Guía express para saber apreciar una buena película
En qué tienes que fijarte para tener criterio al salir del cine.
¿Con criterio se nace o el criterio se hace? Saber distinguir una película buena de una mala no es una habilidad espontánea, sino que requiere aprender a detectar ciertos detalles para valorarla desde distintas perspectivas. Y esos detalles se pueden empezar a aprender desde bien pequeño.
La ECAM (Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid) lleva a cabo una labor educativa para acercar el cine a niños, jóvenes y adultos. Alain Lefebvre, coordinador de Masters y Cursos Intensivos como el Campamento Urbano de Cine, defiende que "hay que explicar bien que en el cine está todo fabricado, que nada es casual".
Esta guía está hecha para partir de cero, desde el mismo punto en el que comienzan estos jóvenes aprendices. Ernesto Martín, guionista, director y profesor de los talleres de cine, explica qué hay que aprender para que vayan "surgiendo más niveles": "Es como si el primer nivel fuera dar un like y creo que la gente no debería ir al cine a dar likes sino que deberían profundizar en más niveles". Para ello, distingue las cosas que hay que captar por edades:
"Lo primero que tienen que aprender es que el cine es algo divertido. Esos elementos de magia y diversión son muy importantes cuando alguien es pequeño. Ya sólo se aplaude en las películas de niños". Por eso, tienen que fijarse en los aspectos técnicos más básicos.
EL COLOR:
El mago de Oz, una de las primeras películas en Technicolor de la historia del cine, es uno de los ejemplos más básicos de utilización de color, donde este sirve para hacer hincapié en el contraste entre los tonos sepia de la terrenal Kansas y el universo mágico de tonos vibrantes de Oz, en el que las alusiones cromáticas no cesan: el camino del baldosas amarillas, los zapatos de rubíes, la Ciudad Esmeralda...
Otras películas más modernas como Toy Story también exprimen todas las opciones expresivas del círculo cromático.
EL SONIDO:
Alain Lefebvre comenta que casi todos los estudiantes pasan por alto el sonido y que allí descubren el potencial creativo que tiene: "En el cine solo suena lo que queremos que suene. Si es importante destacar que llevan prisa, se resalta por ejemplo el sonido de los pasos".
También son importantes los sonidos fuera de cuadro: "A veces escenifico que llega alguien de viaje, llama a la puerta, salgo del aula y digo "¡hijo mío!". Después vuelvo a entrar, les pregunto a los alumnos y todos me explican lo que han percibido. Ese es el poder del sonido, y en este caso del sonido 'fuera de campo': en cine mudo, si no lo enseñas con imagen, no puede ocurrir, no se puede entender".
LOS VALORES:
Para Ernesto Martín el cine es para los niños "un aprendizaje en cuanto al contexto en el que viven: la familia, la sociedad o la realidad frente a los sueños". Famosos títulos de animación como Up! o Del revés ahondan en temas más profundos más allá del puro entretenimiento.
LA MÚSICA:
El efecto que produce la música acompañando a las imágenes es otro factor que no se puede pasar por alto. Lefebvre anima a los alumnos a hacer el experimento de ver una secuencia quitándole la música y con ella. Los resultados son muy perceptibles, al igual que si se cambia la banda sonora, como en el siguiente vídeo:
Para Ernesto Martín, conforme crecen empieza a aparecer cierto cuestionamiento: "Van creando sus propios interrogantes y educando su mirada. Por ejemplo, en Regreso al futuro, que aunque sea de los 80 todos la han visto, el concepto de la familia se pone en cuestión y por eso el protagonista tiene que ir al pasado para arreglar conflictos futuros".
Es la edad en la que ellos empiezan a entender que la luz tiene una función dramática, que el color explica emociones, que la elección de un plano implica distintos significados expresivos y que el sonido puede completar ausencias de personajes".
UN PLANO NO ES IGUAL QUE OTRO PLANO:
Lefebvre hace otro ejercicio práctico con los alumnos que consiste en enseñarles tres imágenes de una misma escena con distintos valores de plano para que los alumnos entiendan que la expresividad que se gana con un primer plano pierde la información que da un plano general y viceversa.

En este vídeo se pueden ver los distintos valores de plano más usuales en cine y el efecto expresivo de cada uno de ellos:
EL SONIDO PUEDE SER MUY NARRATIVO:
Según Ernesto Martín, el sonido completa mucha información a pesar de la ausencia de un personaje, como en esta escena inicial de Regreso al Futuro, plagada de información sobre el personaje de Doc a pesar de que él no aparezca en escena en ningún momento.
EL GUIÓN:
Al igual que en la escena anterior, este plano sin montaje (llamado plano-secuencia por no tener cortes) resume de una manera muy eficaz algo muy complejo. En palabras de Ernesto Martín: "Es la mafia explicada simplemente en un plano". Un buen guión sintetiza temas complejos con acciones sencillas.
DETRÁS DE CADA PLANO, HAY SIEMPRE UNA PERSONA:
Lefebvre quiere que los alumnos se fijen en la posición de cámara, no en el contenido, "para que piensen que cualquier imagen que ven, implica que hay alguien que está grabándola. Nunca caen en que detrás de esa imagen hay un cámara y un equipo. El cine es sin duda un trabajo en equipo".
LA ANGULACIÓN DE LA CÁMARA TIENE UN PODER EXPRESIVO:
Ciudadano Kane supuso un antes y un después en la escenografía porque mostró por primera vez los techos de los decorados. Los planos picados empoderan a los personajes y los planos contrapicados les hacen más débiles, como en estas dos escenas:
EL MONTAJE ES MUY IMPORTANTE:
A Lefebvre le gusta "enseñar el 'cómo se hace'. Me gusta ponerles una secuencia y hacer que cuenten los planos. Al principio no se dan cuenta, pero luego son conscientes de los cortes".
En este terreno un tema estrella es el Stop Motion, una técnica de animación en la que la magia surge gracias al montaje. Ensamblar estos fotogramas es lo más parecido a la técnica de pintar en distintas hojas y pasarlas a gran velocidad. Sin montaje, no habría stop motion.
LOS EFECTOS:
Los efectos especiales también sirven para enfatizar emociones y hacer metáforas visuales, como en estas escenas de Amélie, en las que la protagonista literalmente se derrite o donde su corazón late aceleradamente:
Estas son solo unas pinceladas para que a partir de ahora, ver una película sea un ejercicio de análisis un poco más profundo y divertido.
Alain Lefebvre reflexiona y concluye: "Estamos inmersos en lo audiovisual y a la vez somos generadores de audiovisual. Sin embargo, no hay un pensamiento crítico sobre las imágenes y hay que enseñar a la gente a leerlas y a que sean conscientes del poder que tienen estas".
Para Ernesto Martín lo que nos hacen falta son los filtros: "Sabremos filtrar mejor a medida que ampliemos nuestro aprendizaje, y eso nos hará disfrutar y aprender más. Es una manera de que el ciudadano sepa elegir qué le gusta desde un nivel de criterio, no de crítica. El criterio hace entender no sólo qué les gusta, sino por qué les gusta".







































