Una jardinera advierte sobre el 'producto milagroso' que en realidad arruina el paisajismo: "Simplemente diga no"
"Parece una buena idea en teoría, pero en la práctica, es perjudicial".

Antes se vendía como la panacea de la jardinería, mientras que ahora los expertos aconsejan dejar de usarla inmediatamente. La tela de jardinería ha sido considerada siempre una solución práctica y duradera para mantener alejadas las malas hierbas. Sin embargo, detrás de esta promesa, se esconde una realidad muy distinta.
Una popular jardinera ha abierto el debate en una reciente publicación en su cuenta de Facebook Gabriella the Garden Sage. "Hablemos de tejido paisajista. Parece una buena idea en teoría, pero en la práctica, es perjudicial". La experta muestra fotos de plantas de kniphofia con raíces aplanadas y atrofiadas, incapaces de penetrar una barrera de tela paisajista enterrada bajo una capa de mantillo.
Gabriella explica que este tipo de barrera impide el paso de nutrientes: "El mantillo que se aplica cada año se descompone y se convierte en un material excelente, pero el suelo arcilloso que hay debajo no obtiene ningún beneficio debido a la barrera". "Incluso cuando se hacen agujeros en la tela para plantar, rara vez son lo suficientemente grandes para las plantas", añade.
La jardinera, acostumbrada a retirar la tela paisajista en casas construidas en los años 90 o 2.000, critica también la forma en que se pularizó esta técnica: "Los constructores y las empresas de jardinería convencieron a los propietarios para que extendieran hectáreas de este material, alabándolo como una herramienta clave para que el jardín requiriera poco mantenimiento y estuviera libre de malas hierbas".
Algo que, denuncia, hicieron sin mencionar que las malezas crecen sin problemas sobre la tela. Por ello, aconseja evitar este material: "Por el bien de tus plantas, tu suelo, el planeta y tu amigable experto en jardinería local, ¡di no a la tela para jardinería!".
En resumen, la experta señala que, aunque esta malla parezca una solución rápida, a largo plazo puede ser perjudicial. No solo sofoca el suelo y restringe el crecimiento de las raíces, sino que cuando inevitablemente aparecen las malezas sobre la tela, retirarla se convierte en una tarea ardua y costosa.
