Una conversación en ruso un tanto sospechosa no impidió que una mujer acabará cayendo en la estafa que le ha costado 11.000 euros
Ha ocurrido en Klaipėda, Lituania.

Las estafas telefónicas se han convertido en una de las formas de fraude más comunes en los últimos años. Con técnicas cada vez más elaboradas, los delincuentes se hacen pasar por empleados de empresas, bancos o incluso autoridades para ganarse la confianza de sus víctimas.
Una llamada inesperada, una voz convincente y una historia bien construida pueden bastar para que alguien entregue sus datos personales o incluso sus ahorros. Por eso, es fundamental mantener siempre la precaución y asegurarnos de con quién estamos hablando antes de seguir cualquier indicación.
Estas estafas telefónicas continúan acechando a los más vulnerables, y esta vez la víctima fue una mujer de 76 años residente en Klaipėda, Lituania. Todo empezó con una conversación en ruso y terminó convirtiéndose en una trampa que le costó 11.000 euros de sus ahorros.
Una llamada de 11.000 euros
Según relató la afectada a la policía, todo ocurrió el 3 de septiembre alrededor de las 15:30 horas, cuando recibió una llamada inesperada de unos desconocidos. Al otro lado de la línea, los interlocutores hablaban en ruso y se presentaron como empleados de una compañía de telecomunicaciones y agentes de policía, lo que dio mayor credibilidad a la conversación.
Según el medio lituano Kriminalai, con un discurso convincente y lleno de autoridad, los estafadores lograron ganarse la confianza de la jubilada. Le aseguraron que había problemas de seguridad relacionados con su cuenta bancaria y que debía seguir instrucciones para “proteger” su dinero.
Convencida de que estaba colaborando con las autoridades, la mujer siguió al pie de la letra las indicaciones que recibió por teléfono. Como resultado acabó depositando 11.000 euros en la cuenta bancaria señalada por los estafadores. Al revisar su saldo y comprobar la desaparición del dinero, comprendió que había sido víctima de un fraude.
Investigación en marcha
Al día siguiente, el 4 de septiembre, alrededor de las 11:00 de la mañana, la mujer acudió a la comisaría del Departamento de Investigación Criminal del Condado de Klaipėda para denunciar lo ocurrido. La policía ha iniciado una investigación preliminar por fraude.
Las autoridades recuerdan que este tipo de delitos no son nuevos. De hecho, la historia de la jubilada no difiere de otras que los agentes han escuchado en repetidas ocasiones: llamadas inesperadas, un idioma extranjero que despierta dudas, la suplantación de instituciones oficiales y, finalmente, la pérdida de los ahorros de toda una vida.
Es fundamental extremar las precauciones, especialmente entre las personas mayores, que suelen ser el objetivo principal de los estafadores. La policía recomienda desconfiar de llamadas en las que se solicite información bancaria, no facilitar contraseñas ni claves de acceso, y colgar inmediatamente cuando la conversación resulte sospechosa.
