Este elefante llevaba 37 años sin ver a otro miembro de su especie (VÍDEO)

Este elefante llevaba 37 años sin ver a otro miembro de su especie (VÍDEO)

Elefantes separados por una verja agarrándose las trompas. Es la reacción que protagonizan un elefante recién llegado al zoo de San Diego y otro que llevaba 37 años sin ver a un animal de su especie. Un vídeo compartido por este zoológico que es tristemente emocionante.

Mila, una hembra de elefante africano de 41 años, fue capturada en Namibia y ha pasado la mayor parte de su vida en un zoo de Nueva Zelanda sin contacto con otros miembros de su especie. Un zoo de Auckland la acogió cuando fue retirada del circo -sus cuidadores detectaron que el animal estaba estresado- y comenzó un proceso para volverla a reunir con otros elefantes. Por eso el año pasado fue trasladada al zoo de San Diego.

Tras estar en cuarentena durante las Navidades para tener tiempo para adaptarse a su nuevo entorno, a principios de febrero tuvo la oportunidad de hacer el primer contacto con otro elefante por primera vez en 37 años, una hembra llamada Mary, según explica Cate Matthews en The HuffPost.

Fuentes vinculadas al zoo han explicado que Mila se ha adaptado positivamente a su nueva convivencia y ya está lo suficientemente cómoda como para poder dormir cerca de Mary.

En África quedan unos 600.000 elefantes, según cálculos de WWF. Hace décadas eran varios millones, por lo que está en la lista de animales en grave peligro de extinción. Una de sus principales amenazadas, además de los daños a sus hábitats, es la caza furtiva para el comercio de marfil. Según explica el zoo de Barcelona, la longevidad de estos animales es de entre 50 y 70 años.

Una de las pistas para distinguirlos de los elefantes asiáticos es que los africanos tienen las orejas más grandes. El elefante asiático tiene los colmillos más cortos y el lomo más arqueado. También está está en peligro, según recuerda Zoo de Madrid, donde hay varios ejemplares.

Un reciente estudio con elefantes en Tailandia ha comprobado que estos animales consuelan a otros que están en peligro con caricias y sonidos.