El grillo topo, un insecto de gran tamaño que recuerda al saltamontes, podría estar causando estragos en tu jardín sin que lo sepas. Este insecto se esconde durante el día y emerge por la noche para alimentarse de raíces, tallos, hojas, frutas e incluso pequeños animales como caracoles y larvas de escarabajos.

Uno de los indicios más claros de su presencia es la aparición de pequeños agujeros en el suelo, tierra agrietada y plantas marchitas o dañadas. Si detectas estos síntomas, es probable que este insecto se haya instalado en tu terreno, creando complejos túneles.

Para comprobarlo, existe un método casero muy eficaz: mezcla agua con un poco de líquido de lavavajillas, viértelo en una regadera y aplica la solución en las grietas del suelo donde sospeches su actividad. Si el grillo topo habita ese lugar, salrá rápidamente a la superficie, lo que te permitirá capturarlo. Es importante usar guantes durante el proceso, ya que el insecto puede picar.

Aunque es considerado una plaga por los daños que puede causar a las plantas del jardín, también tiene un papel importante en el ecosistema, ya que puede ayudar a controlar otras plagas. Aun así, se recomienda evitar el contacto directo, ya que puede ser portador de bacterias como las del tétanos.

En caso de capturarlos, es aconsejable ponerlo en una caja cerrarla y liberarlo lejos del jardín, en un entorno natural donde no represente una amenaza para tus plantas. Mantener el jardín limpio y observar los signos del suelo puede ser clave para mantener a raya a este inquilino poco deseado.