Un trozo del Atlántico en una piscina natural: uno de los rincones más bonitos de Galicia para darse un chapuzón este verano
Destaca por su espectacular salto de agua que, al descender, esculpe formaciones rocosas únicas y crea pozas de un color turquesa hipnótico.

En Galicia, donde la naturaleza se entrelaza con la historia y la mitología, existen lugares que parecen sacados de un cuento celta. Uno de ellos es Corga da Fecha, una piscina natural que no solo invita al baño, sino también a la contemplación. Situada en el Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés, esta joya escondida en el sur de Ourense se ha convertido en uno de los destinos más deseados por quienes buscan un chapuzón en aguas cristalinas rodeadas de un entorno virgen.
El parque, que forma parte de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Gerês-Xurés, es un enclave de biodiversidad y belleza paisajística. En este contexto, Corga da Fecha destaca por su espectacular salto de agua que, al descender, esculpe formaciones rocosas únicas y crea pozas de un color turquesa hipnótico. No es solo un lugar para nadar, sino una experiencia sensorial completa.
A diferencia de otras piscinas naturales más accesibles o masificadas, Corga da Fecha conserva un aire de exclusividad natural. Para llegar hasta ella, es necesario recorrer un sendero que atraviesa bosques autóctonos y antiguos caminos de pastores. El esfuerzo se ve recompensado con creces: al final del trayecto, el visitante se encuentra con un anfiteatro natural de piedra y agua, donde el sonido del salto de agua es el único acompañante.
Las pozas que se forman en la base de la cascada son profundas, limpias y sorprendentemente frías, incluso en pleno agosto. Esto no impide que decenas de senderistas y amantes de la naturaleza se sumerjan en ellas cada verano, buscando alivio al calor y conexión con el entorno. La pureza del agua, alimentada por arroyos de montaña, es uno de los grandes atractivos del lugar.
El acceso a Corga da Fecha no está señalizado de forma masiva, precisamente para proteger su frágil ecosistema. Las autoridades del parque recomiendan visitar el lugar con calzado adecuado, llevarse la basura y evitar el uso de jabones o cremas que puedan contaminar el agua. Además, se aconseja no acudir en grupos grandes ni hacer ruido excesivo, para no alterar la fauna local, que incluye especies protegidas como el lobo ibérico o el águila real.
El respeto por el entorno es una de las claves para que este rincón siga siendo un refugio natural. No hay chiringuitos, ni duchas, ni zonas de picnic habilitadas. Solo naturaleza en estado puro. Y eso es precisamente lo que lo convierte en uno de los lugares más mágicos para darse un baño en Galicia.