Esta escena de 'El Príncipe de Bel-Air' se vuelve viral en plena polémica sobre el racismo en las series

Esta escena de 'El Príncipe de Bel-Air' se vuelve viral en plena polémica sobre el racismo en las series

Toda una reflexión sobre las actuaciones policiales en EEUU que ya se veían en los 90.

La polémica por la falta de diversidad racial y el racismo en algunas producciones lleva ya varios años copando titulares, pero con el asesinato de George Floyd por un policía estadounidense, las protestas por el racismo han vuelto a poner al sector audiovisual en un lugar incómodo.

Este miércoles HBO Max anunciaba que retiraba la cinta Lo que el viento se llevó de su plataforma por su contenido racista y que volvería a estar disponible en el catálogo con una reflexión sobre el contexto histórico y las representaciones racistas de la película.

También se ha anunciado la retirada de la BBC y Netflix de la serie Little Britain por incluir varias bromas racistas y blackface [cuando una persona blanca se disfraza y pinta de negra generando una caricatura]. En medio de este revuelo, la creadora de Friends, Marta Kauffman, ha pedido perdón por “no apostar lo suficiente por la diversidad en la serie”.

A raíz de esto, muchos usuarios de Twitter han sacado la comparación de la sitcom con El Príncipe de Bel-Air, donde dicen que la “diversidad de blancos” brillaba por su ausencia. Por este motivo, el usuario de Twitter @TuPanaFresco ha recuperado una escena de la serie protagonizada por Will Smith que tiene un importante mensaje sobre el racismo y la violencia policial en EEUU que se ha vuelto viral 30 años después. 

La escena, que acumula en menos de un día más de 4.000 me gusta, pertenece al capítulo 6 de la primera temporada de la serie emitido el 15 de octubre de 1990 y en él Will y Carlton (Alfonso Ribeiro) discuten sobre el motivo por el que la Policía les ha detenido en la autovía. Para Carlton, el motivo es claro: conducir a 15km/h por tratar de encontrar la salida de la autovía, pero Will ve otro motivo.

“De acuerdo nos detuvieron porque íbamos demasiado despacio. ¡Nos saltamos el límite mínimo! Pero en mi vida había oído hablar de esa ley, pero sí de otra: si ves a un tipo negro conduciendo algo que no sea un monopatín detenlo porque seguro que es robado. Esa sí lo conozco, pero qué equivocado estaba. Pensaba que era la ley del negro cuando era la del límite mínimo. Gracias por contármelo”, reflexiona irónicamente Will.

Carlton no queda contento con la explicación del comportamiento racista de la Policía de su primo y le responde: ”¿De qué te quejas? Cumplían con su deber, nos arrestaron unas horas y papá aclaró las cosas. Eso es todo, el sistema funciona”.

Esto no hace más que enfadar a Will que trata de explicarle sin éxito el comportamiento de los agentes. “Espero que te guste el sistema porque tendrás que soportarlo durante toda tu vida [...] Ningún mapa te salvará, ni el Club Glee, ni siquiera tu maravilloso barrio en Bel-Air, ni tu papá. Cuando conduces un coche en un barrio desconocido eso da igual. Solo se fijan en una cosa”, le recrimina tocándole la cara, refiriéndose al color de piel.

Tras marcharse, Carlton le dice a su primo que “está sacando las cosas de contexto”, pero al llegar su padre hace otra reflexión. “Papá, si fueras Policía y vieras a un coche que va a 15km/h, ¿le pararías?”, le pregunta. A lo que su padre responde: “Me pregunté lo mismo la primera vez que me pararon”.

Esta reflexión sobre la persecución casi sistemática a las personas negras por la Policía en EEUU ha provocado los aplausos en Twitter, donde muchos han visto que está de plena actualidad.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.

 

Sobre qué temas escribo

Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla.
Aunque no siempre haya relación con la industria cultural, también he cubierto temas relacionados con el Feminismo y el colectivo LGTBIQ+.

 

He podido contar en primera persona con supervivientes del “Stonewall español” que es el Pasaje Begoña, denunciar la situación que viven los menores trans o hablar sobre qué significa la manosfera antes de que llegara a Netflix ‘Adolescencia’.

 

Mi trayectoria

Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

Cómo contactar conmigo: