Los críticos empiezan a ver fallos en el plan de recolectar agua potable del aire a través de estos dispositivos
El aparato puede extraer agua en medio de un desierto.

Un grupo de ingenieros del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) ha creado un dispositivo tecnológico capaz de extraer agua en medio de un desierto. Se trata de un panel del tamaño de una ventana hecho con material absorbente llamado "hidrogel", que ha sido infundido con sal, doblado como origami y encerrado en vidrio.
Según publica el canal televisivo estadounidense CNN, que ha tenido acceso al estudio en cuestión, el material, absorbe el vapor de agua directamente del aire, se hincha a medida que lo hace y luego se encoge nuevamente a medida que el agua se evapora. De este modo, el agua se condensa en el vidrio y fluye por un tubo para emerger como agua fresca y potable.
En declaraciones recogidas por el medio, Xuanhe Zhao, profesor de ingeniería mecánica en el MIT, asegura que el dispositivo no produce más que dos tercios de una taza de café al día. Él mismo explica que este tipo de recolección de agua se basa en desecante, "los paquetes de bolas que se encuentran en las cajas de zapatos y paquetes nuevos para absorber la humedad y evitar daños". De este modo, se informa que algunos desecantes son sólidos, otros son líquidos, pero los más nuevos, hidrogeles o aerogeles, son esponjosos.
Por su parte, Paul Westerhoff, profesor de la Escuela de Ingeniería Sostenible y el Entorno Construido de la Universidad Estatal de Arizona, en conversación con CNN, asegura que estos productos "pueden hinchar como 10 veces su volumen simplemente absorbiendo la humedad del aire" y funcionan incluso en ambientes muy secos.
No obstante, hay otros expertos que creen que "será extremadamente difícil superar los mayores problemas de la recolección de agua atmosférica", es decir, "el costo y los rendimientos". El experto Christopher Gasson asevera que "el hecho es que se está usando una cantidad bastante pequeña de agua". Westerhoff coincide en que "costaría unas 10 veces más que el agua del grifo en una capital".
Tal y como reza la publicación, explotar agua de la nada no es nada nuevo. Durante siglos, la gente lo ha recogido de la niebla que llega desde los océanos o sobre las montañas utilizando vegetación, contenedores o redes de malla para atrapar el vapor de agua y condensarlo. En la actualidad, "las técnicas más recientes utilizan la condensación para enfriar el aire húmedo y formar líquido".
