Guía para entender el 'caso Mogherini': de dónde viene y qué repercusión tendrá para la UE
El arresto de la exjefa de la diplomacia comunitaria y de un alto cargo de la CE por presunto fraude, esta semana, supone uno de los mayores retos para el Gobierno de la Unión, en un momento de liderazgo debilitado y roces en política exterior.

Martes, 2 de diciembre de 2025, apenas después de amanecer. Por los mentideros de Bruselas empieza a correr un rumor increíble: hay una redada policial en las oficinas del el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), el corazón de su política internacional. Luego llega el reguero de detalles: también se busca algo en el Colegio de Europa, en Brujas, la escuela de postgrado de referencia para quien quiera dedicarse a las relaciones exteriores en el viejo continente.
Y más aún: hay tres detenidos. Al fin, la bomba: arrestada Federica Mogherini, exjefa de la diplomacia comunitaria; también Stefano Sannino, un alto funcionario de la Comisión Europea (CE), y un sospechoso más, no empleado público. Todos están hoy en libertad pero con cargos, sospechosos de un caso de fraude que conmociona en la burbuja europea y supone uno de los mayores desafíos a los que se ha enfrentado hasta ahora la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, que no está precisamente en su momento de mayor fortaleza y que arrastra roces y divergencias en política exterior.
Lo que vas a leer a continuación es una guía para no perderte en el que ya ha empezado a llamarse caso Mogherini, del que queda mucha tela por cortar.
La noticia
El martes por la mañana, la Policía belga, siguiendo indicaciones de la Fiscalía Europea (EPPO, por sus siglas en inglés), realizó registros en unas oficinas del SEAE en el barrio de las instituciones europeas, en Bruselas, y en la sede del Colegio de Europa, en la ciudad flamenca de Brujas, además de en varios domicilios particulares.
En paralelo, detuvo a la exvicepresidenta de la Comisión, Federica Mogherini, una política italiana de centroizquierda que comandó la diplomacia de la UE entre 2014 y 2019, y también a Stefano Sannino, un funcionario italiano que fue secretario general del SEAE desde 2021 hasta que fue reemplazado a principios de este año. Ahora ocupaba el cargo de director general del Departamento de Oriente Medio, Norte de África y Golfo Pérsico.
Ha trascendido que los empleados de Exteriores tuvieron que detener su actividad de pronto y apartarse de ordenadores, armarios o despachos durante horas. También, que los registros en las viviendas fueron "blandos" por presencia de niños, indica POLITICO. No ha trascendido qué supuestas evidencias se encontraron, pero sí que la investigación sigue abierta.

El caso
Todo se enmarca en un caso que investiga los presuntos delitos de fraude en contratación pública, corrupción, conflicto de intereses y violación del secreto profesional. La investigación se centra en la financiación por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior de la nueva Academia Diplomática de la UE, un programa de formación para diplomáticos organizado por el Colegio de Europa, del que Mogherini era la rectora hasta que dimitió, el pasado miércoles, ante el escándalo.
La fiscalía sospecha que el Colegio de Europa o sus representantes fueron informados con antelación de los criterios de selección de esa licitación y tenían motivos fundados para creer que se les adjudicaría el contrato, antes incluso de la publicación oficial del anuncio. "Existen fuertes sospechas de que, durante el proceso de licitación del programa, se violó el artículo 169 del Reglamento Financiero, relativo a la competencia leal, y de que se compartió información confidencial sobre el contrato en curso con uno de los licitadores", declaró la Fiscalía Europea en un comunicado, el día de autos.
Los hechos, de probarse, "podrían constituir fraude en las contrataciones, corrupción, conflicto de intereses y violación del secreto profesional", insiste el comunicado.
Una tercera persona, empleada del Colegio de Europa, fue detenida por las autoridades judiciales belgas. Sannino vio levantada su inmunidad temporalmente, con permiso de la CE, para el proceso. Ya no depende de Exteriores, sino que con su nuevo cargo, del que tomó posesión en enero, depende de la presidencia, en un intento de reforzar el flanco exterior de la institución.
La polémica
Aún no han trascendido más detalles o supuestas pruebas sobre el caso, pero trae marejada de fondo, tanto por el nombramiento en sí de Mogherini al frente del Colegio de Europa como por diversos pasos dados de cara a la elección como sede de esa academia diplomática.
El nombramiento de la italiana como directora del centro de estudios de Brujas se produjo en 2020, una vez que finalizó su tarea en la Comisión. Y ya fue discutido: se habló de favoritismo y conflicto de intereses desde que se planteó su candidatura. "El también expresidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que es el actual presidente del Consejo de Administración del Colegio, jugó un papel decisivo para asegurar el nombramiento de Mogherini, de ahí las acusaciones de favoritismo", recuerdan los veteranos corresponsales de La Matinale Européenne.
El hecho de que la Comisión financie casi la mitad del presupuesto del Colegio alimentó también las sospechas de un conflicto de intereses, pero al final se llegó a una solución: el Comité de Ética de la UE prohibió a Mogherini participar en la gestión presupuestaria y financiera del Colegio. En todo lo demás, su cargo tenía plenas funciones.
Nadie sabe de dónde puede venir la información que ha acabado llevando a la Fiscalía a investigar. Una de las opciones es que haya denunciado alguna de las entidades que compitieron con el centro de Brujas en la adjudicación del contrato, como institutos especializados de Florencia (Italia) y Maastricht (Países Bajos). Al final hubo hasta cinco ofertas, desvela Euractiv. El Parlamento Europeo, que contribuye a la financiación de la Academia como parte del proceso de aprobación del presupuesto comunitario, había solicitado que se exploraran bien todas las posibilidades para la adjudicación.
El corresponsal en Bruselas del semanario francés Le Point revela que en 2022, "en medio de dificultades económicas, el Colegio de Europa adquirió un edificio en Brujas por 3,2 millones de euros". Está en la calle Spanjaardstraat de Brujas, la Calle España, y tiene capacidad para 50 personas. Poco después, "el SEAE publicó una convocatoria de licitación para albergar la nueva Academia Diplomática de la UE y una de las condiciones para la solicitud era precisamente la provisión de alojamiento para los becarios".
En ese año, el organismo echó a andar. Se trata de un proyecto común presentado tanto por Mogherino como por el entonces responsable de la política exterior de la UE, el español Josep Borrell y quien lo defendió como "una idea que me ronda por la cabeza desde hace muchos años", de la que empezó a hablarse en serio sólo un año antes. Fue el eurodiputado socialista español Nacho Sánchez Amor quien dio el primer paso en firme para su creación.
El plan de la academia era formar a jóvenes diplomáticos nacionales y funcionarios de la UE para futuras funciones de representación de Europa en el mundo. En su primera promoción había unos 40 diplomáticos de la Unión, Ucrania, Georgia, Moldavia, Turquía y otros países. La escuela recibió 130.000 euros de la Comisión en una licitación de valor medio, junto con más de 600.000 euros para manutención, alojamiento, visitas de estudio y otros gastos de los participantes en sus campus de Brujas y Varsovia.
El SEAE anunció ya en 2023 que había seleccionado un consorcio formado por el Colegio de Europa en Brujas y el Colegio de Europa en Natolin (Polonia) para llevar a cabo la segunda fase del programa piloto para el curso académico 2023/2024. Mogherini estuvo a cargo de la dirección del programa. La segunda fase está financiada con un presupuesto aún mayor, de 990.500 euros, directamente a través del proceso de contratación. En esta ocasión, "según los documentos públicos, sólo se presentó un licitador: el Colegio de Europa", ahonda Euractiv, el medio que primero informó de las redadas y los arrestos. Este presupuesto cubre, de nuevo, las tasas de matrícula de todo el programa, así como los gastos de viaje, manutención y alojamiento de los participantes.
Este mismo medio expone que cuajó la idea de convertir esta escuela en "un elemento permanente de la diplomacia de la UE" y por eso, en mayo del año pasado, los embajadores de la UE acordaron esa conversión, "otorgándole una financiación indefinida con cargo al presupuesto del SEAE". "Los gobiernos concedieron a la academia 1,7 millones de euros entre junio de 2024 y julio de 2025, y otros 1,7 millones para el año siguiente hasta finales de junio de 2026", abunda.
Reacciones y primeros pasos
Por el momento, este caso está marcado por la escasa información que existe al respecto, ya que no han trascendido más que los registros y las detenciones. Por el momento, los arrestados están ya todos en libertad pero con cargos. Mogherini dimitió el jueves como rectora del Colegio de Europa y lo hizo defendiéndose. "Fiel al máximo rigor y equidad con que siempre he desempeñado mis funciones, hoy he decidido dimitir como Rectora del Colegio de Europa y Director de la Academia Diplomática de la Unión Europea", se lee en un escueto comunicado publicado en la página web de la prestigiosa escuela de diplomáticos europeos.
Mogherini se mostró convencida de que la comunidad universitaria "continuará el camino hacia la innovación y la excelencia" que han trazado "juntos durante estos últimos maravillosos cinco años", y añadió que está orgullosa de lo que ha conseguido junto a estudiantes, profesores, personal y exalumnos, a los que agradeció "la confianza, la estima y el apoyo". "Ha sido un honor y un placer para mí servir a la comunidad del Colegio y su misión", finaliza .
El día anterior, 24 horas después de su arresto, la italiana defendió en otro comunicado la integridad del Colegio y se mostró dispuesta a colaborar con la justicia en la investigación. "Siguiendo su larga tradición, la Academia siempre ha aplicado y seguirá aplicando los más altos estándares de integridad y equidad", remarcó.
En el caso de Sannino, también ha anunciado en un mensaje interno a su personal, difundido por EFE, que se jubilará antes de fin de año y que tiene confianza en la labor de la justicia y en que todo se aclarará. Los vínculos de Sannino con Mogherini son antiguos. Fue embajador de Italia ante la UE cuando ella fue ministra de Asuntos Exteriores en 2014, y justo después tomó las riendas de la embajada en España, hasta 2020. Posteriormente, se convirtió en el principal funcionario de su sucesor en el SEAE, reportando a Borrell. Estaba previsto que se jubilara el año pasado, pero prorrogó su estancia en la CE y en enero llegó al nuevo cargo.
En la Comisión, por ahora hay silencio y distanciamiento. No hay estampida ni defensa, nadie pone manos en el fuego por nadie ni se ensalza la presunción de inocencia. Están a verlas venir. La actual responsable diplomática de la UE, la estonia Kaja Kallas, ha calificado de "profundamente impactantes" las acusaciones de fraude, a través de una carta a su personal, en la que también recuerda que los hechos en cuestión "tuvieron lugar bajo mandatos anteriores" al suyo, en los que no tiene nada que ver.
Un contexto de debilidad
Esta crisis va mucho más allá de los detenidos y sus círculos. Afecta a toda la UE, a su fortaleza y credibilidad, a su empeño en ser transparente y a la necesidad de hacer las cosas por derecho, cuando crecen quienes quieren dinamitar el sistema desde dentro. Cuando Bruselas trata de apuntalar su reputación, cuando quiere ser un actor geopolítico de primer orden, llega un problema justo en materia exterior, que alimenta la lectura de que todo es elitismo, favores e intereses, aunque no lo sea, aunque se trabaje duro. Son golpes que tiran abajo el resto del relato, si se confirman como ciertos.
Y es que llueve sobre mojado, cuando el mandato de Ursula von der Leyen apenas ha llegado a su primer año, en su segundo mandato. De probarse, las acusaciones desencadenarían el mayor escándalo que ha sacudido a Bruselas desde la dimisión masiva de la Comisión Jacques Santer en 1999, por acusaciones de mala gestión financiera. Cayó todo el equipo.
Antes, en 2012, el entonces comisario de Sanidad, John Dalli, dimitió por un escándalo de lobby en el sector tabacalero y la presidenta actual también vio cómo el Tribunal General de la UE dictaminó a principios de este año que no debió ocultar los mensajes de texto que intercambió con el director ejecutivo del gigante farmacéutico Pfizer, en plena pandemia de covid-19 y cuando el mundo estaba pendiente de las vacunas. Un revés que llevó hasta a que se votara una moción de censura en su contra (de las tres que lleva ya en este mandato).
La UE arrastra otros dos casos recientes de supuesta corrupción. El primero es el Qatargate de 2022, cuando Qatar fue acusado de intentar influir en los eurodiputados mediante sobornos y regalos, a la par que otros países como Marruecos; acabó con los arrestos, por ejemplo, de la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili, o del eurodiputado Pier Antonio Panzeri. La investigación lleva tres años y no hay fallo judicial alguno, un retraso denunciado por los afectados. La propia Kaili ha declarado al diario La Stampa que "Bélgica no es un lugar seguro ni para la política ni para los italianos. Hay una investigación basada simplemente en hipótesis". Entiende que hay cierta persecución, que daña reputaciones.
El segundo caso es la investigación por sobornos de este mismo año sobre las actividades de cabildeo del gigante tecnológico chino Huawei en Europa. El fiscal incluso pidió levantar la inmunidad de diputados que presuntamente recibieron dinero, pero tuvo que dar luego marcha atrás. Se llegó a hablar de 15 implicados. Desde entonces, los políticos de las instituciones europeas han empezado a hablar de cierto "descuido" en las autoridades belgas a la hora de armar los casos, como denuncian en POLITICO.

Este caso, además, está llamado a agravar las ya tensas relaciones entre Von der Leyen y Kallas, que mantienen disputas sobre el alcance de cada cual en las políticas exteriores de la UE, con temas tan esenciales como la guerra de Ucrania. El propio traslado de Sannino del SEAE a la presidencia de la CE es un gesto que se entendió como un intento de "debilitar el brazo diplomático de la UE y fortalecer su rama ejecutiva", dice este diario, quien recuerda, además, el posible solapamiento de tareas.
Desde Renouveau & Démocratie, uno de los principales sindicatos de las instituciones comunitarias, denuncian el "impacto desastroso" que este caso, si rompe y se confirman los delitos, puede tener en la credibilidad de las oficinas implicadas y en toda la Unión.
Los que se frotan las manos
En todo esta confusión hay quien sí sonríe: son los ultraderechistas y los euroescépticos, esos que siempre están deseando que Europa tropiece para decir que tenían razón, que los burócratas de Bruselas sólo quieren llenarse los bolsillos, que dan lecciones y no se las aplican.
"¿La prestigiosa escuela de perfeccionamiento de la UE para eurócratas está ahora bajo investigación por acceso privilegiado a licitaciones? Ni guionizado saldría así. Es curioso cómo Bruselas da lecciones sobre el Estado de derecho, mientras que sus propias instituciones parecen más una serie policíaca que una unión que funciona", decía en redes Zoltan Kovacs, el portavoz del primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
El eurodiputado rumano Gheorghe Piperea, miembro del grupo derechista Conservadores y Reformistas Europeos, que ya estuvo detrás de una fallida moción de censura contra Von der Leyen en julio, ha dicho públicamente que estaba considerando intentar impulsar una nueva moción contra la presidenta de la CE.
Y no podía faltar el reproche ruso. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Moscú, Maria Zakharova, declaró en medios estatales que los funcionarios de la UE "prefieren ignorar sus propios problemas, mientras sermonean constantemente a los demás".
Ahora queda esperar que se conozca toda la verdad sobre el caso.
