Una pareja de 50 años gana 160.000 euros al año pero no gasta dinero: "Vivimos muy poco"
"Me preocupa que la vida se nos escape".

Angela y Brian, un matrimonio estadounidense de 52 años, parecen tener la vida soñada: llevan casi tres décadas casados, han criado a cuatro hijos y acumulan un patrimonio neto de 1,57 millones de dólares, de los cuales cerca de 900.000 están invertidos.
Además, los ingresos anuales de la pareja ascienden a unos 188.000 dólares (aproximadamente 160.000 euros). Sin embargo, la realidad de su día a día está marcada por el ahorro extremo y las tensiones que esoa genera en la pareja.
"Me preocupa que la vida se nos esté escapando y que podríamos estar gastando más en disfrutarla", confesó Angela en el pódcast I Will Teach You To Be Rich del autor y millonario Ramit Sethi, donde ambos buscaron consejo para superar sus diferencias económicas.
Angela asegura que nunca salen a cenar fuera y que solo se permiten unas vacaciones al año. Para ella, aunque las cuentas estén en orden, lo que falta es calidad de vida. Brian, en cambio, teme que no estén lo suficientemente preparados para el futuro y que deberían ahorrar aún más. "Ojalá hubiera empezado a invertir mucho antes", admitió.
Más allá de lo financiero
El problema, según Sethi, no es solo financiero, sino emocional. "Primero ahorras por una razón. Luego lo haces por costumbre. Y a veces empiezas a creer que no mereces nada más. Ese es el costo oculto de décadas de frugalidad", advirtió.
Los números muestran que la pareja tiene capacidad de maniobra. Por ejemplo, aunque el 72% de sus ingresos se destina a gastos fijos —un porcentaje superior al recomendado—, gran parte se explica por los pagos adelantados de su hipoteca.
Según Sethi, la pareja cuenta con un patrimonio sólido y perspectivas de jubilación favorables ya que podrían alcanzar los dos millones de dólares en inversiones si trabajan diez años más. Por ello, Sethi insistió en que la clave no está en las cifras, sino en aprender a disfrutar más del presente.
Una cuestión de pareja
El experto señaló que lo que les falta no es dinero, sino conexión sobre cómo quieren vivir su vida. De esta forma, animó a Brian a ceder en pequeños gestos como aceptar una cena, un café o planificar salidas con su esposa.
Angela sueña con jubilarse en cinco años, mientras que Brian se imagina trabajando hasta los 80. Pero ambos coinciden en algo: si no empiezan a darse más caprichos para disfrutar, la frugalidad podría terminar costándoles mucho más que dinero.
