Encuentra un mensaje embotellado inusual y los primeros en sorprenderse con los geocientíficos: no debió haber sobrevivido tantos días
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Encuentra un mensaje embotellado inusual y los primeros en sorprenderse con los geocientíficos: no debió haber sobrevivido tantos días

Me quedé realmente atónito, y nuestros hijos también, por supuesto.

Mensaje en una botella en la orilla del marGetty Images

Encontrar un mensaje embotellado no solo es difícil, sino que además parece sacado del mundo de ciencia ficción. Sin embargo, lo que es aún más sorprendente es lo que le ocurrió a Toby Ray, empleado de la administración de la isla australiana, el cual se topó con un frasco que contenía en su interior un mensaje y que había navegado por el ártico unos 15.000 kilómetros. 

El hombre detrás del mensaje era Alfred Wegener (AWI), quien lo tiró en febrero de 2023 al Estrecho del Pasaje de Drake, también conocido como mar de Hoces, tras regresar de una expedición con sus hijos, quienes habían pasado cerca de dos navidades sin él. 

Cuando este se enteró de que su mensaje había sido recogido se quedó asombrado, según cuenta a un medio local. "Me quedé realmente atónito, y nuestros hijos también, por supuesto", señaló Klages. Tras encontrar la botella, el empleado de la administración intentó contactar con él. Sin embargo, la carta fue devuelta, por lo que lo intentó unos meses más tarde a través del correo electrónico. 

Finalmente, en diciembre, ambos pudieron intercambiar algunos mensajes, donde el hombre detrás del hallazgo le relató cómo llegó hasta él el mensaje. Y es que, según pudo explicar, el hallazgo ocurrió gracias a un amigo suyo, quien la vió a lo lejos. "Se detuvo a recogerla, yo iba conduciendo a su lado y por casualidad vi la botella", afirmó. 

"Es evidente que debió desplazarse en el sentido de las agujas del reloj alrededor del continente antártico, ya que esa es la dirección del flujo de la llamada Corriente Circumpolar Antártica", señaló el portavoz del AWI, que cree que este descubrimiento cuenta con un gran valor desde el punto de vista científico.

En total, la botella viajó unos 15.000 kilómetros en unos 900 días de recorrido. Y ahora, los investigadores estudiarán su recorrido en colaboración con un oceanográfico de Tasmania para crear un modelo usando datos de corrientes oceánicas, pues desconocen cómo pudo sobrevivir tanto tiempo.

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