Un informático encubierto de Corea del Norte ganaba más de 4.000 euros en el extranjero: "Sabemos que es como un robo, pero lo aceptamos como nuestro destino"
El oscuro plan de Pyongyang, "no ha dejado de crecer".

Corea del Norte desplegó a múltiples espías más allá de sus fronteras para recaudar fondos. Así lo ha confirmado Jin-su, un norcoreano que estuvo compaginando varios trabajos remotos en Estados Unidos y Europa, desde su casa en ese país. En una entrevista para el canal británico Bbc, asegura que ganaba más de 5.000 euros mensuales, pero que muchos de sus compañeros ganaban "mucho más".
Tal y como él mismo explica en su entrevista, el 85% de su salario se enviaba directamente al régimen de Kim Jong-Un. Asimismo, según un informe del Consejo de Seguridad de la ONU publicado en marzo de 2024 y recogido por la televisión inglesa, los trabajadores informáticos secretos le generan entre 250 y 600 millones de euros al año a Corea del Norte. De hecho, el oscuro plan de Pyongyang se disparó durante la pandemia, cuando el teletrabajo se convirtió en algo habitual, y "desde entonces no ha dejado de crecer".
Sólo en 2024, los tribunales de Estados Unidos acusaron a 14 norcoreanos que presuntamente ganaron 88 millones de dólares trabajando de forma encubierta y extorsionando a empresas de ese país durante un periodo de seis años. Además, el mes pasado fueron acusados otros cuatro norcoreanos que presuntamente utilizaron identidades fraudulentas para conseguir trabajo remoto en el sector de la informática.
Jin-su trabajó durante varios años como informático para el régimen chino antes de desertar. Según le contó a la Bbc, él y sus compañeros solían trabajar en equipos de diez personas. El acceso a Internet es limitado en Corea del Norte, pero en el extranjero estos trabajadores informáticos pueden operar con mayor facilidad. Necesitan ocultar su nacionalidad no solo porque pueden ganar más dinero haciéndose pasar por occidentales, sino también debido a las amplias sanciones internacionales.
De este modo, Jin-su se pasaba la mayor parte del tiempo tratando de conseguir identidades fraudulentas que pudiera utilizar para solicitar trabajo. Además, asegura que se centraba principalmente en el mercado estadounidense, puesto que "los salarios son más altos". Se entiende que los trabajadores cobran sus ganancias a través de redes de facilitadores con sede en Occidente y China.
En declaraciones recogidas por el mismo medio de comunicación, algunos gerentes de contratación del sector de la ciberseguridad y el desarrollo de software explican que, en los últimos años, han acrecentado las sospechas en este sentido. Rob Henley, cofundador de Ally Security en Estados Unidos, estaba contratando recientemente para una serie de puestos vacantes a distancia en su empresa y cree que entrevistó a hasta 30 trabajadores informáticos norcoreanos durante el proceso. "En cierto modo, al principio era como un juego intentar averiguar quién era real y quién era falso, pero enseguida se volvió bastante molesto", relató.
A pesar de las duras condiciones, el protagonista asegura que muy pocos trabajadores informáticos de Corea del Norte planean desertar. Ella misma, tras haber huido de la situación, asegura que "me había acostumbrado a ganar dinero haciendo cosas ilegales. Pero ahora trabajo duro y gano el dinero que me merezco".
