Rebeca Atencia, la española que mejor conoció a Jane Goodall: "Era como Félix Rodríguez de la Fuente, un icono que trasciende"
Entrevista con la veterinaria y primatóloga española, directora del Instituto Jane Goodall Congo, para recordar la figura de la etóloga británica.

"De niña soñaba con salvar animales y devolverles la libertad. Enfoqué todo a eso, era mi obsesión y la vida me ha llevado a estudiar mi carrera, llegar al Congo, tener la oportunidad de salvar chimpancés, trabajar con Jane Goodall y conseguir un sueño que parece una tontería cuando dices de niña que quieres ir a África a salvar animales". Esta es la carta de presentación de la primatóloga y veterinaria española Rebeca Atencia (Ferrol, 1977).
El fallecimiento a los 91 años de la prestigiosa etóloga británica el pasado 1 de octubre también puso, indirectamente, a Atencia en el foco mediático. Ese día, cuando el mundo entero despedía a una figura única en la divulgación ambiental y en la conservación de especies, se compartía en redes sociales una y otra vez el vídeo grabado en 2013 en el que el chimpancé Wounda abrazaba a Goodall cuando iba a ser reintroducido en la selva.
Al lado de ese emotivo momento estaba Atencia, que segundos antes le había dado unas palmaditas en señal de cariño y apoyo. Ella era la que había rescatado, curado y, en definitiva, salvado la vida de Wounda. La propia Goodall siempre ha recordado su papel y, por ello, siempre se ha considerado a la veterinaria gallega como la heredera de la etóloga anglosajona. Además de protagonizar juntas imágenes como estas se suma el hecho de que Goodall la eligiera y la nombrara directora del Instituto Jane Goodall Congo y de su centro de rehabilitación de chimpancés en Tchimpounga.
Poco más de dos semanas después del fallecimiento de Jane, Atencia atiende a El HuffPost para recordar su figura, el papel que desempeñó en la sociedad y desmarcarse de esa etiqueta de heredera porque "ella es única y no va a haber otra igual". También habla de la lucha diaria que mantiene para seguir cumpliendo ese sueño que tenía de pequeña y que le lleva a decir que "mi vida son los chimpancés y buscar la libertad".
¿Cómo estás de ánimo varias semanas después del fallecimiento de Jane?
Ya han pasado unos días y un poco mejor, pero al principio me quedé en shock, no me lo esperaba. Estaba muy bien físicamente y de cabeza a pesar de su edad y estábamos organizando cosas como que un viaje al Congo, no te esperas una noticia así. Para mí fue una pérdida personal y profesional muy dura, pero al mismo tiempo me emocioné tras ver mensajes de cariño y admiración en todos los idiomas. Ves todo lo que han dicho de ella y quién lo ha dicho y parece que ha tenido varias vidas. Me siento muy afortunada de haber compartido momentos especiales con ella.
¿Cómo era vuestra relación, hablabais semanalmente?
No, yo hago mi trabajo normal. Lo que nos veíamos en sitios diferentes, en los últimos meses he estado con ella en Málaga, en Bélgica o en Nueva York. Ella viajaba mucho y yo a veces también y era para lo mismo, así que coincidíamos. Luego también nos comunicábamos cuando pasaba alguna situación, ella ha sido mi mentor y nos escribíamos por correo o nos llamábamos, pero no de una forma estandarizada.
Has comentado la repercusión que tuvo su muerte, ¿eras consciente de lo que significaba o es un caso de los que hasta que no fallece una persona no te das cuenta realmente de su trascendencia?
No, no me imaginaba que llegaba a estos niveles. Veo las fotos de la cantidad de gente importante que Jane ha encontrado y dialogado y que eran amigos de ella y es impresionante. Gente que ha hecho cosas muy impactantes en el mundo. Adultos, niños, he leído mensajes de todo tipo de personas que habían compartido experiencias y me parece increíble que aún tuviera tiempo de escucharme a mí. Era una mujer muy activa, yo siempre digo que llevaba su maleta siempre encima y no podías quitársela. Viajaba por el mundo difundiendo su mensaje y creando esos vínculos de amistad con gente de todo tipo.
Además, en esta sociedad de hoy en día es muy difícil crear estos iconos. Los propios teléfonos ayudan a filtrar el contenido y yo pensaba que su fallecimiento lo vería gente interesada en su vida, pero no ha sido así. Ha sido portada en todos los periódicos de todo el mundo y es muy complicado en este mundo y en un campo como el nuestro.
¿Cómo se la describirías a una persona que no supiera quién es o que la conociera poco?
Le diría que viera el vídeo del abrazo con Wounda. Esa es Jane Goodall. Si no conoce absolutamente nada le diría que es una persona que ha estado toda su vida dedicada a la conservación, especialmente al chimpancé, y buscando el equilibrio de los ecosistemas, ayudando a los animales, al mundo natural y a la gente que vive en ellos. Ha inspirado a mucha gente en todo el mundo y ha sido su razón de vida, la de compartir experiencias personales para entenderlo todo mejor, dar una conclusión y hasta ella misma aprender.
¿La etología y la divulgación de la naturaleza y conservación de especies va a tener una figura como Jane?
En España teníamos a Félix Rodríguez de la Fuente y nadie lo ha reemplazado. Una figura como estas son únicas, son iconos que trascienden. Actualmente es muy difícil conseguir alguien con ese impacto y esa dedicación porque ha vivido hasta el final compartiendo y difundiendo su mensaje. Ella estaba muy poco tiempo en Inglaterra, el resto del tiempo viajaba porque ella decía que su vida se acababa y tenía que seguir transmitiendo el mensaje. Es muy bonito y es un mensaje de esperanza el que hable de lo que pasará de aquí a 30 años una señora de 91 años. Ella no pensaba en ella, pensaba en otros, en la sociedad y eso es muy bonito.
Tras la noticia de su fallecimiento no hubo medio o cuenta que no compartiera el vídeo de la liberación de Wounda y el abrazo que se dieron, ¿qué recuerdas de ese momento?
Wounda era una chimpancé que habíamos recuperado, estaba fatal y casi se muere, pero llegó un momento en el que tenía que volver a su medio natural, había estado en instalaciones, pero no en una selva abierta. Aprovechamos que estaba Jane para hacerlo y llevarla. Jane no la conocía personalmente, solo de lo que le habíamos contado. Durante el viaje yo le iba diciendo todo, ella iba conmigo y Wounda iba observándonos y viendo cómo yo me comportaba con Jane. Al llegar a la selva y abrirle la puerta normalmente el animal tiene miedo y necesita tener a la persona de confort cerca porque, aunque estén en un sitio nuevo, saben que así alguien les va a proteger.
Entonces, en cuanto salió gritando le di palmaditas como diciendo que estábamos con ella, era la idea de ese comportamiento, pero cuando se subió encima de la celda me dio miedo porque pueden ser peligrosos. Me vi con Jane, un chimpancé a su lado que podía ser agresivo y me tuve que poner ahí por si había algún tipo de reacción agresiva para agarrarla e inmovilizarla porque lo importante era proteger a Jane, pero la reacción que tuvo de estar relajada y abrazarla fue muy bonita. Wounda estaba tensa por la selva, pero no por nosotros y le dio un abrazo de tranquilidad, de expresar que ella quería que estuviéramos ahí hasta que conociera mejor la selva y si se lo dio a Jane fue porque es muy inteligente y vio como nos comportábamos con ella.
Es un chimpancé es muy inteligente que siempre trata de establecer lazos con la persona más dominante del grupo y en este caso lo relacionó con Jane porque fue a la que agarró. Fue una señal de que si necesito ayuda, Jane iba a ser la que nos dijera de ayudarla.
¿Dijo algo Jane después de ese momento?
No se lo podía creer. Lo vio una y otra vez y y siempre decía que fue una de las experiencias más bonitas que ha tenido en su vida porque no se lo esperaba. Fue muy bonito e impactante para ella.
¿Da tiempo a procesar lo que estás viviendo en esos momentos?
No, para nada. No era consciente porque pasa muchas veces. Los chimpancés muchas veces los sueltas, te abrazan y se van, así que no lo vi raro. Me dio miedo por si podía haber pasado algo con Jane, alguna vez he tenido que reaccionar con rapidez, pero nunca podía imaginar ese impacto.
Es verdad que puedes hacer cosas, pero hasta que no te ves en un vídeo no te das cuenta de ese abrazo y unión entre dos seres de diferentes especies. Luego vinieron muchos comentarios, me hacían entrevistas y me decían que era un vídeo viral. No tenía palabras yo casi para opinar y Jane lo utilizaba mucho cuando se iba de viaje, empezaba o terminaba las charlas con ese vídeo porque era consciente de lo que causaba en la gente. Ese vídeo provoca un desbordamiento de emociones.

Es que es una escena que parece más de película que real.
Si es que hasta me preguntaban si estaba preparado, ni nos lo esperábamos. Al terminar deseábamos saber si se había grabado y verlo porque era de estas cosas que pasan y si no las grabas no las puedes compartir. Hubo suerte que se grabó esa imagen.
¿Es habitual que se den estas muestras de cariño cuando se liberan chimpancés?
Yo por ejemplo tengo un vídeo de un abrazo con el chimpancé Ulenge. Otra vez vino a grabar la BBC y me grabaron con otra chimpancé que salió y me dio un abrazo. No dan un abrazo a cualquier persona, es porque estás con uno durante un proceso largo, te conoce y ahí es cuando se crea el vínculo. A Ulenge lo rescatamos que pesaba 1,5 kilos y lo liberamos con 70 kilos y al final sabía que yo estaba ahí, que era una persona de confianza y en el momento en el que se reintroduce se acerca a los seres que piensan que van a ayudarle. Me ha pasado muchas veces.
¿Se puede acostumbrar una persona a un abrazo de un chimpancé?
Es un momento impresionante y pone los pelos de punta cada vez que pasa. Tienes que estar muy relajado porque si muestras sensación de miedo te va a morder como diciendo que no confías en él, pero es una experiencia increíble. Yo tampoco lo sabía hasta que hemos empezado a reintroducirlos, ahí te das cuenta del miedo que tienen y del porqué se agarran a ti. Me ha pasado en zonas de selva donde hay elefantes y eso sí que es agobiante porque te abrazan, se te agarran y es un peligro muy grande. Estas cosas son bonitas en una isla donde no hay peligro, pero si te pueden atacar también son situaciones tensas porque encima muchas veces en las selvas ni ves la amenaza.
¿Que Jane siempre te considerara como su sucesora te da un exceso de responsabilidad?
Cuando se dice la heredera de Jane Goodall eso es porque se intenta buscar un reemplazo, pero no es así. Ella es única y no va a haber otra. Yo soy Rebeca y hago otras cosas. Es verdad que nos hemos unido y hemos trabajado en paralelo con cosas semejantes, pero somos personas independientes. Su legado es muy llamativo y lo comparan conmigo porque me encargo mucho de rescates de chimpancés y soy la directora del Instituto Jane Goodall en el Congo, pero hay muchas personas que trabajan y siguen su legado.
Ella en sus últimos años decía que su bebé era el programa Roots&Shoots (Raíces y brotes) y siempre decía que era como un niño porque echan raíces para unirse a la tierra y brotes que van creciendo y cubriendo a otros. Es como un niño que hay que regar para que crezca y pueda ser lo más completo porque un niño tiene esperanza, cree que todo es posible y que hay que luchar contra las injusticias. Entonces Jane siempre empujaba mucho, escuchaba a los niños y les daba herramientas para que pudiesen desarrollar sus sueños y ambiciones y hacerles líderes y activistas. Estos programas, que en España los lleva Marisa Mariñán, están siendo fuentes de inspiración, lo que pasa es que muchas veces no se sabe y te dicen que Rebeca es la heredera, pero hay muchas personas que son sus herederos también y que están haciendo cosas increíbles. Además, es verdad que hemos tenido imágenes juntas e impactantes y por eso dicen que soy su heredera, pero no es así.
¿Cómo es tu día a día?
Cambia mucho. Estoy llevando el proyecto del Congo y tenemos muchos trabajadores locales, de fuera y nuestra misión es proteger los chimpancés todo lo que podamos. Por un lado, tenemos una campaña educativa a nivel nacional para tratar de aumentar la empatía de la gente hacia los animales, mientras que por otro lado, ayudamos al Gobierno a aplicar la ley y también tenemos el centro de rescate y protegemos reservas de selva. Tenemos el chimpancé como la especie clave, pero protegemos otras y hacemos educación medioambiental general y en todo el país. Ese es mi trabajo día a día, hacer que todo funcione y luego encargarme también de la gestión, finanzas, etc.

¿Vives en el Congo o puedes ir rotando?
Ahora mismo estoy en España y hago reuniones por internet. Antes las hacía desde el Congo, pero desde una oficina. Con el covid me vine a España y empecé a ver que lo podía hacer desde aquí a distancia, entonces la parte administrativa la intento hacer a distancia desde cualquier centro del mundo y cosas concretas como acuerdos con los pueblos o movimientos de chimpancés voy ahí para hacerlo sobre el terreno.
Además voy a otros sitios. Ahora voy a ir a Guinea Ecuatorial a rescatar a la chimpancé Lola y a un mandril, estoy pendiente de los papeles para ir. También para hacer el memorial de Jane en el Congo y tengo más viajes planificados, pero tengo que concretarlos. El otro día, por ejemplo, estuvimos con una reunión con Pablo Bustinduy, ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, y otra con otro organismo del Congo. Antes de su fallecimiento había estado con Jane en Nueva York para una cosa del clima y por eso me afectó tanto su muerte. Yo me fui a Indonesia a ver unas jaulas que hacen para los orangutanes y así poder usarlas en la reintroducción de chimpancés y ella se fue a Los Ángeles y al día siguiente pasó lo de Jane y me volví. Ella iba a venir al Congo ahora, si es que estábamos mirando el vuelo y se lo mandamos, pero ya no respondió. Me descuadró completamente. Ahora he vuelto aquí y estoy pendiente de irme a Guinea Ecuatorial y Congo.
Hablando del rescate de chimpancés, ¿son la caza furtiva y el tráfico de la especie las principales amenazas?
Depende del país. En Guinea Ecuatorial hemos rescatado un chimpancé hace poco, a Gako, y era tráfico ilegal, lo intentaban sacar fuera. En otros países es la deforestación porque hace que vayan a zonas donde hay plantaciones y hay conflicto con las poblaciones locales y puede ser que los maten, mientras que en otras se los comen, pero no suele ser una fuente de alimentación directa, es más porque están cazando antílopes y de repente les disparan. De todo, lo peor, para mí, es la deforestación porque si no tienen casa van a ser más vulnerables. Esto es una cosa muy real y no somos consciente del impacto que tenemos cada uno de nosotros, a mí se me rompe el corazón de pensarlo.
Los exploradores polares o alpinistas siempre dicen que han sido testigos del retroceso de la capa de hielo en polos y altas montañas, ¿tú has visto zonas de vegetación que ahora ya no están?
Sí, he ido a la selva y he visto árboles de los que se alimentan muchos animales como gorilas o elefantes y de golpe vuelves y están cortados en un camión camino al puerto para viajar a Europa. Esa demanda es nuestra y si no nos fijamos en qué tipo de madera compramos pasa esto, hay que comprar madera de árboles de plantación y no coger la de la selva porque, si haces esto, te vuelves parte de esa deforestación que afecta a tantas especies.
No solo en madera, por ejemplo, el aceite de palma, que se usa en muchos productos diariamente, también pasa. La gente no es consciente, pero se cortan zonas de selva para plantar monocultivos de palmeras y luego lo exportan, es totalmente destructivo porque ahí no hay animales. Es importante pasar este mensaje porque en esta sociedad igual es más difícil crear iconos como Jane, pero cada persona individual tiene más fuerza y la fuerza de todos tiene que hacer que consigamos un objetivo porque muchas decisiones individuales sumadas tienen un impacto en multinacionales.
También hay zonas que no ha retrocedido porque lógicamente África es muy grande y en algunas zonas las acciones de la gente ayudan a que no pase o sirven para reconstruir lo que se ha destruido. El ser humano tiene la capacidad de ser consciente del daño que ha hecho y reconstruirlo.
¿Puede cambiar a corto/medio plazo?
No, no creo. La madera es que si hay una plantación ya está solucionado ese problema, no hay que cogerlo de la selva. Con el aceite hay que consumir el local, si en cada zona se consumen productos locales al final no se desequilibra esta balanza que hace que se deterioren las zonas naturales.
¿Cómo ves que se utilicen términos como mono de forma despectiva para referirse a otro ser humano?
Una persona en Madrid si ve un chimpancé en Madrid en una jaula dice ‘qué tonto que no puede salir’, pero cuando te ves en la selva con un grupo de chimpancés, con todos los peligros que hay y tú te ves el más vulnerable, que me ha pasado a mí, ves que ellos son más ágiles, más hábiles para captar un peligro, esconderse y muchas veces me esperan porque yo soy una inútil ahí comparada con ellos. A mí que me digan que me parezco a un chimpancé pues es como qué pasada, los he visto en la selva y es increíble las capacidades que tienen. Y lo listos que son, eso lo podemos ver en el centro, que se escapan de todas partes, desatan nudos, cogen una llave y tienen mucha inteligencia. El que habla de forma despectiva de monos y chimpancés es porque no los conocen.
