El Supremo envía a Ábalos y Koldo a prisión provisional por el juicio de la trama de las mascarillas
Actúa a petición de la Fiscalía Anticorrupción, de las acusaciones populares lideradas por el PP y por el riesgo de fuga "extremo" de ambos que entrarán este jueves en Soto del Real. Se trata de la primera vez que un diputado nacional en activo entrará en prisión.

El magistrado del Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, ha anunciado que tanto el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, como su asesor, Koldo García, serán enviados a prisión provisional sin fianza por el riesgo de fuga presuntas irregularidades en los contratos de mascarillas durante la pandemia. Es la primera vez que un diputado nacional en ejercicio tendrá que entrar en la cárcel. Ambos entrarán este jueves en Soto del Real.
Puente ha atendido a las peticiones de la Fiscalía Anticorrupción y las acusaciones populares que coordina el PP, en un auto en el que alude al riesgo "extremo" de fuga de ambos y a los "más que bastantes" indicios de la presunta comisión de varios delitos.
Ábalos ha sido el primero en llegar al alto tribunal. Lo ha hecho a las 9.12, unos 45 minutos antes de la hora señalada, solo y con una mochila de cuero marrón. El también ex secretario de Organización del PSOE no ha querido hacer declaraciones a la prensa a su llegada al alto tribunal, pero sí ha tomado la palabra al final de la vistilla para asegurar al juez que no se iba a fugar. "No tengo dinero ni a dónde ir", ha sostenido.
Fuentes consultadas afirman que está "destrozado". Durante las horas que ha estado aguardando la decisión del Supremo, el ex dirigente socialista ha estado fumando en los patios del antiguo palacio, visiblemente nervioso.
Su abogado, Carlos Bautista, ha hecho hincapié en que no hay riesgo de fuga, alegando entre otras cuestiones su estatus de diputado del Congreso. Sobre esto, también ha aducido que encarcelarle antes del juicio, sin que medie condena, supondría una vulneración de su derecho a la representación política.
Además, la defensa de Ábalos ha puesto de manifiesto que considera que el eventual ingreso en prisión de su cliente sería una forma de presionarle para que hiciera una "declaración colaborativa". Así lo hizo el presunto conseguidor de la trama, el empresario Víctor de Aldama, tras pasar varias semanas encarcelado.
Koldo, por su parte, ha llegado al Supremo justo a la hora fijada, con vaqueros, deportivas y una gran mochila a sus espaldas, en compañía de su abogada, Leticia de la Hoz. Su defensa, que ha intentado combatir la competencia del TS para devolver el caso a la Audiencia Nacional, ha esgrimido igualmente que su cliente tiene el suficiente arraigo —una madre mayor y una hija pequeña, ha detallado— como para no convertirse en un prófugo.
El ex asesor ministerial también ha querido hablar ante Puente para ratificarlo. "No me voy a ir a ningún sitio", ha dicho y ha añadido: "Todos tenemos derecho a aprender poco a poco". Fuentes presentes han interpretado esta coletilla como el reconocimiento tácito de una equivocación.
Ahora y ante el momento inédito de que un diputado en activo entre en prisión, será el Congreso de los Diputados quien tome la decisión de las consecuencias que tendrá que asumir Ábalos y suspenderle de sus funciones. Según el artículo 21 del reglamento de la Cámara Baja, es que esta suspensión se producirá cuando "sea concedida por la Cámara la autorización objeto de un suplicatorio y firme el Auto de procesamiento, se hallaren en situación de prisión preventiva y mientras dure esta".
