El Maestro Joao hace un ritual en 'Supervivientes' y consigue un pez enorme, pero envenenado

El Maestro Joao hace un ritual en 'Supervivientes' y consigue un pez enorme, pero envenenado

Todo sucedió tras una ceremonia para pescar en abundancia.

Telecinco

El maestro Joao se ha propuesto atraer los milagros en Supervivientes (Telecinco). Si Moisés abrió las aguas del Mar Rojo para poder cruzarlo, Joao intenta algo similar con sus rituales, en su caso para pescar en abundancia. Y parecía que había funcionado, hasta que llegó el chasco.

El maestro se inventó una especie de oración para dar buena suerte a su equipo con la pesca y poder comer bien durante la semana. El equipo —formado por Isabel Castell, que fue expulsada por la audiencia este jueves, María Jesús Ruiz, Romina Malaspina, Alberto Isla y Francisco— le siguió el juego, y comenzaron a pescar más de lo habitual.

Lo más sorprendente sucedió un poco más tarde, cuando en medio del mar el maestro Joao se encontró con un pez enorme. No se abrieron las aguas, pero el pez vino a Joao, que no tuvo que hacer el más mínimo esfuerzo por pescarlo, simplemente se dedicó a cogerlo y a levantarlo con esfuerzo debido a su gran peso. Incluso cuando lo dejó en la orilla, un pequeño tiburón salió de su interior y escapó veloz mar adentro.

El superviviente rebosaba alegría y sus compañeros le jaleaban con gritos entusiastas y pensando en la comilona que se iban a dar con semejante espécimen. Hasta María Jesús aseguró que no creía en sus ritos hasta ese momento. Aunque la alegría duró poco en playa Cabeza de León.

Cuando se propusieron prepararlo para el banquete, los concursantes abrieron el manjar y encontraron en su interior un pez globo, una especie venenosa que habría provocado la muerte del animal que se acercó a Joao.

Los supervivientes, aun así, limpiaron el pez por dentro, sin perder la esperanza de poder comerlo, pero finalmente una persona de la organización del programa se acercó a darles la mala noticia: podría estar envenenado y tenían que renunciar a él. Y, por el chasco, decidieron cambiárselo por otros peces en buen estado.