Una manzana, unas cervezas, una jugarreta... y un final que no le salió bien a un avispado consumidor de un supermercado en Finlandia.

Intentando evitarse unos euros, un cliente de 43 años decidió coger una manzana, pesarla y hacerse con una etiqueta de peso y precio. Obviamente, no quería la manzana, sino utilizar esa etiqueta para tapar el precio de una caja de cervezas.

El problema es que su manzana costaba algunos céntimos de euro, mientras la caja de cervezas de la marca Karhu se elevaba hasta los 31'68 euros.

Cuando el hombre llegó a la caja, pasó el código de la 'manzana' por el lector, eligiendo tapar el código original de las cervezas. Y al pagar, se evitó más de 30 euros.

Pero la historia no acababa ahí. Tras cruzar la línea de caja, el hombre fue retenido por un guardia de seguridad del supermercado que había observado las acciones del cliente. Por si no fuera suficiente, todo había quedado grabado por una cámara.

El guardia detuvo al hombre por sospecha de fraude. La policía fue llamada al lugar y le impuso al hombre una multa de seis días por fraude menor, posteriormente confirmada por el fiscal, que sentenció con 42 euros al tramposo consumidor, diez más de los que hubiera pagado de comprar bien.