EEUU afirma haber encontrado la mejor alternativa para dejar de fumar: "Este ensayo clínico es la evidencia científica más creíble jamás encontrada"
La investigación ha sido publicada en la revista científica 'Annals of Internal Medicine'.

La organización profesional estadounidense ASCH (American Society of Clinical Hypnosis) se ha hecho eco de un estudio científico realizado en Australia que asegura que el vapeo es más eficaz para dejar de fumar que la clásica terapia de sustitución de nicotina a través de chicles o pastillas.
La principal conclusión de la investigación, que ha sido publicada en la revista científica Annals of Internal Medicine, es que el vapeo es la mejor alternativa para ayudar a los fumadores adultos "socialmente desfavorecidos" a dejar de fumar y mantenerse sin hacerlo durante al menos seis meses.
En ese sentido, los autores del estudio subrayan que "entre la población con un nivel socioeconómico bajo que deseaba dejar de fumar, los productos de nicotina vaporizada (PNV) fueron más eficaces para dejar de fumar que la terapia de reemplazo de nicotina (TRN)".
"En consecuencia, los productos de nicotina vaporizada pueden desempeñar un papel en la promoción de la abstinencia tabáquica entre los grupos que sufren desventajas socioeconómicas, así como en la población general", añaden los investigadores.
En el estudio han participado más de 1.000 adultos de Sídney (Australia) y alrededores. Los sujetos cumplían las siguiente condiciones: eran fumadores diarios, tenían al menos 18 años, tenían la intención de dejar de fumar en un plazo de dos semanas y recibían prestaciones públicas.
El desarrollo del estudio
El millar de individuos fue dividido de forma aleatoria en dos grupos, uno en el que se recurría a productos de nicotina vaporizada y otro en el que se utilizaba la terapia de reemplazo de nicotina.
Los sujetos del grupo de la terapia de reemplazo de nicotina recibieron un suministro para un periodo de ocho semanas de chicles o pastillas de nicotina con sabor a menta, con la opción de cambiar entre ellos después de cuatro semanas.
Por su parte, a los participantes del grupo de productos de nicotina vaporizada se les facilitó dos dispositivos de vapeo (un tanque y un dispositivo de cápsulas) cargados con líquido electrónico de nicotina en varias concentraciones y sabores, como tabaco, mentol o frutas. Al igual que en el otro grupo, los individuos pudieron elegir su dispositivo y sabores favoritos una vez transcurridas cuatro semanas.
Seis meses después de completarse el ensayo clínico, los investigadores se pusieron en contacto con los participantes con el objetivo de realizarles una entrevista telefónica final para conocer si habían dejado de fumar o no.
A quienes afirmaron no haber fumado se les practicó una prueba de monóxido de carbono en el aliento. La misma puede detectar el consumo reciente de tabaco, aunque no el tiempo que se lleva sin fumar.
Los resultados
El resultado del estudio fue que un 28,4% de los participantes (148 personas) que recibieron productos de nicotina vaporizada dejaron de fumar. Por su parte, un 9,6% de los miembros del grupo de la terapia de reemplazo de nicotina dejaron de consumir cigarrillos. Es decir, la diferencia en la efectividad a la hora de dejar de fumar fue de un 18,8% favorable a los productos de nicotina vaporizada frente a la terapia de reemplazo de nicotina.
Por otro lado, los efectos secundarios fueron menos comunes con el vapeo. 237 personas del grupo de nicotina vaporizada informaron de 355 problemas, mientras que 278 individuos del grupo de la terapia de reemplazo de notificaron 442 problemas. Por lo tanto, hubo aproximadamente un 11,5% menos de participantes con efectos secundarios con el vapeo que con los chicles/pastillas de nicotina.
Finalmente, otro dato interesante que deja el estudio es que un 23,2% de las personas del grupo de la terapia de reemplazo de la nicotina dejaron de usar su tratamiento antes de que terminara el ensayo clínico, mientras que en el caso de la nicotina vaporizada la cifra se situó en el 2,2%.
