Las personas con gran inteligencia emocional cambian el 'lo siento' por una palabra que expresa gratitud y positividad
“Las palabras frías irritan, mientras que las cálidas generan confianza".

En la vida cotidiana, muchas veces recurrimos a la disculpa automática. Un “lo siento” rápido parece suficiente para suavizar una situación incómoda, desde un malentendido con la pareja hasta un error en el trabajo.
Sin embargo, según el medio Diamond diversos expertos en comunicación y psicología emocional coinciden en que pedir perdón constantemente no siempre es la mejor opción. De hecho, puede enfriar la relación o incluso generar irritación en la otra persona.
La alternativa está en algo mucho más positivo: cambiar el “lo siento” por un “gracias”. Esta palabra, cargada de gratitud, no solo evita la frialdad de una disculpa repetitiva, sino que fortalece los lazos de confianza.
El poder de la gratitud frente a la disculpa
Imagina una escena donde tu jefe se molesta porque llegaste unos minutos tarde a la reunión. Decir “Lo siento por el retraso” pone el foco en tu error. Pero si respondes “Gracias por esperarme”, desplazas la atención hacia la otra persona y transmites un reconocimiento que suaviza el ambiente. La emoción cambia, ya no es culpa, sino gratitud.
Este simple giro lingüístico, según Ihoko Kurokawa, autora del Manual de la Suerte (Fusosha), tiene un efecto directo en cómo nos perciben los demás. “Las palabras frías irritan, mientras que las cálidas generan confianza”, explica la especialista en percepción del lenguaje.
Inteligencia emocional en acción
Kurokawa recuerda que no solo importa lo que decimos, sino cómo lo expresamos. Tras una reunión de negocios, frases como “Muchas gracias, disfruté mucho nuestra conversación” transmiten cercanía y calidez. En cambio, expresiones más formales y rígidas, como “Le estoy agradecido, disculpe las molestias”, aunque respetuosas, generan cierta distancia.
Las personas con alta inteligencia emocional saben aprovechar estas sutilezas. Son capaces de reemplazar la disculpa mecánica por una expresión de gratitud, logrando un impacto más positivo en la relación. Este cambio de perspectiva transforma los errores en oportunidades para reforzar vínculos.
Según PsychologyToday, al trasladar el foco de la culpa al agradecimiento no se trata de ignorar los fallos, sino de reconocerlos sin hundirse en la negatividad. Además, tiene un efecto beneficioso en uno mismo: reduce la autocrítica y fomenta una visión más optimista de los acontecimientos.
