Tu olor te delata

Tu olor te delata

5c8b6898250000e203ca97d8UPM/Ília Sistemas

Investigadores españoles han diseñado una técnica que permite identificar a un persona por su olor. Aunque aún no tiene la fiabilidad de otros sistemas biométricos, como la huella dactilar, iguala en eficacia al reconocimiento facial. Este mismo equipo científico estudia nuestros aromas para detectar la presencia de un cáncer.

Los perros policía llevan décadas demostrando en la práctica que cada ser humano tiene su propio y diferente olor. Y la ciencia lleva años estudiando cómo imitar a los canes. La tarea no es fácil, porque en el aroma de los humanos intervienen muchos factores y pueden variar a lo largo del tiempo.

Sin embargo, parece haber coincidencia entre los científicos en que el olor humano está formado en realidad por tres olores. El primero y principal sería constante y podría tener un origen genético. Otro secundario, relativamente estable, es el resultado de un conjunto de factores entre los que destacan la dieta y los estados emocionales. Por último, el terciario, es el olor social, el creado por los perfumes, jabones y cosméticos.

Ahora, investigadores del grupo de investigación de Biometría, Bioseñales y Seguridad (GB2S), de la Universidad Politécnica de Madrid han diseñado una técnica para capturar este olor, analizarlo y buscar los patrones que permitirían identificar a una persona.

“El olor tiene muchísima información, pero no somos perros, nuestro sentido del olfato apenas sirve para nada”, dice Gonzalo Bailador, del GB2S y coautor de un estudio que muestra las posibilidades del olor como sistema biométrico de identificación.

Las portadoras de toda esa información olorosa son las células de la piel. Y tenemos unas cuantas, unos 2.000 millones y perdemos 667 por segundo. Estas células portan buena parte de nuestras secreciones corporales y muchas bacterias que se alimentan de ellas, este es el cóctel que define el aroma de cada humano.

Los investigadores del GB2S han usado un sensor desarrollado por la empresa Ilía Sistemas para capturar el olor de las células presentes en el sudor de la mano. Mediante un flujo de aire, el dispositivo recoge los volátiles del sudor por medio de un colector de vapores y los hace pasar por un ionizador. En una última fase, un espectrómetro de masas captura los iones de las distintas moléculas y los analiza. Buscaban así detectar constantes que permitieran diferenciar el olor de una persona de la de otra.

Para sus pruebas, contaron con la participación de 13 personas a las que les tomaron muestras durante 28 sesiones. Aunque los resultados de cada sesión con cada sujeto, con una serie de algoritmos detectaron los patrones que se repetían, convirtiéndose es la huella odorífera personal.

“Conseguimos una ratio de identificación del 85%”, comenta Bailador. Todavía le falta para poder competir con sistemas como la huella dactilar o el reconocimiento de iris, que apenas tienen margen de error, “pero ya iguala a otras técnicas como el reconocimiento facial”, añade el investigador. Además, destaca que es un prototipo y que el sistema aún tiene recorrido. “Podemos mejorar el sensor y los algoritmos”, asegura.

Con esta misma base, el GB2S está analizando las posibilidades del olor como herramienta de diagnóstico. “Buscamos marcadores de cáncer de colon analizando el aliento o de volátiles en la sangre para detectar la leucemia”, comenta Bailador. En ambos casos, el olor puede convertirse en un elemento de detección precoz.

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Soy subdirector en El HuffPost España. Junto a todo el equipo, trato de que el medio conserve la esencia que le caracteriza desde su fundación: escuchar a la gente, no importa desde donde nos lea, apostando siempre por nuevos formatos y por el contenido que demanda la calle, tratado siempre con la máxima rigurosidad.

 

Sobre qué temas escribo

Me centro en virales, cultura digital y tendencias sociales, con especial atención a cómo ciertos fenómenos aparentemente ligeros abren la puerta a debates más profundos. Por ejemplo, el reportaje con el que se dio a conocer Alfredo Corell: “La charla de un profesor de universidad que puso en pie a todo un auditorio”. En aquella época, Corell era un desconocido para el gran público, pero a partir de ese artículo, que tuvo cientos de miles de lectores, su popularidad fue creciendo hasta convertirse en uno de los científicos más respetados de España, con galardones como el I Premio CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica.

 

Mi trayectoria

Nací en Valladolid, estudié Periodismo en la Universidad de esa misma ciudad y fui becario en 'El Día de Valladolid'. Luego dejé mi tierra para cursar el Máster de Periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid y trabajé un año en 'El País' antes de entrar a formar parte en 2012 del equipo de 'El HuffPost España'. Aquí he sido redactor de hard news, responsable de fin de semana, jefe de la sección de virales y, ahora, subdirector. Entre medias, durante un año fui jefe de redes sociales y multidistribución de contenidos en 'Los40'.

 

Una de mis aficiones es escribir ficción y he sido finalista en dos concursos literarios: el I Concurso de Microrrelatos 5’ y el Premio Internacional de Microtextos Garzón Céspedes.

 


 

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