Su padre estadounidense prueba la tarta de queso en España y su reacción es, simplemente, maravillosa
TikTok lo ha convertido en su nuevo santo patrón del cheesecake.
España tiene muchas virtudes, pero pocas funcionan tan rápido como poner delante de un extranjero una tarta de queso bien hecha. Y si el extranjero es estadounidense —la patria del cheesecake industrializado y del exceso de azúcar en vena—, el resultado suele rozar la experiencia religiosa. Justo eso refleja un vídeo de TikTok que se ha disparado en reproducciones: un padre yanqui, una tarta española y una iluminación gastronómica digna de Pentecostés.
El clip, titulado “mi padre estadounidense probando la tarta de queso”, transcurre en un restaurante con ese ambiente cálido que en España equivale a sobremesa garantizada. En el fondo se distingue un aparato de aire acondicionado gigantesco, blanco y perfectamente ignorado por todos, señal inequívoca de que aquí se viene a comer, no a hacer interior design. La mesa reúne a la hija, que graba entre risas, otra comensal que presenta el plato con gesto ceremonioso, y, en el centro del escenario, el protagonista: un hombre de mediana edad, pelo largo, bufanda gris y chaqueta, con la mirada fija en el postre como quien está a punto de descifrar un misterio arcano.
El ritual arranca con un bocado prudente. El padre corta un trozo de la tarta, coronada con nata montada, arándanos y frambuesas, y se lo lleva a la boca con la seriedad de quien firma una declaración jurada. Un segundo después —segundo 0:05, para los amantes del análisis frame a frame— ocurre la transformación: cierra los ojos, se lleva una mano a la frente y parece debatirse entre llorar, reír o pedir otra ración antes de que desaparezca. La mesa se deshace en carcajadas. Él asiente, suspira, sonríe y remata con ese gesto universal que solo significa una cosa: esto está glorioso.
El propio vídeo incluye un comentario que resume el espíritu del invento: “Reply to @Amasolero RIP mi padre estadounidense probando la tarta de queso Los americanos flipando con nuestra gastronomía”. Y no le falta verdad. Porque si algo demuestra esta minihistoria es que nuestra tarta de queso —sea versión vasca, cremosa o directamente pecaminosa— tiene una potencia que no admite discusiones parlamentarias.
Medio TikTok ha abrazado la escena como si fuera patrimonio nacional. Los comentarios celebran el descubrimiento con la retranca habitual: que si “Otro estadounidense adoptado por la gastronomía española”, que si “La tarta de queso une más que la OTAN”, que si “Mira, así se firma un tratado de paz”. Una fiesta.
Queda, en fin, una moraleja de servicio público: si tienes un estadounidense cerca, no pierdas tiempo discutiendo de política, fútbol o si aquí cenamos demasiado tarde. Dale una tarta de queso española. El resto se explica solo, con los ojos cerrados y la mano en la frente.