‘Yes, we fuck': el documental sobre sexo entre personas con diversidad funcional
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‘Yes, we fuck': el documental sobre sexo entre personas con diversidad funcional

Yes, we fuck!_Avance from yes, we fuck! on Vimeo.

El documental Yes, we fuck, cuyo título parodia la famosa campaña que dio la presidencia de Estados Unidos a Barack Obama, visualiza a través de seis historias reales la sexualidad de las personas discapacitadas con el objetivo de mostrar que el sexo es patrimonio de todos. Elaborado por el realizador de documentales Raúl de la Morena y el activista social del movimiento Vida independiente Antonio Centeno, este trabajo, recién presentado en Madrid, se ha rodado gracias a un proceso de micromecenazgo -en el que ha colaborado, por ejemplo, Pablo Echenique, líder de Podemos en Aragón- y es toda "una declaración de intenciones", según aseguran los autores.

Más allá del sexo, el documental quiere mostrar no solo qué puede hacer la sexualidad por las personas con discapacidad, sino también qué puede aportar la realidad de la diversidad funcional a la sexualidad humana. "Parece clara la necesidad de romper el binomio dependencia-infantilización, términos que se retroalimentan generando un círculo vicioso que hasta ahora se ha mostrado resistente a cualquier avance ideológico y legislativo", afirman los autores en un comunicado para explicar por qué nació la idea de este trabajo sobre sexualidad y diversidad funcional, según recoge Efe.

La estrategia para todo ello ha pasado por mostrar historias reales con imágenes explícitas que revelan a las personas discapacitadas como "seres sexuales y sexuados, como cuerpos deseantes y deseables". Entre las historias grabadas está la de Miriam, una persona en silla de ruedas que muestra cómo vive en su casa una historia de amor y sexo con Pama, su pareja de origen indio. También aparece Oriol, un joven con parálisis cerebral pero que intenta experimentar cosas nuevas y disfrutar de la vida al máximo, por lo que contacta por internet con Linda (realiza BDSM, siglas de "bondage": disciplina y dominación, sumisión y sadismo y masoquismo).

Los dos vivirán su primera experiencia, Oriol con el BDSM y Linda con una persona discapacitada. Asimismo, un grupo de chicos y chicas con diversidad intelectual hablan entre ellos sobre sus gustos, prácticas e inquietudes sexuales; paralelamente, diversos padres explican cómo han influido en la vida sexual de sus hijos. Otra de las historias es la de Sole, una mujer de 43 años con discapacidad de nacimiento que decide explorar por vez primera el autoerotismo con la ayuda de Teo, un chico transexual que quiere iniciarse en la asistencia sexual.

Yes, we fuck es para sus autores un proyecto donde la gente participa, dialoga y, sobre todo, "cuestiona" y quiere convertirse en una plataforma generadora de debate en torno al cuerpo, a la sexualidad y a las personas con discapacidad.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy redactora centrada en Global y trato de contar el mundo de forma didáctica y crítica, con especial atención a los conflictos armados y las violaciones de derechos humanos.

 

Sobre qué temas escribo

Mi labor es diversa, como diverso es el planeta, así que salto de Oriente Medio a Estados Unidos, pero siempre con el mismo interés: tratar de entender quién y cómo manda en el siglo XXI y cómo afectan sus decisiones a la ciudadanía. Nunca hemos tenido tantos recursos, nunca hemos tenido tanto conocimiento, pero no llegan ni las reformas ni la convivencia prometidas. Las injusticias siempre hay que denunciarlas y para eso le damos a la tecla.

 

También tengo un especial empeño en la actualidad europea, que es la que nos condiciona el día a día, y trato de acercar sus novedades desde Bruselas. En esta ciudad y en este momento, la defensa es otra de las materias que más me ocupan y preocupan.

 

Mi trayectoria

Nací en Albacete en 1980 pero mis raíces son sevillanas. Estudié Periodismo en la Universidad de Sevilla, donde también me hice especialista en Comunicación Institucional y Defensa. Trabajé nueve años en El Correo de Andalucía escribiendo de política regional y salté al gabinete de la Secretaría de Estado de Defensa, en Madrid. En 2010 me marché como freelance (autónoma) a Jerusalén, donde fui corresponsal durante cinco años, trabajando para medios como la Cadena SER, El País o Canal Sur TV.

 

En 2015 me incorporé al Huff, pasando por las secciones de Fin de Semana y Hard News, siempre centrada en la información internacional, pero con brochazos de memoria histórica o crisis climática. El motor siempre es el mismo y lo resumió Martha Gellhorn, maestra de corresponsales: "Tiro piedras sobre un estanque. No sé qué efecto producen, pero al menos yo tiro piedras". Es lo que nos queda cuando nuestras armas son el ordenador y las palabras: contarlo. 

 

Sí, soy un poco intensa con el oficio periodístico y me preocupan sus condiciones, por eso he formado parte durante unos años de la junta directiva de la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) España. Como también adoro la fotografía, escribí  'El viaje andaluz de Robert Capa'. Tuve el honor de recibir el XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla por mi trabajo en Israel y Palestina y una mención especial en los Andalucía de Periodismo de la Junta de Andalucía (2007). He sido jurado del IV Premio Internacional de Periodismo ‘Manuel Chaves Nogales’.

 

 


 

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