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Marruecos tuvo coches con matrículas españolas durante casi 30 años

Marruecos tuvo coches con matrículas españolas durante casi 30 años

Algunas de ellas sobreviven como reliquias históricas y piezas de colección.

Marruecos tuvo coches con matrículas españolas durante casi 30 años

Algunas de ellas sobreviven como reliquias históricas y piezas de colección.

Marruecos tuvo coches con matrículas españolas durante casi 30 años

Algunas de ellas sobreviven como reliquias históricas y piezas de colección.

Marruecos tuvo coches con matrículas españolas durante casi 30 años

Algunas de ellas sobreviven como reliquias históricas y piezas de colección.

Marruecos tuvo coches con matrículas españolas durante casi 30 años

Algunas de ellas sobreviven como reliquias históricas y piezas de colección.

Varios coches en un aparcamiento seguidos uno al lado del otro en un día soleado con sombra y líneas blancas en el pavimento, vista lateralGetty Images

La regulación de las matrículas de los vehículos en España es un aspecto fundamental del sistema de tráfico y transporte del país. Las matrículas no solo identifican de manera única a cada vehículo, sino que también juegan un papel crucial en la gestión administrativa, la seguridad vial y el control legal. 

Desde su introducción en el siglo XX, el sistema de matriculación ha evolucionado para adaptarse a las diversas necesidades del sector automovilístico y a las normativas europeas. Actualmente, el formato de las matrículas está estrictamente regulado por la Dirección General de Tráfico (DGT), asegurando uniformidad y facilitando la identificación tanto a nivel nacional como internacional.

Más allá de ser un elemento obligatorio para la circular, contienen fascinantes capítulos de la historia de la automoción. Una de estas curiosidades poco conocidas es que Marruecos, durante casi tres décadas, utilizó matrículas españolas en los vehículos que circulaban por su territorio. Este peculiar episodio es un reflejo de la historia compartida entre ambos países y de la presencia administrativa española en diversas regiones africanas.

Matrículas Españolas por el mundo

Desde 1929 hasta la independencia en 1956, los territorios bajo el protectorado español en Marruecos emplearon el código "ME" en sus matrículas. Según el medio OK Diario, este sistema, diseñado para facilitar la gestión administrativa y distinguir los vehículos de los territorios africanos de los peninsulares, se mantuvo hasta que Marruecos logró su independencia. Aunque el uso de estas placas terminó, algunas de ellas sobreviven como reliquias históricas y piezas de colección.

La influencia de España en la matriculación de vehículos no se limitó a Marruecos. Tánger, que fue un condominio internacional y luego ocupado por España durante la Segunda Guerra Mundial, utilizó los códigos "T" o "TA". En África Occidental Española, los códigos "AOE" y más tarde "I/IF" para Ifni y "SHA/SH" para el Sáhara Occidental reflejaban la administración española hasta mediados de los años 70.

Otro ejemplo es Guinea Ecuatorial. Desde 1929, los territorios españoles en el Golfo de Guinea adoptaron el código "TEG", que luego se dividió en "FP" para Fernando Poo y "RM" para Río Muni tras una reorganización en 1961. Estas matrículas desaparecieron tras la independencia del país en 1968, pero siguen siendo una prueba del pasado colonial español en África.

Un largo recorrido

Estas matrículas representan una parte significativa de la historia automovilística. Aunque muchas de estas placas han desaparecido, las pocas que quedan son auténticas joyas para los coleccionistas y un prueba tangible de la historia compartida entre España y sus antiguos territorios.

Esta curiosidad destaca cómo incluso en los detalles más cotidianos, como las matrículas de los coches, se pueden encontrar huellas de la historia y la influencia de un país más allá de sus fronteras.

La regulación de las matrículas de los vehículos en España es un aspecto fundamental del sistema de tráfico y transporte del país. Las matrículas no solo identifican de manera única a cada vehículo, sino que también juegan un papel crucial en la gestión administrativa, la seguridad vial y el control legal. 

Desde su introducción en el siglo XX, el sistema de matriculación ha evolucionado para adaptarse a las diversas necesidades del sector automovilístico y a las normativas europeas. Actualmente, el formato de las matrículas está estrictamente regulado por la Dirección General de Tráfico (DGT), asegurando uniformidad y facilitando la identificación tanto a nivel nacional como internacional.

Más allá de ser un elemento obligatorio para la circular, contienen fascinantes capítulos de la historia de la automoción. Una de estas curiosidades poco conocidas es que Marruecos, durante casi tres décadas, utilizó matrículas españolas en los vehículos que circulaban por su territorio. Este peculiar episodio es un reflejo de la historia compartida entre ambos países y de la presencia administrativa española en diversas regiones africanas.

Matrículas Españolas por el mundo

Desde 1929 hasta la independencia en 1956, los territorios bajo el protectorado español en Marruecos emplearon el código "ME" en sus matrículas. Según el medio OK Diario, este sistema, diseñado para facilitar la gestión administrativa y distinguir los vehículos de los territorios africanos de los peninsulares, se mantuvo hasta que Marruecos logró su independencia. Aunque el uso de estas placas terminó, algunas de ellas sobreviven como reliquias históricas y piezas de colección.

La influencia de España en la matriculación de vehículos no se limitó a Marruecos. Tánger, que fue un condominio internacional y luego ocupado por España durante la Segunda Guerra Mundial, utilizó los códigos "T" o "TA". En África Occidental Española, los códigos "AOE" y más tarde "I/IF" para Ifni y "SHA/SH" para el Sáhara Occidental reflejaban la administración española hasta mediados de los años 70.

Otro ejemplo es Guinea Ecuatorial. Desde 1929, los territorios españoles en el Golfo de Guinea adoptaron el código "TEG", que luego se dividió en "FP" para Fernando Poo y "RM" para Río Muni tras una reorganización en 1961. Estas matrículas desaparecieron tras la independencia del país en 1968, pero siguen siendo una prueba del pasado colonial español en África.

Un largo recorrido

Estas matrículas representan una parte significativa de la historia automovilística. Aunque muchas de estas placas han desaparecido, las pocas que quedan son auténticas joyas para los coleccionistas y un prueba tangible de la historia compartida entre España y sus antiguos territorios.

Esta curiosidad destaca cómo incluso en los detalles más cotidianos, como las matrículas de los coches, se pueden encontrar huellas de la historia y la influencia de un país más allá de sus fronteras.

La regulación de las matrículas de los vehículos en España es un aspecto fundamental del sistema de tráfico y transporte del país. Las matrículas no solo identifican de manera única a cada vehículo, sino que también juegan un papel crucial en la gestión administrativa, la seguridad vial y el control legal. 

Desde su introducción en el siglo XX, el sistema de matriculación ha evolucionado para adaptarse a las diversas necesidades del sector automovilístico y a las normativas europeas. Actualmente, el formato de las matrículas está estrictamente regulado por la Dirección General de Tráfico (DGT), asegurando uniformidad y facilitando la identificación tanto a nivel nacional como internacional.

Más allá de ser un elemento obligatorio para la circular, contienen fascinantes capítulos de la historia de la automoción. Una de estas curiosidades poco conocidas es que Marruecos, durante casi tres décadas, utilizó matrículas españolas en los vehículos que circulaban por su territorio. Este peculiar episodio es un reflejo de la historia compartida entre ambos países y de la presencia administrativa española en diversas regiones africanas.

Matrículas Españolas por el mundo

Desde 1929 hasta la independencia en 1956, los territorios bajo el protectorado español en Marruecos emplearon el código "ME" en sus matrículas. Según el medio OK Diario, este sistema, diseñado para facilitar la gestión administrativa y distinguir los vehículos de los territorios africanos de los peninsulares, se mantuvo hasta que Marruecos logró su independencia. Aunque el uso de estas placas terminó, algunas de ellas sobreviven como reliquias históricas y piezas de colección.

La influencia de España en la matriculación de vehículos no se limitó a Marruecos. Tánger, que fue un condominio internacional y luego ocupado por España durante la Segunda Guerra Mundial, utilizó los códigos "T" o "TA". En África Occidental Española, los códigos "AOE" y más tarde "I/IF" para Ifni y "SHA/SH" para el Sáhara Occidental reflejaban la administración española hasta mediados de los años 70.

Otro ejemplo es Guinea Ecuatorial. Desde 1929, los territorios españoles en el Golfo de Guinea adoptaron el código "TEG", que luego se dividió en "FP" para Fernando Poo y "RM" para Río Muni tras una reorganización en 1961. Estas matrículas desaparecieron tras la independencia del país en 1968, pero siguen siendo una prueba del pasado colonial español en África.

Un largo recorrido

Estas matrículas representan una parte significativa de la historia automovilística. Aunque muchas de estas placas han desaparecido, las pocas que quedan son auténticas joyas para los coleccionistas y un prueba tangible de la historia compartida entre España y sus antiguos territorios.

Esta curiosidad destaca cómo incluso en los detalles más cotidianos, como las matrículas de los coches, se pueden encontrar huellas de la historia y la influencia de un país más allá de sus fronteras.

La regulación de las matrículas de los vehículos en España es un aspecto fundamental del sistema de tráfico y transporte del país. Las matrículas no solo identifican de manera única a cada vehículo, sino que también juegan un papel crucial en la gestión administrativa, la seguridad vial y el control legal. 

Desde su introducción en el siglo XX, el sistema de matriculación ha evolucionado para adaptarse a las diversas necesidades del sector automovilístico y a las normativas europeas. Actualmente, el formato de las matrículas está estrictamente regulado por la Dirección General de Tráfico (DGT), asegurando uniformidad y facilitando la identificación tanto a nivel nacional como internacional.

Más allá de ser un elemento obligatorio para la circular, contienen fascinantes capítulos de la historia de la automoción. Una de estas curiosidades poco conocidas es que Marruecos, durante casi tres décadas, utilizó matrículas españolas en los vehículos que circulaban por su territorio. Este peculiar episodio es un reflejo de la historia compartida entre ambos países y de la presencia administrativa española en diversas regiones africanas.

Matrículas Españolas por el mundo

Desde 1929 hasta la independencia en 1956, los territorios bajo el protectorado español en Marruecos emplearon el código "ME" en sus matrículas. Según el medio OK Diario, este sistema, diseñado para facilitar la gestión administrativa y distinguir los vehículos de los territorios africanos de los peninsulares, se mantuvo hasta que Marruecos logró su independencia. Aunque el uso de estas placas terminó, algunas de ellas sobreviven como reliquias históricas y piezas de colección.

La influencia de España en la matriculación de vehículos no se limitó a Marruecos. Tánger, que fue un condominio internacional y luego ocupado por España durante la Segunda Guerra Mundial, utilizó los códigos "T" o "TA". En África Occidental Española, los códigos "AOE" y más tarde "I/IF" para Ifni y "SHA/SH" para el Sáhara Occidental reflejaban la administración española hasta mediados de los años 70.

Otro ejemplo es Guinea Ecuatorial. Desde 1929, los territorios españoles en el Golfo de Guinea adoptaron el código "TEG", que luego se dividió en "FP" para Fernando Poo y "RM" para Río Muni tras una reorganización en 1961. Estas matrículas desaparecieron tras la independencia del país en 1968, pero siguen siendo una prueba del pasado colonial español en África.

Un largo recorrido

Estas matrículas representan una parte significativa de la historia automovilística. Aunque muchas de estas placas han desaparecido, las pocas que quedan son auténticas joyas para los coleccionistas y un prueba tangible de la historia compartida entre España y sus antiguos territorios.

Esta curiosidad destaca cómo incluso en los detalles más cotidianos, como las matrículas de los coches, se pueden encontrar huellas de la historia y la influencia de un país más allá de sus fronteras.

La regulación de las matrículas de los vehículos en España es un aspecto fundamental del sistema de tráfico y transporte del país. Las matrículas no solo identifican de manera única a cada vehículo, sino que también juegan un papel crucial en la gestión administrativa, la seguridad vial y el control legal. 

Desde su introducción en el siglo XX, el sistema de matriculación ha evolucionado para adaptarse a las diversas necesidades del sector automovilístico y a las normativas europeas. Actualmente, el formato de las matrículas está estrictamente regulado por la Dirección General de Tráfico (DGT), asegurando uniformidad y facilitando la identificación tanto a nivel nacional como internacional.

Más allá de ser un elemento obligatorio para la circular, contienen fascinantes capítulos de la historia de la automoción. Una de estas curiosidades poco conocidas es que Marruecos, durante casi tres décadas, utilizó matrículas españolas en los vehículos que circulaban por su territorio. Este peculiar episodio es un reflejo de la historia compartida entre ambos países y de la presencia administrativa española en diversas regiones africanas.

Matrículas Españolas por el mundo

Desde 1929 hasta la independencia en 1956, los territorios bajo el protectorado español en Marruecos emplearon el código "ME" en sus matrículas. Según el medio OK Diario, este sistema, diseñado para facilitar la gestión administrativa y distinguir los vehículos de los territorios africanos de los peninsulares, se mantuvo hasta que Marruecos logró su independencia. Aunque el uso de estas placas terminó, algunas de ellas sobreviven como reliquias históricas y piezas de colección.

La influencia de España en la matriculación de vehículos no se limitó a Marruecos. Tánger, que fue un condominio internacional y luego ocupado por España durante la Segunda Guerra Mundial, utilizó los códigos "T" o "TA". En África Occidental Española, los códigos "AOE" y más tarde "I/IF" para Ifni y "SHA/SH" para el Sáhara Occidental reflejaban la administración española hasta mediados de los años 70.

Otro ejemplo es Guinea Ecuatorial. Desde 1929, los territorios españoles en el Golfo de Guinea adoptaron el código "TEG", que luego se dividió en "FP" para Fernando Poo y "RM" para Río Muni tras una reorganización en 1961. Estas matrículas desaparecieron tras la independencia del país en 1968, pero siguen siendo una prueba del pasado colonial español en África.

Un largo recorrido

Estas matrículas representan una parte significativa de la historia automovilística. Aunque muchas de estas placas han desaparecido, las pocas que quedan son auténticas joyas para los coleccionistas y un prueba tangible de la historia compartida entre España y sus antiguos territorios.

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

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Te ayudo a no caer en estafas, te doy consejos de salud y cuidado personal, además de recomendaciones de destinos para tu próximo viaje.


Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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