Una profesora recibe una indemnización de 42.000 euros al no ser contratada por discriminación de género

Una maestra de primaria en Irlanda ha recibido una indemnización de 42.000 euros después de que el Workplace Relations Commission (WRC) —el organismo encargado de velar por la igualdad laboral en el país— determinara que fue víctima de discriminación de género.
La afectada, Aoife Cleary, trabajaba como profesora sustituta en la Escuela Nacional Kilmacrennan, en el condado de Donegal. Sin embargo, su contrato duró hasta el final del curso escolar de 2022.
Cuando se abrió un nuevo proceso para cubrir dos vacantes temporales para el siguiente año académico, Cleary esperaba poder optar a una de ellas. Sin embargo, fue descartada, mientras que otro profesor sustituto (identificado como el Sr. B) fue recontratado sin siquiera pasar por una entrevista.
Una situación que acabó en denuncia
Según el relato de Cleary ante el WRC, el 10 de junio de 2022 el director de la escuela, John Devenney, le informó que una de las plazas ya había sido cubierta y que la otra se decidiría más adelante, en julio o agosto. Ese mismo día, el Sr. B, le comentó que ya le habían asignado un grupo para septiembre, lo que despertó las sospechas de la maestra de que el proceso de selección no había sido transparente ni justo.
Cleary decidió plantear la situación ante el presidente de la junta escolar, el sacerdote local Paddy Dunne, pero poco después el director le comunicó que su último día de trabajo sería ese mismo viernes. Aquella noche, el sacerdote la llamó para recriminarle haber hablado con sus compañeros y con el sindicato.
“Me dijo: 'Oife, te has adelantado. No puedes obligar a John a actuar'. Creo que quería decir que me callara y no hiciera preguntas... Me quedé tan sorprendida que lloré al teléfono”, relató la maestra según The Irish Times. Además, El último día de clase, al despedirse del director, Cleary le dijo que esperaba volver a trabajar en septiembre. Él se limitó a sonreír y respondió con frialdad: "Nunca se sabe, nunca se sabe”.
La resolución
Durante la investigación, Cleary también mencionó comentarios que había recibido de algunos compañeros, quienes le dijeron en tono de broma que “estaría mejor sirviendo pasteles en Trentagh”, en referencia a una escuela de la Iglesia de Irlanda. Aunque ella es católica, su esposo y sus hijos son protestantes, por lo que la docente percibió esos comentarios como una burla sobre su entorno familiar.
No obstante, el WRC determinó que la religión no había sido un factor en su trato desigual. La comisión concluyó que la verdadera razón de la discriminación fue su género, señalando que la dirección de la escuela mostró una predisposición hacia un candidato masculino.
El WRC ordenó a la escuela pagar 42.000 euros a Cleary como compensación por los daños sufridos en virtud de la Ley de Igualdad en el Empleo del país. El fallo destacó que la institución no pudo justificar de forma objetiva por qué el Sr. B fue seleccionado sin entrevista ni por qué la maestra fue excluida del proceso.
