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Lidia Cao, la muralista gallega que transforma fachadas de todo el mundo en obras de arte

Lidia Cao, la muralista gallega que transforma fachadas de todo el mundo en obras de arte

Su trabajo en el centro comercial de Marineda City se hizo viral durante el pasado mes de marzo. 

Lidia Cao, pintando uno de sus murales.Imagen cedida por Lidia Cao

Lidia Cao nació con la capacidad espacial y artística de ser capaz de transformar un muro o fachada cualquiera en un mural artístico. Esta gallega de 28 años, natural de Ordes, ha dejado su nombre y su arte impreso en paredes de todo el mundo, desde África hasta Estados Unidos pasando por Noruega, Francia, Alemania, Hong Kong o Singapur y, por supuesto, por España y su Galicia natal.

El pasado mes de marzo, en pleno mes de la mujer, convirtió una fachada interior del centro comercial de Marineda City, en A Coruña, en un espacio en el que se reconocía la labor que desempañan las mujeres en la ciencia, la tecnología o la ingeniería. En la pared, de dimensiones de 22 metros de ancho por 16,8 de alto, se puede ver a una investigadora utilizando un microscopio durante un experimento.

"Había como una temática inicial que era de Emilia Pardo Bazán, porque justo donde está situada el mural, en esa placita interior, la llaman de Emilia Pardo Bazán. Entonces querían narrar como La tribuna, que es una obra que tenía ella, pero al final hubo un cambio de idea y se decidió homenajear a las mujeres científicas", relata Cao, cuya obra no tardó en hacerse viral en redes sociales.

"Cuando trabajas para una marca diferente a la tuya la propaganda crece y es más fácil. Al final Marineda también es un espacio grande que se promocionan mucho y todo ayuda, pero es que es un mural bastante grande e interior, que suele ser raro. Hasta yo misma, que estoy acostumbrada a pintar fachadas grandes en el exterior, me resultó como muy impactante poder hacerlo dentro del centro comercial", sentencia la autora, que tardó menos de dos semanas en hacerlo desde que empezara a hacer el boceto hasta que lo remató.

Sin embargo, esta no es ni mucho menos la primera vez que la protagonista de Cao es una mujer. Con echar un vistazo a su cuenta de Instagram rápidamente se puede comprobar que acostumbran a ser las homenajeadas en sus trabajos: "El tema de colocar a mujeres de protagonistas es algo que llevó tratando de hacer desde que empecé a pintar en general para homenajearlas, ya no solo en mural, si no también en las ilustraciones y en formatos más pequeños".

De hecho, compagina su faceta como muralista con la de ilustradora, carrera que estudió, aunque reconoce que hace más murales por una cuestión de logística, pero sin olvidarse de ese formato. "He trabajado también para editoriales y en cartelería. Por ejemplo, el año pasado me encargaron el cartel de la fiesta del Apóstol de Santiago".

Eso sí, en todo momento define su estilo como ligado a una ilustración vinculada al cómic sin ser cómic. "Nunca he hecho cómic, pero sí que tiene ese punto como muy lineal, de dibujo con trama, muy del estilo del historietista francés Moebius, que tenía un rasgo muy característico con el que a través de simples líneas creaba el sombreado y sin necesidad de más tonos. Yo sí que voy más a esa rama de un mural ilustrativo, pero intentando conservar anatómicamente las proporciones correctas", cuenta Cao, cuyo nombre artístico es el mismo que su nombre y apellido.

"Fui previsora porque como empecé a dibujar y firmar de pequeña no podía cambiar cada año, así que me dije que si me ponía el mío no iba a tener problemas porque no creo que me fuera a aburrir y así me quedé contenta", recuerda entre risas. 

El mural que pintó en una fachada de Marsella (Francia).Imagen cedida por Lidia Cao

Las redes sociales como punta de lanza

Si plataformas como Instagram le han permitido que esa obra de Marineda City se hiciera viral también le han dado la posibilidad de llegar a personas de todo el mundo, con lo que ello conlleva.

Así, relata, cruzó el charco para inmortalizar una pieza suya en Kansas (Estados Unidos). Cao cuenta que hay expertos y artistas que se encargan de organizar eventos internacionales y, para ese en cuestión, le llegó un correo electrónico en el que la invitaban a participar porque le había gustado mucho su obra.

"Sin conocerme de nada me contó que le había gustado mucho mi obra y que, seguramente, a través de ella hasta me podía conocer y que me quería invitar porque buscaba a gente que le transmitiese eso y me dijo que le haría ilusión que fuese de España a pintar. Entonces yo creo que ahí fue en base a que vio mi trabajo en redes sociales y le gustó", continúa esta coruñesa, que también bromea y se ríe con que otra opción es que le han podido dar con una varita mágica.

Ya seria, no tarda en señalar que las redes sociales si que tienen una parte perjudicial si se usan mal, pero destaca que "es innegable que ayuda muchísimo a promocionar y a hacerse ver en todo el mundo". "Yo puedo pintar un mural en mi pueblo y me lo pueden llegar a ver en Australia", ejemplifica.

El mural que ha pintado en Rianxo (Galicia).Imagen cedida por Lidia Cao.

Además, no solo le ha permitido viajar a Estados Unidos, si no que ha podido conocer muchos países del mundo, entender su cultura y ver cómo entienden el arte. Ella, además del país estadounidense, elogia el valor que se le da a los artistas y a su obra en Noruega: "Han sabido reconocer mi obra y a mí a nivel personal. He recibido un muy buen trato, te hablan de una manera muy profesional y tratan al artista como algo muy especial, eso lo he notado mucho en Estados Unidos y en Noruega".

En España reconoce que “se está mejorando”, pero que sigue "habiendo diferencia respecto, por ejemplo, a estos países", aunque ella se reconoce afortunada dentro del mundo del arte. 

"Del mural, digamos, que es más fácil vivir, entre muchas comillas porque tampoco es fácil, pero sí que es más sencillo que, por ejemplo, si eres artista de galería. Al final tu mural se considera que es un encargo y sabes que más tarde o más temprano vas a cobrar porque es un trabajo que está con contrato y demás, pero si tú eres un artista de estudio puedes crear muchas obras y quizás no vender ninguna. Eso sí que me parece un poco la odisea", compara.

Lidia Cao, pintando un mural sobre una grúa.Imagen cedida por Lidia Cao

De la crítica a la admiración

El trabajo de Cao como muralista, así como el del resto de sus colegas de profesión, está completamente expuesto al público desde el primer día que se sube a una grúa a comenzar a pintar los primeros trazos y a dividir la fachada hasta que remata la obra dejando el resultado final. Todas esas horas de trabajo las hace sabiendo que los comentarios de los viandantes van a ir cambiando desde el inicio hasta el final. Ella no tiene problemas en reconocerlo.

"Al principio sí que suelo recibir alguna crítica por la técnica que uso porque, para hacer correctamente las proporciones, hago una especie de cuadrícula rápida que no está asociada con letras, números, dibujitos, etc. Se puede pensar que estoy haciendo un trabajo sucio o mal hecho y, como es el primer día, la gente se piensa que va a quedar así", relata. Ahí es cuando recibe comentarios como "qué horror", "qué feo" o "eso lo hace un niño".

Sin embargo, días después, la pieza avanza y ya no lo hace un niño, si no que es una artista profesional la que está haciendo un trabajo: "Lo que ven al inicio es el proceso para llegar a esto final, que suele gustar por las dimensiones y el dibujo. Hay mucha gente que me escucha, pero también hay alguno que ha llamado a la policía y todo, pero cuando llega y te ve en una grúa ya saben que se ha aprobado un permiso y que es un trabajo por así decirlo oficial. El criticar es algo muy de aquí, pero no sé, aunque no me guste algo de alguien no se lo diría así, no me saldría decirle cosas a un desconocido por la calle".

Además, Cao y su profesión tiene que lidiar con los grafitis hechos sin ningún tipo de arte ni trasfondo detrás. "Para mí, un escritor de grafiti sí que hace arte, aunque sea de forma ilegal o alegal, pero crea una pieza que requiere de una técnica bastante dura porque el spray es muy difícil. El problema viene cuando ves un nombre mal escrito, que el trazo está como está, para mí eso es otra cosa totalmente distinta y no tiene nada que ver ni con el grafiti en sí ni con lo nuestro", se resigna. 

El mural de Lidia Cao en Braga (Portugal).Imagen cedida por Lidia Cao

Lidia Cao, la artista que creció entre dibujos

Desde pequeña Cao ha crecido con un lápiz o un rotulador entre sus dedos. Si todo el mundo comienza a dibujar formas, animales o personas de pequeño, ella lo fue extendiendo durante su infancia, adolescencia o juventud. No sabía que la profesión de muralista existía, pero sí era consciente que le gustaba mucho dibujar, aunque se le pasó por la cabeza estudiar veterinaria.

"Cuando tú dices quiero estudiar artes, los comentarios de la gente no ayudan mucho porque siempre hay el que dice que eso no tiene salidas, que es mejor que estudies otra cosa e inconscientemente ya piensas que no te vas a poder dedicar a algo así, pero al final mira", reconoce orgullosa ahora.

Además, en su pueblo se creó un Festival Internacional de Arte Urbano, que este año cumple la 18º edición, y eso le facilitó el poder decidirse porque creció viendo los murales y artistas de distintos sitios y eso, señala, "sí que ha sido un punto clave". Hasta llega a decir que sin ese festival seguramente no habría descubierto este mundo tan rápido e igual no se dedicaría ahora a esto.

Desde entonces, ha sumado a esas horas de dibujo en casa y a ese don o talento que le viene de serie muchas horas de trabajo y de práctica profesional para dar como resultado final a la que ya es una de las muralistas españolas más reconocidas a nivel internacional.  

  Mural que ha dejado pintado en una fachada en Calldetenes.Imagen cedida por Lida Cao
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Alfredo Pascual es redactor de Virales en El HuffPost en Madrid. Escribe sobre noticias de televisión, política, redes sociales, deporte, etc. Estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y un máster en Periodismo de investigación, datos y visualización en la UNIR. Antes de entrar en El HuffPost estuvo en la Cadena Ser y en el Heraldo de Aragón. Puedes contactar con él en alfredo.pascual@huffpost.es