Invierten 1,6 millones de euros en el 'tendedero' y la obra ya está en mal estado tras quitarle unos pocos tornillos
Un acto de vandalismo ha damnificado la polémica obra construida en Lyon para combatir las altas temperaturas.

Desde su instalación a principios de julio en la icónica plaza Bellecour, la obra Urban Weaving, también conocida como las sombras de la Place Bellecour, ha estado en el centro de una intensa controversia en Lyon.
Diseñada como una solución artística para aportar frescura y sombra a la mayor plaza peatonal de Europa, la estructura no ha conseguido convencer a todos los ciudadanos ni a la oposición política. El pasado sábado, la polémica se intensificó tras un acto de vandalismo que obligó a activar un protocolo de seguridad.
A primera hora de la tarde, el Ayuntamiento recibió el aviso de que unos veinte tornillos habían sido retirados de la estructura, informa Le Figaro. Aunque el daño "no pone en peligro" la estabilidad de la instalación, afirmó Mohamed Chihi, delegado municipal de seguridad, fue necesario establecer un perímetro preventivo, retirado finalmente por la noche tras la reposición de los elementos sustraídos.
"Condenamos este acto y se presentó una denuncia de inmediato", anunció Chihi, quien confirmó que las imágenes de las cámaras de seguridad ya están en manos de los investigadores. "Lo que es cierto es que para desatornillar este tipo de tornillo se necesita una herramienta adecuada. Esto demuestra la intención de atacar la obra", denunció el diputado ecologista.
Desde la oposición, Pierre Oliver, alcalde del distrito II por el partido liberal (LR), aprovechó el incidente para reiterar sus advertencias: "Advertimos sobre las fallas de seguridad desde el principio. Esta vez, solo son cerrojos, pero espero que no esperemos a que se produzca un incendio. Eso es lo que realmente me preocupa hoy".
Críticas a la obra
La obra ha sido criticada desde su anuncio. Una de las principales objeciones se relaciona con la promesa incumplida del alcalde Grégory Doucet de plantar árboles, una demanda prioritaria de los ciudadanos en el primer presupuesto participativo. En lugar de vegetación, apareció una costosa escultura de madera y tela que costó unos 1,6 millones de euros.
"En realidad, 1,6 millones es una cifra paradójica. No es mucho para modificar la plaza peatonal más grande de Europa, con todas sus limitaciones. Pero es una cifra enorme para un proyecto temporal que no cumple con los anuncios iniciales", criticó Nathalie Perrin-Gilbert, exdiputada de Doucet.
La eficacia práctica del Urban Weaving también ha sido puesta en duda. Durante la reciente ola de calor, la temperatura bajo la estructura apenas difería del resto de la plaza, y su valor estético ha sido muy debatido. Algunos ciudadanos lo califican de "mediocre" o "una gran sábana mal puesta", mientras que otros destacan que al menos "cambia el lugar, que hasta ahora estaba muy vacío".
