Danna Murillo, limpiadora de hotel: "Nunca volver a usar los vasos que están en los baños de los hoteles"
Algunas prácticas de higiene cuestionables en las habitaciones.

Al entrar en una habitación de hotel todo parece rozar siempre la perfección: las camas lucen impecablemente estiradas, las toallas dobladas con precisión milimétrica, los artículos de aseo ordenados al detalle y, en ocasiones, hasta un pequeño gesto de cortesía aguarda sobre la mesilla. Cada elemento está pensado para transmitir limpieza, confort y cuidado, pero a veces no es oro todo lo que reluce.
Las advertencias de Danna Murillo, una creadora de contenido de 23 años que trabajó como limpiadora en varios hoteles, se han vuelto virales después de que compartiera en TikTok lo que ella considera las prácticas de higiene más cuestionables que observó mientras limpiaba habitaciones. La joven afirma haber trabajado en tres establecimientos, uno de una cadena internacional y otros en distintos países.
En el vídeo hace tres recomendaciones claras para los huéspedes: no usar los vasitos del baño, retirar las almohadas decorativas y evitar andar descalzo sobre alfombras de hotel. “La primera es nunca volver a usar los vasos que están en los baños. Esos vasos, y así nos mandan hacerlo, los mandan limpiar con el mismo trapo que se limpia el baño”, relata Danna explicando que con ese mismo trapo se friegan las tuberías, los espejos e incluso las tazas.
Una limpieza cuestionable
El segundo consejo de la extrabajadora trata sobre no apoyar la cara en las almohadas decorativas ni tocar las tiras y cojines que se colocan por encima de las sábanas. “Esas almohadas no se lavan. Las blancas sí; cambiamos todo cada vez, cada cliente. Las de colores no y es un poco lógico, pero antes de trabajar en esto no lo pensaba. Da asco, se lavan como una vez al año. Sólo si se ven sucias”, cuenta mientras recomienda apartarlas al llegar.
Finalmente, también alertó sobre caminar descalzo o en calcetines en habitaciones con moqueta: “muchas alfombras no se lavan; como mucho se aspiran”, explicó y aconsejó prudencia. El comentario alimentó el debate sobre las rutinas reales de limpieza en alojamientos y sobre la presión de tiempo y recursos que enfrentan los equipos de limpieza para dejar listas muchas habitaciones en jornadas intensas.
Tras la publicación, algunos usuarios aceptaron las recomendaciones y dijeron que cambiarán sus hábitos en hoteles; otros consideraron que Murillo exagera y recordaron que muchos establecimientos cumplen protocolos sanitarios y auditorías de calidad. Ante la duda, pedir un reemplazo o limpieza extra es una opción viable y los hoteles suelen atender estas solicitudes para preservar la satisfacción del cliente.
