Las hormigas huyen despavoridas de esta verdura por su olor y aconsejan colocarla junto a la puerta si quieres evitar una plaga
Un remedio barato y fácil de efecto inmediato.

El calor no sólo trae de vuelta las terrazas, los baños en la playa o la ropa más veraniega. También ayuda a la proliferación de hormigas en las casas, especialmente en las cocinas, atraídas por restos de comida.
La presencia de estos insectos resulta problemática e insalubre, por lo que existen numerosos 'remedios' para evitar las hormigas, aunque habitualmente basados en nocivos insecticidas.
Para evitar el problema de los sprays, recomiendan desde Europa recurrir a una simple cáscara de un alimento bastante habitual también en temporada primaveral o veraniega: el pepino.
Cuando peles pepinos para alguna ensalada u otro plato, no tires las cáscaras. Si las colocas cerca de la puerta, en las grietas del suelo o las paredes o en el alféizar de la ventana, las hormigas evitarán esas zonas.
Se trata, no obstante, de un truco casero, no del remedio definitivo para evitar sine die la aparición de hormigas. Una 'primera línea de defensa' barata y más que fácil frente a nocivos y más costosos insecticidas.
Para que tengan una eficacia mayor, sí es recomendable ir 'renovando' las cáscaras de pepino cada dos días, más o menos, para evitar que se sequen y pierdan sus propiedades como repelente de hormigas.