Sube una foto enseñando cómo son las nuevas farolas de Oviedo y se desata el debate
Para gustos, los colores.

La decoración es un arte que en más de una ocasión puede ser un foco de conflictos, ya que si algo es cierto es que al final la estética y la belleza son cosas subjetivas.
Esta es una de las razones por las que los cambios en el moviliario urbano es difícil que sean del agrado de todos los ciudadanos, como ha pasado en este caso con el cambio de diseño de las farolas de Oviedo.
"Oviedo. Farolas de siempre // Farolas nuevas. Todo a peor. Siempre todo a peor", ha publicado el usuario de la red social X, anteriormente conocida como Twitter, @EmperorOfSand.
Sumido en una total indignación, el tuitero ha adjuntado dos fotografías donde se pueden ver cómo eran las anteriores farolas de la ciudad y cómo son las actuales, que no tienen absolutamente nada que ver.
En concreto, en la primera imagen se pueden ver una farola con tres lámparas de un estilo clásico y mucho más barroco, donde destaca una estética órnamental con curvas decorativas y detalles de forja.
Por su parte, en la segunda imagen se ven las farolas actuales, que están compuestas de solo dos lámparas circulares y cuentan con un diseño totalmente minimalista y funcional, destacando solo líneas rectas y simples y sin contar con ningún adorno.
"Oviedo y su mundialmente famoso minimalismo urbano que atrae tantos visitantes al año. Es gracias a los arquitectos que diseñan estas cosas y se formaron usando de bibliografía el catálogo de IKEA. ¡¡Que daño hizo la Bauhaus a la belleza del mundo!!", ha contestado con ironía un usuario.
"Las nuevas pueden considerarse más bonitas o más feas, eso va en gustos, pero por limitar la proyección de luz hacia abajo son de las que provocan mucha menos contaminación lumínica", ha comentado otro tuitero, defendiendo el nuevo diseño.
"Las 'farolas de siempre', las isabelinas, que puso Gabino de Lorenzo, solo tienen sentido en la parte decimonónica de la ciudad. No pintan nada en la ciudad del siglo XX o XXI. No seáis horteras, por favor", ha apuntado también un usurio, en defensa de las modernas.
"Es un plan, al destruir toda la belleza de nuestro alrededor, nos destrozan el alma"; "Que empeño tan absurdo de dinamitar la esencia de una ciudad"; "Nos lo venden como que es más moderno cuando realmente lo único que es, es más barato", han censurado los más críticos con el cambio.
