Este fue el último rey español en participar en combates militares: el monarca que se ganó el respeto de sus tropas

Este fue el último rey español en participar en combates militares: el monarca que se ganó el respeto de sus tropas 

Se ganó el respeto de sus soldados desde el trono y en el campo de batalla.

Este fue el último rey español en participar en combates militares: el monarca que se ganó el respeto de sus tropas 

Se ganó el respeto de sus soldados desde el trono y en el campo de batalla.

Este fue el último rey español en participar en combates militares: el monarca que se ganó el respeto de sus tropas 

Se ganó el respeto de sus soldados desde el trono y en el campo de batalla.

Este fue el último rey español en participar en combates militares: el monarca que se ganó el respeto de sus tropas 

Se ganó el respeto de sus soldados desde el trono y en el campo de batalla.

Este fue el último rey español en participar en combates militares: el monarca que se ganó el respeto de sus tropas 

Se ganó el respeto de sus soldados desde el trono y en el campo de batalla.

Entrada de Alfonso XII. En Madrid: Arco de Triunfo en la Calle de Alcalá, 1876. Desde "Illustrated London News", 1876 (De The Print Collector/Heritage).Getty Images

Conocido como "El Pacificador", Alfonso XII no solo fue el restaurador de la monarquía en España, sino también el último monarca español en participar activamente en combates militares. A pesar de la transformación política y social de la Europa del siglo XIX, no dudó en tomar parte en la Tercera Guerra Carlista (1872-1876), un conflicto que marcaría su reinado y en el que se ganó el respeto de sus tropas y de la nación.

A diferencia de otros reyes modernos que preferían mantenerse alejados de los campos de batalla, Alfonso XII, aún joven y con un fuerte sentido del deber, arriesgó su vida en primera línea. En la batalla de Lácar, en 1875, estuvo a punto de ser capturado por las fuerzas carlistas, lo que le obligó a retirarse rápidamente del combate. 

Sin embargo, esta experiencia no hizo que el monarca se alejara de los conflictos, pues dos años después, en la Batalla de San Marcial, logró salir victorioso contra los carlistas, consolidando su reputación como líder militar.

El último rey soldado

Alfonso había sido formado en las más prestigiosas academias militares de Europa, en Viena y Sandhurst, y entendía el valor de ganarse el respeto de sus soldados no solo desde el trono, sino también en el campo de batalla. Este sentido de la responsabilidad, combinado con un enfoque romántico de la vida y la guerra, le llevó a arriesgar su vida en varias ocasiones, aunque siempre bajo la tutela de comandantes más experimentados.

A pesar de que Alfonso XII fue un rey con inclinaciones bélicas, su participación activa en los conflictos disminuyó tras la pacificación del país. Con el final de la Tercera Guerra Carlista, el joven monarca adoptó un enfoque más diplomático y menos militarista, concentrándose en la estabilidad interna del país.

Alfonso XII dejó un legado como uno de los últimos "reyes soldados" de Europa, comparable a figuras como Napoleón III de Francia o Guillermo I de Prusia. Aunque su reinado fue breve, su valentía le aseguró un lugar en la historia como el último monarca español que saltó al campo de batalla por su país.

Conocido como "El Pacificador", Alfonso XII no solo fue el restaurador de la monarquía en España, sino también el último monarca español en participar activamente en combates militares. A pesar de la transformación política y social de la Europa del siglo XIX, no dudó en tomar parte en la Tercera Guerra Carlista (1872-1876), un conflicto que marcaría su reinado y en el que se ganó el respeto de sus tropas y de la nación.

A diferencia de otros reyes modernos que preferían mantenerse alejados de los campos de batalla, Alfonso XII, aún joven y con un fuerte sentido del deber, arriesgó su vida en primera línea. En la batalla de Lácar, en 1875, estuvo a punto de ser capturado por las fuerzas carlistas, lo que le obligó a retirarse rápidamente del combate. 

Sin embargo, esta experiencia no hizo que el monarca se alejara de los conflictos, pues dos años después, en la Batalla de San Marcial, logró salir victorioso contra los carlistas, consolidando su reputación como líder militar.

El último rey soldado

Alfonso había sido formado en las más prestigiosas academias militares de Europa, en Viena y Sandhurst, y entendía el valor de ganarse el respeto de sus soldados no solo desde el trono, sino también en el campo de batalla. Este sentido de la responsabilidad, combinado con un enfoque romántico de la vida y la guerra, le llevó a arriesgar su vida en varias ocasiones, aunque siempre bajo la tutela de comandantes más experimentados.

A pesar de que Alfonso XII fue un rey con inclinaciones bélicas, su participación activa en los conflictos disminuyó tras la pacificación del país. Con el final de la Tercera Guerra Carlista, el joven monarca adoptó un enfoque más diplomático y menos militarista, concentrándose en la estabilidad interna del país.

Alfonso XII dejó un legado como uno de los últimos "reyes soldados" de Europa, comparable a figuras como Napoleón III de Francia o Guillermo I de Prusia. Aunque su reinado fue breve, su valentía le aseguró un lugar en la historia como el último monarca español que saltó al campo de batalla por su país.

Conocido como "El Pacificador", Alfonso XII no solo fue el restaurador de la monarquía en España, sino también el último monarca español en participar activamente en combates militares. A pesar de la transformación política y social de la Europa del siglo XIX, no dudó en tomar parte en la Tercera Guerra Carlista (1872-1876), un conflicto que marcaría su reinado y en el que se ganó el respeto de sus tropas y de la nación.

A diferencia de otros reyes modernos que preferían mantenerse alejados de los campos de batalla, Alfonso XII, aún joven y con un fuerte sentido del deber, arriesgó su vida en primera línea. En la batalla de Lácar, en 1875, estuvo a punto de ser capturado por las fuerzas carlistas, lo que le obligó a retirarse rápidamente del combate. 

Sin embargo, esta experiencia no hizo que el monarca se alejara de los conflictos, pues dos años después, en la Batalla de San Marcial, logró salir victorioso contra los carlistas, consolidando su reputación como líder militar.

El último rey soldado

Alfonso había sido formado en las más prestigiosas academias militares de Europa, en Viena y Sandhurst, y entendía el valor de ganarse el respeto de sus soldados no solo desde el trono, sino también en el campo de batalla. Este sentido de la responsabilidad, combinado con un enfoque romántico de la vida y la guerra, le llevó a arriesgar su vida en varias ocasiones, aunque siempre bajo la tutela de comandantes más experimentados.

A pesar de que Alfonso XII fue un rey con inclinaciones bélicas, su participación activa en los conflictos disminuyó tras la pacificación del país. Con el final de la Tercera Guerra Carlista, el joven monarca adoptó un enfoque más diplomático y menos militarista, concentrándose en la estabilidad interna del país.

Alfonso XII dejó un legado como uno de los últimos "reyes soldados" de Europa, comparable a figuras como Napoleón III de Francia o Guillermo I de Prusia. Aunque su reinado fue breve, su valentía le aseguró un lugar en la historia como el último monarca español que saltó al campo de batalla por su país.

Conocido como "El Pacificador", Alfonso XII no solo fue el restaurador de la monarquía en España, sino también el último monarca español en participar activamente en combates militares. A pesar de la transformación política y social de la Europa del siglo XIX, no dudó en tomar parte en la Tercera Guerra Carlista (1872-1876), un conflicto que marcaría su reinado y en el que se ganó el respeto de sus tropas y de la nación.

A diferencia de otros reyes modernos que preferían mantenerse alejados de los campos de batalla, Alfonso XII, aún joven y con un fuerte sentido del deber, arriesgó su vida en primera línea. En la batalla de Lácar, en 1875, estuvo a punto de ser capturado por las fuerzas carlistas, lo que le obligó a retirarse rápidamente del combate. 

Sin embargo, esta experiencia no hizo que el monarca se alejara de los conflictos, pues dos años después, en la Batalla de San Marcial, logró salir victorioso contra los carlistas, consolidando su reputación como líder militar.

El último rey soldado

Alfonso había sido formado en las más prestigiosas academias militares de Europa, en Viena y Sandhurst, y entendía el valor de ganarse el respeto de sus soldados no solo desde el trono, sino también en el campo de batalla. Este sentido de la responsabilidad, combinado con un enfoque romántico de la vida y la guerra, le llevó a arriesgar su vida en varias ocasiones, aunque siempre bajo la tutela de comandantes más experimentados.

A pesar de que Alfonso XII fue un rey con inclinaciones bélicas, su participación activa en los conflictos disminuyó tras la pacificación del país. Con el final de la Tercera Guerra Carlista, el joven monarca adoptó un enfoque más diplomático y menos militarista, concentrándose en la estabilidad interna del país.

Alfonso XII dejó un legado como uno de los últimos "reyes soldados" de Europa, comparable a figuras como Napoleón III de Francia o Guillermo I de Prusia. Aunque su reinado fue breve, su valentía le aseguró un lugar en la historia como el último monarca español que saltó al campo de batalla por su país.

Conocido como "El Pacificador", Alfonso XII no solo fue el restaurador de la monarquía en España, sino también el último monarca español en participar activamente en combates militares. A pesar de la transformación política y social de la Europa del siglo XIX, no dudó en tomar parte en la Tercera Guerra Carlista (1872-1876), un conflicto que marcaría su reinado y en el que se ganó el respeto de sus tropas y de la nación.

A diferencia de otros reyes modernos que preferían mantenerse alejados de los campos de batalla, Alfonso XII, aún joven y con un fuerte sentido del deber, arriesgó su vida en primera línea. En la batalla de Lácar, en 1875, estuvo a punto de ser capturado por las fuerzas carlistas, lo que le obligó a retirarse rápidamente del combate. 

Sin embargo, esta experiencia no hizo que el monarca se alejara de los conflictos, pues dos años después, en la Batalla de San Marcial, logró salir victorioso contra los carlistas, consolidando su reputación como líder militar.

El último rey soldado

Alfonso había sido formado en las más prestigiosas academias militares de Europa, en Viena y Sandhurst, y entendía el valor de ganarse el respeto de sus soldados no solo desde el trono, sino también en el campo de batalla. Este sentido de la responsabilidad, combinado con un enfoque romántico de la vida y la guerra, le llevó a arriesgar su vida en varias ocasiones, aunque siempre bajo la tutela de comandantes más experimentados.

A pesar de que Alfonso XII fue un rey con inclinaciones bélicas, su participación activa en los conflictos disminuyó tras la pacificación del país. Con el final de la Tercera Guerra Carlista, el joven monarca adoptó un enfoque más diplomático y menos militarista, concentrándose en la estabilidad interna del país.

Alfonso XII dejó un legado como uno de los últimos "reyes soldados" de Europa, comparable a figuras como Napoleón III de Francia o Guillermo I de Prusia. Aunque su reinado fue breve, su valentía le aseguró un lugar en la historia como el último monarca español que saltó al campo de batalla por su país.

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

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Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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