Un historiador inglés revela el motivo por el que los grandes imperios envidiaban España
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Un historiador inglés revela el motivo por el que los grandes imperios envidiaban España

Fue clave en la expansión del propio Imperio español. 

Un historiador inglés revela el motivo por el que los grandes imperios envidiaban España

Fue clave en la expansión del propio Imperio español. 

Un historiador inglés revela el motivo por el que los grandes imperios envidiaban España

Fue clave en la expansión del propio Imperio español. 

Un historiador inglés revela el motivo por el que los grandes imperios envidiaban España

Fue clave en la expansión del propio Imperio español. 

Un historiador inglés revela el motivo por el que los grandes imperios envidiaban España

Fue clave en la expansión del propio Imperio español. 

Mapa antiguo del mapa mundialGetty Images

A lo largo de la historia, España ha sido motivo de admiración y envidia por parte de grandes imperios. El historiador inglés Giles Tremlett, residente en la península desde hace más de 25 años y ahora también con nacionalidad española, explica en su reciente obra España, una historia abreviada por qué el país ocupó una posición tan deseada en la escena internacional.

Según contó Tremlett al periódico ABC, la respuesta se encuentra en la ubicación geográfica única de España, un rasgo que, en su opinión, ha sido clave para entender la influencia y relevancia de la nación.

"El dónde está España es clave. Pensamos en un país europeo, pero es Mediterráneo y está cerca de África. Pero la clave es que está conectado con el continente americano por las corrientes y por los vientos oceánicos", asegura Tremlett. Esta posición privilegiada entre Europa, África y América ha convertido a España en un punto de conexión estratégica para el comercio, la exploración y la expansión territorial. 

El cruce de las tres fronteras

Durante el auge del Imperio español, este rasgo geográfico permitió que la península tuviera un dominio naval y comercial. España está situada en el cruce de las tres fronteras geográficas más importantes: la mediterránea, la atlántica y la africana. Esto no solo le dio acceso a rutas comerciales cruciales, sino que también convirtió al país en un espacio de intercambio cultural. 

Durante siglos, España fue una tierra donde confluyeron y se asentaron diversas culturas y civilizaciones, desde los fenicios y romanos hasta los musulmanes y los judíos, dejando una huella imborrable en la identidad del país.

Para Tremlett, esta mezcla de influencias, junto con su papel clave en la exploración de América, moldeó la historia de España de una manera única. España alcanzó un estatus global gracias a su posición geográfica, que le permitía proyectar su poder más allá de Europa. La expansión hacia América, con figuras como Cristóbal Colón, consolidó al país como una superpotencia mundial y fue el inicio de un gran imperio que se expandió por todo el globo.

A lo largo de la historia, España ha sido motivo de admiración y envidia por parte de grandes imperios. El historiador inglés Giles Tremlett, residente en la península desde hace más de 25 años y ahora también con nacionalidad española, explica en su reciente obra España, una historia abreviada por qué el país ocupó una posición tan deseada en la escena internacional.

Según contó Tremlett al periódico ABC, la respuesta se encuentra en la ubicación geográfica única de España, un rasgo que, en su opinión, ha sido clave para entender la influencia y relevancia de la nación.

"El dónde está España es clave. Pensamos en un país europeo, pero es Mediterráneo y está cerca de África. Pero la clave es que está conectado con el continente americano por las corrientes y por los vientos oceánicos", asegura Tremlett. Esta posición privilegiada entre Europa, África y América ha convertido a España en un punto de conexión estratégica para el comercio, la exploración y la expansión territorial. 

El cruce de las tres fronteras

Durante el auge del Imperio español, este rasgo geográfico permitió que la península tuviera un dominio naval y comercial. España está situada en el cruce de las tres fronteras geográficas más importantes: la mediterránea, la atlántica y la africana. Esto no solo le dio acceso a rutas comerciales cruciales, sino que también convirtió al país en un espacio de intercambio cultural. 

Durante siglos, España fue una tierra donde confluyeron y se asentaron diversas culturas y civilizaciones, desde los fenicios y romanos hasta los musulmanes y los judíos, dejando una huella imborrable en la identidad del país.

Para Tremlett, esta mezcla de influencias, junto con su papel clave en la exploración de América, moldeó la historia de España de una manera única. España alcanzó un estatus global gracias a su posición geográfica, que le permitía proyectar su poder más allá de Europa. La expansión hacia América, con figuras como Cristóbal Colón, consolidó al país como una superpotencia mundial y fue el inicio de un gran imperio que se expandió por todo el globo.

A lo largo de la historia, España ha sido motivo de admiración y envidia por parte de grandes imperios. El historiador inglés Giles Tremlett, residente en la península desde hace más de 25 años y ahora también con nacionalidad española, explica en su reciente obra España, una historia abreviada por qué el país ocupó una posición tan deseada en la escena internacional.

Según contó Tremlett al periódico ABC, la respuesta se encuentra en la ubicación geográfica única de España, un rasgo que, en su opinión, ha sido clave para entender la influencia y relevancia de la nación.

"El dónde está España es clave. Pensamos en un país europeo, pero es Mediterráneo y está cerca de África. Pero la clave es que está conectado con el continente americano por las corrientes y por los vientos oceánicos", asegura Tremlett. Esta posición privilegiada entre Europa, África y América ha convertido a España en un punto de conexión estratégica para el comercio, la exploración y la expansión territorial. 

El cruce de las tres fronteras

Durante el auge del Imperio español, este rasgo geográfico permitió que la península tuviera un dominio naval y comercial. España está situada en el cruce de las tres fronteras geográficas más importantes: la mediterránea, la atlántica y la africana. Esto no solo le dio acceso a rutas comerciales cruciales, sino que también convirtió al país en un espacio de intercambio cultural. 

Durante siglos, España fue una tierra donde confluyeron y se asentaron diversas culturas y civilizaciones, desde los fenicios y romanos hasta los musulmanes y los judíos, dejando una huella imborrable en la identidad del país.

Para Tremlett, esta mezcla de influencias, junto con su papel clave en la exploración de América, moldeó la historia de España de una manera única. España alcanzó un estatus global gracias a su posición geográfica, que le permitía proyectar su poder más allá de Europa. La expansión hacia América, con figuras como Cristóbal Colón, consolidó al país como una superpotencia mundial y fue el inicio de un gran imperio que se expandió por todo el globo.

A lo largo de la historia, España ha sido motivo de admiración y envidia por parte de grandes imperios. El historiador inglés Giles Tremlett, residente en la península desde hace más de 25 años y ahora también con nacionalidad española, explica en su reciente obra España, una historia abreviada por qué el país ocupó una posición tan deseada en la escena internacional.

Según contó Tremlett al periódico ABC, la respuesta se encuentra en la ubicación geográfica única de España, un rasgo que, en su opinión, ha sido clave para entender la influencia y relevancia de la nación.

"El dónde está España es clave. Pensamos en un país europeo, pero es Mediterráneo y está cerca de África. Pero la clave es que está conectado con el continente americano por las corrientes y por los vientos oceánicos", asegura Tremlett. Esta posición privilegiada entre Europa, África y América ha convertido a España en un punto de conexión estratégica para el comercio, la exploración y la expansión territorial. 

El cruce de las tres fronteras

Durante el auge del Imperio español, este rasgo geográfico permitió que la península tuviera un dominio naval y comercial. España está situada en el cruce de las tres fronteras geográficas más importantes: la mediterránea, la atlántica y la africana. Esto no solo le dio acceso a rutas comerciales cruciales, sino que también convirtió al país en un espacio de intercambio cultural. 

Durante siglos, España fue una tierra donde confluyeron y se asentaron diversas culturas y civilizaciones, desde los fenicios y romanos hasta los musulmanes y los judíos, dejando una huella imborrable en la identidad del país.

Para Tremlett, esta mezcla de influencias, junto con su papel clave en la exploración de América, moldeó la historia de España de una manera única. España alcanzó un estatus global gracias a su posición geográfica, que le permitía proyectar su poder más allá de Europa. La expansión hacia América, con figuras como Cristóbal Colón, consolidó al país como una superpotencia mundial y fue el inicio de un gran imperio que se expandió por todo el globo.

A lo largo de la historia, España ha sido motivo de admiración y envidia por parte de grandes imperios. El historiador inglés Giles Tremlett, residente en la península desde hace más de 25 años y ahora también con nacionalidad española, explica en su reciente obra España, una historia abreviada por qué el país ocupó una posición tan deseada en la escena internacional.

Según contó Tremlett al periódico ABC, la respuesta se encuentra en la ubicación geográfica única de España, un rasgo que, en su opinión, ha sido clave para entender la influencia y relevancia de la nación.

"El dónde está España es clave. Pensamos en un país europeo, pero es Mediterráneo y está cerca de África. Pero la clave es que está conectado con el continente americano por las corrientes y por los vientos oceánicos", asegura Tremlett. Esta posición privilegiada entre Europa, África y América ha convertido a España en un punto de conexión estratégica para el comercio, la exploración y la expansión territorial. 

El cruce de las tres fronteras

Durante el auge del Imperio español, este rasgo geográfico permitió que la península tuviera un dominio naval y comercial. España está situada en el cruce de las tres fronteras geográficas más importantes: la mediterránea, la atlántica y la africana. Esto no solo le dio acceso a rutas comerciales cruciales, sino que también convirtió al país en un espacio de intercambio cultural. 

Durante siglos, España fue una tierra donde confluyeron y se asentaron diversas culturas y civilizaciones, desde los fenicios y romanos hasta los musulmanes y los judíos, dejando una huella imborrable en la identidad del país.

Para Tremlett, esta mezcla de influencias, junto con su papel clave en la exploración de América, moldeó la historia de España de una manera única. España alcanzó un estatus global gracias a su posición geográfica, que le permitía proyectar su poder más allá de Europa. La expansión hacia América, con figuras como Cristóbal Colón, consolidó al país como una superpotencia mundial y fue el inicio de un gran imperio que se expandió por todo el globo.

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

Tengo el privilegio de escribir sobre una amplia variedad de temas, con un enfoque que abarca tanto actualidad como estilo de vida. Escribo con la intención de contarte historias que te interesen y ofrecerte información que hagan tu vida un poco más fácil.


Te ayudo a no caer en estafas, te doy consejos de salud y cuidado personal, además de recomendaciones de destinos para tu próximo viaje.


Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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