Un joven de 18 años factura seis cifras al año con una inversión de 200 euros sin salir de casa: "Tengo 130 impresoras trabajando solas"
Sociedad
Sociedad

Un joven de 18 años factura seis cifras al año con una inversión de 200 euros sin salir de casa: "Tengo 130 impresoras trabajando solas"

En un visto y no visto, se hizo rico.

  Una impresora 3D trabajando.Getty Images/iStockphoto

Construye un "portalatas táctico" y se hace rico. La propuesta se hizo viral a principios de este 2025, cuando Michael Satterlee publicó un vídeo en sus redes sociales con su innovadora creación. La publicación tiene 50 millones de visitas en Instagram. 

En la publicación, el joven utiliza su "portalatas" para beber la bebida, y en un segundo, abre otra lata y sigue bebiendo. Invirtiendo menos de 200 euros, se ha hecho rico. "Se podía conseguir una impresora 3D por unos 100 dólares, y un rollo de filamento costaba unos 20 dólares. Ahora el software de modelado es muy fácil de usar; incluso hay IA que te permite escribir una instrucción y te genera un modelo listo para imprimir en 3D".

En sus declaraciones, recogidas por Business Insider, el protagonista, de 18 años, señala el motivo por el que cree que se volvió popular: "Creo que nunca habían visto nada igual". Los espectadores también quedaron atónitos con lo rápido que podía beberse una bebida. Pero todo fue mentira, vacío la lata antes de grabar el vídeo.

Gracias a la gran acogida de su publicación, ha tenido éxito en el comercio de su propuesta. Solo en noviembre de 2025, ha generado más de 300.000 dólares (256.000 euros en la conversión actual).

Ahora, Satterlee recuerda como comenzó a tener una mente emprendedora desde bien pequeño. Él se prestaba a cortar el césped de sus vecinos, pero en este caso no tuvo mucho éxito. "Toqué puertas todos los días durante casi un mes seguido, y creo que conseguí un cliente", bromea en su conversación con el periódico.

Tras su popular publicación, se hizo rápidamente con más de 100.000 seguidores en Instagram, y necesitó comprar más impresoras 3D para satisfacer la demanda. "Imprimir un producto grande puede llevar 10 horas, así que si recibes 10 pedidos, necesitarás 100 horas de impresión", explica.

La empresa de Satterlee ha superado en espacio la casa donde creció en Nueva York. La producción "se apoderó de toda mi casa", asegura. "Mi sótano estaba lleno de impresoras 3D, el comedor era mi área de envíos y mi habitación era mi estudio". Aunque aún vive allí, ha trasladado sus operaciones a un almacén cercano que alberga más de 130 impresoras.

Comentar:
comentar / ver comentarios