Un tutorial a los agricultores salva de la condena de muerte al aguilucho cenizo

Un tutorial a los agricultores salva de la condena de muerte al aguilucho cenizo

Tras un año en curso ya se han podido ver los primeros resultados.

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Tras un año en curso ya se han podido ver los primeros resultados.

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Tras un año en curso ya se han podido ver los primeros resultados.

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Tras un año en curso ya se han podido ver los primeros resultados.

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Tras un año en curso ya se han podido ver los primeros resultados.

Aguilucho cenizo macho adulto antes del amanecer en su mirador favorito en un campo de cereales en primaveraGetty Images/500px

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León puso en marcha hace un año el proyecto 'Actuaciones de conservación del aguilucho cenizo y otras aves esteparias en Castilla y León (2023-2025)’. 

Se trata de una campaña financiada por los fondos europeos Next Generation UE que, tras un año en curso, ya se ha dejado los primeros resultados. En total se han localizado más de 400 nidos, un avance clave para implementar medidas de protección y garantizar la supervivencia de los pollos de aguilucho.

El proyecto surgió con el objetivo de reducir la mortalidad directa de las crías de esta especie. Un problema provocado principalmente por las labores agrícolas como la siega y cosecha, que a menudo se realizan antes de que los pollos puedan abandonar sus nidos. Esto ocurre sobre todo en años con condiciones de sequía y temperaturas elevadas durante la primavera.

El protocolo a seguir

Para controlar la situación, el proyecto consiste en localizar los nidos durante los meses de abril, mayo y junio y crear diversas estrategias de conservación. Estas medidas incluyen acuerdos voluntarios con los agricultores para retrasar la cosecha entre 7 y 15 días, permitiendo que los pollos completen su desarrollo. 

Otra opción es dejar áreas sin segar alrededor de los nidos o instalar cercados para protegerlos de depredadores terrestres. En casos extremos, los huevos o pollos son trasladados a los Centros de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de la Junta de Castilla y León, donde permanecen hasta estar listos para ser liberados.

Para que los agricultores y operarios de maquinaria agrícola sepan actuar en caso de encontrar un nido, los equipos de trabajo de la Consejería establecen contacto directo con ellos proporcionándoles toda la información necesaria para aumentar la supervivencia de las crías. 

Grandes avances

Este proyecto incluye medidas agroambientales, se coordina con organizaciones locales como la Asociación para la Conservación y el Estudio de la Naturaleza de Valladolid (ACENVA) y los grupos de SEO/Birdlife en Ávila, Salamanca y Segovia. En 2024, se han firmado 52 acuerdos de custodia del territorio, un número similar al del año anterior, pero con un área de acción más amplia.

Además, contribuye a la conservación de otras especies esteparias que habitan en zonas agrarias, demostrando así la importancia de la colaboración entre agricultores, instituciones y entidades conservacionistas.

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León puso en marcha hace un año el proyecto 'Actuaciones de conservación del aguilucho cenizo y otras aves esteparias en Castilla y León (2023-2025)’. 

Se trata de una campaña financiada por los fondos europeos Next Generation UE que, tras un año en curso, ya se ha dejado los primeros resultados. En total se han localizado más de 400 nidos, un avance clave para implementar medidas de protección y garantizar la supervivencia de los pollos de aguilucho.

El proyecto surgió con el objetivo de reducir la mortalidad directa de las crías de esta especie. Un problema provocado principalmente por las labores agrícolas como la siega y cosecha, que a menudo se realizan antes de que los pollos puedan abandonar sus nidos. Esto ocurre sobre todo en años con condiciones de sequía y temperaturas elevadas durante la primavera.

El protocolo a seguir

Para controlar la situación, el proyecto consiste en localizar los nidos durante los meses de abril, mayo y junio y crear diversas estrategias de conservación. Estas medidas incluyen acuerdos voluntarios con los agricultores para retrasar la cosecha entre 7 y 15 días, permitiendo que los pollos completen su desarrollo. 

Otra opción es dejar áreas sin segar alrededor de los nidos o instalar cercados para protegerlos de depredadores terrestres. En casos extremos, los huevos o pollos son trasladados a los Centros de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de la Junta de Castilla y León, donde permanecen hasta estar listos para ser liberados.

Para que los agricultores y operarios de maquinaria agrícola sepan actuar en caso de encontrar un nido, los equipos de trabajo de la Consejería establecen contacto directo con ellos proporcionándoles toda la información necesaria para aumentar la supervivencia de las crías. 

Grandes avances

Este proyecto incluye medidas agroambientales, se coordina con organizaciones locales como la Asociación para la Conservación y el Estudio de la Naturaleza de Valladolid (ACENVA) y los grupos de SEO/Birdlife en Ávila, Salamanca y Segovia. En 2024, se han firmado 52 acuerdos de custodia del territorio, un número similar al del año anterior, pero con un área de acción más amplia.

Además, contribuye a la conservación de otras especies esteparias que habitan en zonas agrarias, demostrando así la importancia de la colaboración entre agricultores, instituciones y entidades conservacionistas.

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León puso en marcha hace un año el proyecto 'Actuaciones de conservación del aguilucho cenizo y otras aves esteparias en Castilla y León (2023-2025)’. 

Se trata de una campaña financiada por los fondos europeos Next Generation UE que, tras un año en curso, ya se ha dejado los primeros resultados. En total se han localizado más de 400 nidos, un avance clave para implementar medidas de protección y garantizar la supervivencia de los pollos de aguilucho.

El proyecto surgió con el objetivo de reducir la mortalidad directa de las crías de esta especie. Un problema provocado principalmente por las labores agrícolas como la siega y cosecha, que a menudo se realizan antes de que los pollos puedan abandonar sus nidos. Esto ocurre sobre todo en años con condiciones de sequía y temperaturas elevadas durante la primavera.

El protocolo a seguir

Para controlar la situación, el proyecto consiste en localizar los nidos durante los meses de abril, mayo y junio y crear diversas estrategias de conservación. Estas medidas incluyen acuerdos voluntarios con los agricultores para retrasar la cosecha entre 7 y 15 días, permitiendo que los pollos completen su desarrollo. 

Otra opción es dejar áreas sin segar alrededor de los nidos o instalar cercados para protegerlos de depredadores terrestres. En casos extremos, los huevos o pollos son trasladados a los Centros de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de la Junta de Castilla y León, donde permanecen hasta estar listos para ser liberados.

Para que los agricultores y operarios de maquinaria agrícola sepan actuar en caso de encontrar un nido, los equipos de trabajo de la Consejería establecen contacto directo con ellos proporcionándoles toda la información necesaria para aumentar la supervivencia de las crías. 

Grandes avances

Este proyecto incluye medidas agroambientales, se coordina con organizaciones locales como la Asociación para la Conservación y el Estudio de la Naturaleza de Valladolid (ACENVA) y los grupos de SEO/Birdlife en Ávila, Salamanca y Segovia. En 2024, se han firmado 52 acuerdos de custodia del territorio, un número similar al del año anterior, pero con un área de acción más amplia.

Además, contribuye a la conservación de otras especies esteparias que habitan en zonas agrarias, demostrando así la importancia de la colaboración entre agricultores, instituciones y entidades conservacionistas.

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León puso en marcha hace un año el proyecto 'Actuaciones de conservación del aguilucho cenizo y otras aves esteparias en Castilla y León (2023-2025)’. 

Se trata de una campaña financiada por los fondos europeos Next Generation UE que, tras un año en curso, ya se ha dejado los primeros resultados. En total se han localizado más de 400 nidos, un avance clave para implementar medidas de protección y garantizar la supervivencia de los pollos de aguilucho.

El proyecto surgió con el objetivo de reducir la mortalidad directa de las crías de esta especie. Un problema provocado principalmente por las labores agrícolas como la siega y cosecha, que a menudo se realizan antes de que los pollos puedan abandonar sus nidos. Esto ocurre sobre todo en años con condiciones de sequía y temperaturas elevadas durante la primavera.

El protocolo a seguir

Para controlar la situación, el proyecto consiste en localizar los nidos durante los meses de abril, mayo y junio y crear diversas estrategias de conservación. Estas medidas incluyen acuerdos voluntarios con los agricultores para retrasar la cosecha entre 7 y 15 días, permitiendo que los pollos completen su desarrollo. 

Otra opción es dejar áreas sin segar alrededor de los nidos o instalar cercados para protegerlos de depredadores terrestres. En casos extremos, los huevos o pollos son trasladados a los Centros de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de la Junta de Castilla y León, donde permanecen hasta estar listos para ser liberados.

Para que los agricultores y operarios de maquinaria agrícola sepan actuar en caso de encontrar un nido, los equipos de trabajo de la Consejería establecen contacto directo con ellos proporcionándoles toda la información necesaria para aumentar la supervivencia de las crías. 

Grandes avances

Este proyecto incluye medidas agroambientales, se coordina con organizaciones locales como la Asociación para la Conservación y el Estudio de la Naturaleza de Valladolid (ACENVA) y los grupos de SEO/Birdlife en Ávila, Salamanca y Segovia. En 2024, se han firmado 52 acuerdos de custodia del territorio, un número similar al del año anterior, pero con un área de acción más amplia.

Además, contribuye a la conservación de otras especies esteparias que habitan en zonas agrarias, demostrando así la importancia de la colaboración entre agricultores, instituciones y entidades conservacionistas.

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León puso en marcha hace un año el proyecto 'Actuaciones de conservación del aguilucho cenizo y otras aves esteparias en Castilla y León (2023-2025)’. 

Se trata de una campaña financiada por los fondos europeos Next Generation UE que, tras un año en curso, ya se ha dejado los primeros resultados. En total se han localizado más de 400 nidos, un avance clave para implementar medidas de protección y garantizar la supervivencia de los pollos de aguilucho.

El proyecto surgió con el objetivo de reducir la mortalidad directa de las crías de esta especie. Un problema provocado principalmente por las labores agrícolas como la siega y cosecha, que a menudo se realizan antes de que los pollos puedan abandonar sus nidos. Esto ocurre sobre todo en años con condiciones de sequía y temperaturas elevadas durante la primavera.

El protocolo a seguir

Para controlar la situación, el proyecto consiste en localizar los nidos durante los meses de abril, mayo y junio y crear diversas estrategias de conservación. Estas medidas incluyen acuerdos voluntarios con los agricultores para retrasar la cosecha entre 7 y 15 días, permitiendo que los pollos completen su desarrollo. 

Otra opción es dejar áreas sin segar alrededor de los nidos o instalar cercados para protegerlos de depredadores terrestres. En casos extremos, los huevos o pollos son trasladados a los Centros de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de la Junta de Castilla y León, donde permanecen hasta estar listos para ser liberados.

Para que los agricultores y operarios de maquinaria agrícola sepan actuar en caso de encontrar un nido, los equipos de trabajo de la Consejería establecen contacto directo con ellos proporcionándoles toda la información necesaria para aumentar la supervivencia de las crías. 

Grandes avances

Este proyecto incluye medidas agroambientales, se coordina con organizaciones locales como la Asociación para la Conservación y el Estudio de la Naturaleza de Valladolid (ACENVA) y los grupos de SEO/Birdlife en Ávila, Salamanca y Segovia. En 2024, se han firmado 52 acuerdos de custodia del territorio, un número similar al del año anterior, pero con un área de acción más amplia.

Además, contribuye a la conservación de otras especies esteparias que habitan en zonas agrarias, demostrando así la importancia de la colaboración entre agricultores, instituciones y entidades conservacionistas.

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

Tengo el privilegio de escribir sobre una amplia variedad de temas, con un enfoque que abarca tanto actualidad como estilo de vida. Escribo con la intención de contarte historias que te interesen y ofrecerte información que hagan tu vida un poco más fácil.


Te ayudo a no caer en estafas, te doy consejos de salud y cuidado personal, además de recomendaciones de destinos para tu próximo viaje.


Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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