El Camino de Santiago: esta es la nueva normalidad de uno de los destinos de turismo rural por excelencia

El Camino de Santiago: esta es la nueva normalidad de uno de los destinos de turismo rural por excelencia

Iniciativas como El Camino con Correos hacen más cómoda esta inolvidable experiencia a los peregrinos en tiempos de coronavirus.

Este no es un verano cualquiera. La pandemia provocada por la COVID-19 lo ha convertido en el más atípico de las últimas décadas y en el más especial.

Sin opción de embarcarse en un gran crucero, ni confianza para planificar un viaje al otro lado del mundo, las opciones de disfrutar de las vacaciones —seguramente más necesarias que otros años— son más modestas y asequibles, pero más emocionales que nunca.

Abandonar la ciudad —aunque sin ir demasiado lejos—, pasar unos días en familia o con amigos, huir de las aglomeraciones, caminar por el campo y estar en contacto con la naturaleza son las prioridades de muchos a la hora de plantearse unos días de descanso y desconexión. Y estas no son otras que las pequeñas cosas que se echaron de menos durante el confinamiento.

El turismo rural ha ganado muchos adeptos en estos meses y las vacaciones que plantea son las verdaderamente anheladas en estos tiempos. En este sentido, el Camino de Santiago es uno de los recursos más atractivos de España: kilómetros y kilómetros caminando en la naturaleza, descubriendo las huellas de la historia de España, degustando una deliciosa gastronomía...

La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha cambiado la fotografía de este camino de peregrinación, mucho. En primer lugar, porque a estas alturas de año, miles de personas venidas de todo el mundo habían completado ya el recorrido hasta Santiago de Compostela. El año pasado casi 350.000 personas lo recorrieron andando o en bici, y más de la mitad son extranjeros. Y en segundo lugar, porque antes de volver a ‘abrirlo’ ha habido que tomar medidas para garantizar la salud y el bienestar de los peregrinos en esta nueva normalidad.

Retrato del nuevo peregrino

La apertura el pasado 1 de julio de la Catedral de Santiago supuso la reinauguración de los albergues, restaurantes y pueblos que forman parte de este itinerario. Y sí, es una reinauguración porque todos estos establecimiento se han tenido que adaptar a los tiempos y adoptar férreas medidas de seguridad para evitar la propagación del virus: se ha reducido el aforo de los albergues, es obligatorio el uso de la mascarilla y extremar las medidas de higiene, es necesario llevar el saco de dormir, y se ha habilitado un número de teléfono de atención especial para los viajeros y un sistema online de reservas para solicitar plaza en los alojamientos públicos.

En la página web de la Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago ofrecen información actualizada sobre restricciones de movimientos, plazas de los albergues y una detallada guía de recomendaciones para mantener perfectamente informados a los visitantes y hacer más seguro el camino.

Disfrutar de la experiencia de caminar, etapa tras etapa, hasta llegar a Santiago de Compostela tiene que seguir siendo inolvidable aunque el retrato del peregrino tenga que ser un poco diferente.

A los elementos tradicionales —botas de montaña, cantimplora y bastón, por ejemplo— se añaden ahora esos que han pasado a formar parte de nuestras vidas desde el mes de marzo: la mascarilla y el gel hidroalcohólico. 

*Descubre en esta foto el retrato del nuevo peregrino

Pero también se han añadido nuevas comodidades...

Aunque hace ya unos años que Correos creó el servicio Paq Mochila, para transportar tu mochila de alojamiento en alojamiento, puede que ahora sea más útil que nunca para mantener nuestro equipaje fuera de posibles focos de contagio. “Este servicio se creó para dar respuesta a las necesidades de los peregrinos”, nos cuenta Charo Calvo, responsable de El Camino con Correos. “Nosotros recogemos el equipaje de los peregrinos en los albergues, en los hostales o en las casas en las que se alojen y se los movemos hasta el final de la siguiente etapa. Esto es comodidad para el peregrino que no lleva ese peso mientras camina... Cuando llega a su alojamiento, al acabar la etapa, su equipaje está allí, antes de las dos y media de la tarde”.

Para contratar este servicio sólo hay que acceder a la web y hacer la reserva -que también se puede hacer por teléfono o correo electrónico-. Contratarlo por etapa sale más caro pero si se hace por recorrido entero el precio es más económico —desde 4 euros diarios—.  “La gente suele contratar por recorridos, por ejemplo de León a Santiago... Ahora, si de repente se quiere quedar en León un día más, no hay problema, nosotros lo recogemos al día siguiente. Solo hay que comunicarlo llamando al call center. El mes que viene lanzamos la nueva web y ya se podrá gestionar desde ahí”, explica Calvo.

Con el paso del tiempo, el servicio es cada vez más solicitado porque “la gente ahora comienza el camino más organizada y no deja lugar a la improvisación”, asegura la responsable.

Por cierto, que para los que deciden hacer el camino en bici, Correos también tiene la solución a la hora de ahorrarse quebraderos de cabeza con el traslado de las bicis y te la lleva desde tu domicilio hasta el lugar en el que vas a comenzar el Camino, o viceversa. Es cómodo, sencillo y económico.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy responsable de LIFE, esa sección en la que nos empeñamos en mostrar la cara amable de la actualidad, el lado hedonista de la vida, aunque no nos tapamos los ojos ante otras realidades.

 

Sobre qué temas escribo

Como responsable de la sección trabajo mano a mano y coordino a redactores que saben mucho de música, moda, tendencias de consumo, cine, crónica social...


A mí me gusta escribir sobre salud, consumo, medioambiente y bienestar. Pero sobre todo, me gusta entrevistar a referentes culturales y sociales. Escritores, científicos, actores, periodistas... que tienen cosas que contar y mucho que aportar. O a lo mejor, no tienen nada que contar y poco que aportar, pero eso también es interesante.

 

Mi trayectoria

Soy periodista por vocación y devoción. Quise ser Julia Otero y hasta hubo un tiempo en el que aparecí en una lista de mujeres periodistas jóvenes más influyentes.

 

He hecho radio -en la desaparecida Radio España porque soy generación X- y dirigí la revista Turismo Rural, en la editorial América Ibérica. Después fui redactora de Lifestyle en la Revista de Ana Rosa, redactora jefa de la revista Love y, además, he colaborado con muchos medios, entre ellos SModa y la revista decana de medioambiente Quercus.

 

Además, he presentado galas y libros, y he moderado mesas redondas.
Hace diez años que trabajo en El HuffPost donde entré para editar contenidos branded -y lo sigo haciendo-.

 


 

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