuenta las situaciones socioeconómicas de mujeres embarazadas, respecto a la vivienda o el empleo.
Pero en lugar de que aborten en estos casos, Argüello defiende la necesidad de "una mano de cercanía" para que "no duden" en reclamar ayuda ante una determinada situación problemática "tantas veces muy difícil de sobrellevar sola", y que así la salida escogida "no sea la eliminación de la vida que está en su seno".
La Iglesia presume de colaborar para el fin del franquismo, pero dice que la ley de memoria está "contaminada por los sesgos ideológicos"
En esa línea, el presidente de la Conferencia Episcopal también ha tenido palabras sobre la Memoria Histórica, en el contexto de la efeméride que se conmemora esta semana, el 50 aniversario de la muerte de Franco. Argüello ha echado la vista atrás, hasta la Transición Española, para hablar de una época en la que la Iglesia "colaboró decididamente para hacer posible la democracia". Si se remonta un poco más atrás, quizás solo podría hablar de ciertas partes de la Iglesia y del clero.
De esta forma, el máximo responsable de la CEE ha pasado a hablar de Memoria Histórica. Sobre todo, de las leyes de memoria histórica, a las que 'concede' que "justamente quieren rehabilitar y honrar" a las víctimas de la dictadura y "enterrar dignamente" a aquellos que continúan en fosas comunes y cunetas. Pero también había un 'pero', el de que estas normas se han transformado, a juicio de dicho arzobispo, en un "instrumento de polarización ideológica al servicio de los intereses políticos".
Tras esta serie de afirmaciones, ha recordado que dentro de tres años lo que se conmemorará será el 50 aniversario de la Constitución española -la de 1978-. Argüello ha defendido que ese lapso sirva para la "purificación de la memoria", puesto que estaría "contaminada por los sesgos ideológicos". No, no ha concretado a la memoria de quién o de quiénes se refería.
