Esther, joven que vive en Málaga en una casa prefabricada: "La casita me costó 19.000 euros, ha sido duro, no lo voy a romantizar"
Sociedad
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Esther, joven que vive en Málaga en una casa prefabricada: "La casita me costó 19.000 euros, ha sido duro, no lo voy a romantizar"

La joven, conocida en las redes sociales, enumera pros y contras de vivir en una vivienda prefabricada, algo que decidió hace ya unos años. 

Vista de la casa modular con tres habitaciones de Amazon.AMAZON

El problema de la vivienda es tan evidente como lo es la necesidad de buscar alternativas habitacionales. Ante las dificultades para pagar alquileres o comprar un piso, son cada vez más las opciones que aparecen en el mercado. Una de ellas, que no deja de ganar fuerza, es la de las casas prefabricadas. Y Esther sirve de testimonio.

Esta joven residente en Málaga y popular en TikTok bajo el sobrenombre de @esther.reeds, donde cuenta con cientos de miles de seguidores, optó por esta vía hace ya cinco años, antes incluso del auge que vive el sector. Tras un lustro habitando y coleccionando vivencias en una vivienda prefabricada, ha querido detallar su caso en internet.

Sobre el coste, recuerda que "la casita me costó 19.000 euros", una cantidad a la que sumó "el tejado y la estructura de abajo, que eso fueron unos 5.000 euros más". De lo que se libró es de pagar un solar, porque reconoce que se pudo instalar en u nterreno propiedad de sus padres. 

Evidentemente, no todo es tan bonito como vivir en una casa barata que puedes comprar, literalmente, por internet. En su relato en redes, Esther confiesa que "se nos ha hecho muy pequeña. Ha sido duro, no lo voy a romantizar". "Siento que se queda muy corta; vivimos dos personas y dos gatos y todo el tiempo se ve el desorden en todos lados, falta espacio y es muy difícil tenerla libre, limpia"

Eso sí, vivir allí por cerca de 25.000 euros "me ha dado la oportunidad de poder ahorrar para comprarme la casa que estoy reformando ahora", expone Esther.

"Son 28m2; para una temporada corta es una gran oportunidad, porque luego la puedes alquilar u otra cosa, pero para algo más de tres años creo que no, te satura mucho la mente", plantea en un constante contraste entre los pros y los contras de vivir en una casa prefabricada.

Más allá de lo espacial y cuestiones como "la falta de intimidad", la casa tiene problemas. "Cómo se notan las temperaturas superduras", por ejemplo, prosigue Esther... sin dejar de admitir que ella compró la casa "más barata, con menos aislante...". 

"Se nota cómo en tres años los materiales se han ido deteriorando un poquito, pero es verdad que las casas prefabricadas han mejorado mucho y hay unas maravillas...". 

Por ello, culmina con un consejo para todos aquellos que estén pensando en comprar una casa prefabricada. "Si tienes un poquito de presupuesto, invierte en buenos materiales y en que sea lo más grande posible para que no se haga pequeña", deja claro.

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