Soy técnico en nutrición y este es mi truco para detectar los ultraprocesados de los supermercados

Soy técnico en nutrición y este es mi truco para detectar los ultraprocesados de los supermercados

La experta en nutrición Ana Lazón nos explica la regla para elegir un buen ultraprocesado.

  Ana Luzón, Técnico Superior en Dietética

No todos los alimentos preparados o sometidos a algún proceso son malos para la salud. Sin embargo, hay que leer con detenimientos el etiquetado de estos productos. Para ello la doctora y nutricionista Ana Luzón nos explica cómo distinguir un buen producto ultraprocesado de uno perjudicial para la salud con un simple truco.

Un alimento es procesado cuando ha requerido una cierta manipulación para llegar a nuestras manos. Como explica Ana Luzón, el aceite de oliva virgen por ejemplo es un buen procesado.

Para evitar esta confusión, la doctora nos explica una sencilla regla para detectar un buen procesado. Según Luzón, el etiquetado de alimentos debe tener máximo 5 ingredientes. Aunque una menestra o un pisto de verduras puede tener más. Como ejemplo, en el caso del pan integral, el primer ingrediente corresponde con el nombre del producto. Es decir, en el pan integral su primer ingrediente sería la harina integral y no azúcar, harinas refinadas, grasas vegetales o trans, sal u otros ingredientes poco interesantes a nivel nutricional, ya que en la lista de ingredientes éstos aparecen de más a menos cantidad.

Si nos fijamos en la tabla nutricional que comparte  a través de su perfil de Instagram, evitar productos que tengan más de 5g de azúcar por cada 100g es una regla sencilla para evitar el azúcar oculto.

La comida real congelada o envasada al vacío, el aceite de oliva virgen extra, el jamón ibérico de bellota, el chocolate negro, el pan integral 100%, el gazpacho envasado, las legumbres de bote, el pescado en lata, la leche UHT, los yogures, los lácteos fermentados y las bebidas vegetales sin azúcares añadidos, son algunos ejemplos de este grupo de alimentos procesados.

Pero, qué ocurre cuando sus etiquetas son interminables. Según la doctora, en muchas ocasiones estos productos están compuestos con grasas y aditivos de mala calidad. Por lo tanto, estos alimentos no se parecen en nada a su forma original y normalmente están cargados de azúcares añadidos, sal, grasas y aditivos.