Cuenta atrás al vuelo inaugural del nuevo avión supersónico que podría volar de Londres a Nueva York en 3 horas y 44 minutos
Esto marcará un hito en la aviación de alto rendimiento.

El X-59 de la NASA, un avión de investigación supersónico silencioso único en su tipo, está a un paso de realizar su primer vuelo de prueba, con lo que marcará un hito en la aviación de alto rendimiento.
Con este proyecto, la agencia aeroespacial busca superar las barreras tecnológicas actuales en la aviación supersónica y abordar un desafío fundamental: cómo volar a velocidades supersónicas sin generar el clásico estampido sónico, que es molesto y a menudo restrictivo para las rutas comerciales. La seguridad, sin embargo, sigue siendo el eje central del desarrollo y las pruebas de este innovador avión.
Un vuelo de baja altitud
El primer vuelo del X-59 será un circuito a baja altitud, con una velocidad de unos 358km/h, y "marcará el inicio de una fase de pruebas de vuelo centrada en verificar la aeronavegabilidad y la seguridad de la aeronave", según explica la NASA. Los ingenieros pondrán el foco en probar la integración de los sistemas del avión, asegurándose de que todos los componentes funcionen en conjunto de manera eficiente y segura.
A medida que avance el programa de pruebas, el X-59 volará a mayores altitudes y velocidades, eventualmente alcanzando y superando la velocidad del sonido. Se estima que podrá viajar a una velocidad de Mach 1,5, o aproximadamente 1.590 km/h, lo que reducirá la duración del viaje transatlántico, de Londres a Nueva York, por ejemplo, a tan solo 3 horas y 44 minutos.
Este avión, desarrollado por la NASA en colaboración con Lockheed Martin, ha sido diseñado específicamente para generar un "suave ruido sordo en lugar de un fuerte estampido sónico".
Exhaustivos sistemas de seguridad para el avión y su piloto
Uno de los aspectos más innovadores del X-59 es su sistema de seguridad, que ha sido creado para garantizar que cada vuelo, desde el despegue hasta el aterrizaje, sea lo más seguro posible.
Los ingenieros de la NASA han incorporado para ello múltiples capas de protección, empezando por el Sistema de Instrumentación de Pruebas de Vuelo (FTIS), que es el principal custodio de datos de la aeronave. Este sistema recopila y transmite una variedad de datos esenciales para el seguimiento del desempeño del X-59.
"Registramos 60 flujos de datos diferentes con más de 20.000 parámetros a bordo. Antes incluso de despegar, es tranquilizador saber que el sistema ya ha estado en funcionamiento durante más de 200 días", explica Shedrick Bessent, ingeniero de instrumentación del avión.
El sistema FTIS, además de recopilar datos de sensores, también transmite audio y vídeo, lo que permite a los expertos de la NASA tener un control total sobre el desempeño de la aeronave. "Hay muchísima tecnología nueva en esta aeronave, y si un sistema como el FTIS puede ofrecernos un poco de alivio al mostrarnos qué funciona con fiabilidad y consistencia, eso reduce el estrés y la incertidumbre", añade Bessent.
El X-59 también cuenta con un sistema de seguridad diseñado específicamente para proteger al piloto durante el vuelo, especialmente cuando la aeronave alcance altitudes superiores a los 55.000 pies, donde la presión atmosférica es mucho menor que en las altitudes utilizadas por los aviones comerciales.
El piloto, Nils Larson, quien será el encargado de realizar este primer vuelo, utilizará un traje antigás y un sistema de oxígeno para contrarrestar la baja presión a estas alturas. Además, en caso de emergencia, el avión está equipado con un asiento eyectable y una cabina adaptada de un avión de entrenamiento T-38 de la Fuerza Aérea de EEUU, que incluye todos los elementos esenciales, como radio, botiquín de primeros auxilios y agua.
"Volar algo nuevo requiere mucha confianza. Confías en los ingenieros, los mantenedores, los diseñadores, en todos los que han tenido contacto con la aeronave. Y si no me siento cómodo, no me subo. Pero si confían en la aeronave y confían en mí, entonces me apunto por completo", afirma Larson.
Innovación en el control de vuelo
Otro avance significativo en el X-59 es su sistema de control de vuelo por cable digital, conocido como 'fly-by-wire'. Este sistema reemplaza los cables y poleas tradicionales por actuadores computarizados, lo que permite un control más preciso y seguro de la aeronave. Las señales del piloto, como el movimiento de la palanca de mando o el acelerador, se traducen en señales electrónicas que luego se envían a las superficies de vuelo mediante cables de fibra óptica.
Además, el sistema está respaldado por computadoras y sistemas eléctricos e hidráulicos de respaldo, asegurando que cualquier fallo sea gestionado adecuadamente para garantizar la seguridad del vuelo.
