Un hombre se siente fatal tras una fiesta pero no esperaba ese brutal diagnóstico: sus compañeros evitan sentarse a su lado 

Ivo (nombre ficticio) no esperaba que una noche de fiesta iba a acabar en un diagnóstico tan malo. El joven se fue a disfrutar de una jornada lúdica en compañía de sus amigos, en la que ingirió alcohol, como solía hacer.

Al despertar por la mañana, se encontraba mal y presentaba un cuadro de vómitos acompañados de sangre. Pensó que debía ser un problema de estómago, pero la sangre no cesaba tras devolver. Acompañado de sus amigos, que evitaban sentarse a su lado ante la grandes cantidades de este líquido que salía de su cuerpo, llamaron a una ambulancia, también motivados por los vecinos, alertados ante el estado en el que  encontraron a Ivo en las escaleras.

El hombre fue trasladado al Hospital Universitario Clínico Oriental de Riga donde, tras las primeras pruebas, lo condujeron a otra sala. Allí permaneció aislado de los demás pacientes.

“Tiene tuberculosis”, recuerda Ivo en palabras de los médicos. Una noticia muy dolorosa pero que, gracias a los facultativos, entendió que de no haber ingresado y actuado rápido, el final podría haber sido fatal. 

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