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Marruecos se ahoga y el rey Mohamed VI pide a su población no celebrar la fiesta nacional más importante de este año

Marruecos se ahoga y el rey Mohamed VI pide a su población no celebrar la fiesta nacional más importante de este año

Musulmanes de todo el mundo esperan con incertidumbre el inicio del mes sagrado del ayuno.

Un hombre carga con un cordero en las celebraciones de la Fiesta del Sacrificio en Marruecos.
Un hombre carga con un cordero en las celebraciones de la Fiesta del Sacrificio en Marruecos.Jalal Morchidi

El rey Mohamed VI de Marruecos instó a los marroquíes a no cumplir este año con la tradicional ceremonia musulmana del sacrificio ‘Aid al-Adha’, conocida como fiesta del cordero, una de las citas más importantes del calendario musulmán, prevista para junio próximo, debido a la fuerte sequía que azota el país en los últimos años.

El anuncio lo hizo este miércoles el ministro de Asuntos Islámicos, Ahmed Taoufik, que leyó un mensaje del monarca durante el telediario principal de la primera cadena marroquí Al Oula.

"Nuestra preocupación por permitirles observar este ritual religioso en las mejores condiciones está estrechamente ligada a nuestra obligación de tener en cuenta los desafíos climáticos y económicos que enfrenta nuestro país y que han provocado una disminución sustancial del número de ganado", señaló.

El monarca subrayó que la celebración de esta fiesta en estas condiciones "es probable que perjudique a grandes sectores" de la población, haciendo hincapié sobre aquellos "con ingresos limitados".

Mohamed VI, en su calidad de Comendador de los Creyentes, eximió a los fieles marroquíes de cumplir con esta tradición, pero les instó a celebrarla cumpliendo con los rezos del Aid, la entrega de limosnas y la realización de otras obras piadosas.

El ministro de Agricultura marroquí, Ahmed el Bouari, dijo recientemente que el ganado marroquí ha sufrido una caída de 38 % en su número en comparación con 2016. Esta caída impactó fuertemente el sector de carne roja, causando una subida de precios de este producto.

La última vez que se anuló esta fiesta en Marruecos fue en 1996 cuando el difunto rey Hassan II lo decidió a causa de la fuerte sequía que sufría el país entonces. 

Incertidumbre en el inicio del mes sagrado del ayuno

Musulmanes de todo el mundo vivirán este año el mes sagrado de ramadán en medio de un tenue respiro emocional por la tregua en vigor en la Franja de Gaza, pero envueltos en la incertidumbre y los conflictos en muchos países musulmanes, especialmente en los árabes.

Cientos de millones de creyentes en el islam aguardan la aparición de la luna creciente (hilal, en árabe) que abre el periodo de mayor fervor religioso del año -que este año coincidirá con el sábado o domingo próximos- e iniciar así un tiempo en el que no comerán ni beberán, se abstendrán de prácticas sexuales, evitarán la crítica y los insultos y dejarán de fumar entre la salida y la puesta del sol.

El ritual conmemora la primera revelación divina al profeta Mahoma y constituye uno de los cinco pilares de la religión, de obligado cumplimiento para todos los adultos salvo excepciones de salud, avanzada edad o viajes.

También, y fundamentalmente, es un momento de fiesta comunitaria, en la que los musulmanes se reúnen para compartir alimentos, ofrecer regalos y reforzar el sentido de pertenencia a la comunidad.

En Oriente Medio, la fecha sigue marcada por sus acuciantes crisis económicas y la violencia en los territorios palestinos, asuntos que todavía sobrevuelan la región pese al alivio que supone la tregua en vigor en Gaza.

La preocupación persiste y este año habrá en ramadán una inusitada actividad política entre los líderes de los países árabes, para contrarrestar la propuesta del presidente estadounidense, Donald Trump, para que EE.UU asuma el control de Gaza, y evitar la expulsión de los palestinos de Gaza a Egipto y Jordania.

La ansiada unidad árabe en este sentido no termina de producirse, pese a que muchos, como Jordania consideran que la situación es una amenaza existencial.

En Egipto, además, la crisis económica sigue haciendo estragos, lo que se percibe en una aparición más tardía de las decoraciones típicas de esta época (faroles de colores, guirnaldas) y en las dificultades para comprar alimentos y regalos ante la inflación que no perdona.

Como curiosidad, en Siria, siguiendo la tradición típica de ramadán de estrenar dramas televisivos para seguir en tiempos de ayuno, se verá uno inspirado en el colapso del gobierno de Bachar al Asad, testimonio de la "nueva" Siria.

En Irán, también es la difícil situación económica la mayor preocupación, con los precios disparados en alimentos básicos que alientan el descontento de la población. El presidente Masud Pezeshkian ha prohibido durante dos meses la exportación de manzanas, naranjas y dátiles, productos típicos del ramadán en el país.